Es el primer mes del ejercicio de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador. Es el último mes del año 2018. Ambos, el año y el primer mes, tienen un balance y ambos también un registro en la historia de nuestro país. Al 1 de diciembre del año en curso que hoy culmina encontramos la voz de quien gobierna y determina la ruta hacia donde transitará el país con tod@s nosotr@s. como también encontramos las formas en que todo indica se conducirá.
Entre esas formas, entre decirles a las Universidades que podrían con poco presupuesto hacer mucho, y después decir que fue un error considerar bajar el presupuesto a este rubro, aunque se dice que no se ha enviado la “fe de errata” correspondiente para hacerlo, y otras reformas más, como abrogar la reforma educativa, este primer mes de ejercicio en que se presenta también la imagen que el Gobierno utilizará en su periodo de gobierno 2018-2024, es clara la ausencia en la incorporación de una mujer, a pesar de que nuestro país tiene aportaciones destacadas de mujeres a quienes no se les puede discutir su trabajo y trayectoria. Entre las acciones que llevan el balance y cierran la puerta del año dejando en el asombro lo que viene.
Uno de los puntos que destacaron en ese primer mes de gobierno fue la abierta y pública confrontación que dio el mandatario federal a la gobernadora del Estado de Puebla, Martha Erika Alonso Hidalgo, donde no se disimuló la preferencia por el candidato de Morena a la gubernatura de esa entidad y dio un primer ejemplo de que aún es temprano en su gobierno encontrar que pueda gobernar sin simpatías ni enconos cuando no solo no fue a su toma de protesta, sino que la gobernadora recibió el oprobio de no contar ni siquiera con un representante del Gobierno federal considerando que tanto Puebla como las demás entidades, están agrupadas bajo un pacto federado en una República.
10 días después de su toma de protesta, tras recibir hasta en dos ocasiones la ratificación de su triunfo, el 24 de diciembre un fatal accidente quita la vida a la gobernadora y a su esposo, el senador Rafael Moreno Valle. Y nos dio el presidente de México otro mensaje de las formas que le acompañan y que, parece, le significará su gobierno. No fue a la ceremonia luctuosa de la gobernadora. Y aceptó que no dio el pésame a su familia, pero que lo hizo público, es decir, que ahí alguien les informe que está en su twitter.
Si una muerte, de quien sea, merece respeto. Un personaje que represente a una entidad, también representa a un grupo que determinó su entronización y por lo tanto, también merece respeto. Y el presidente pasó por alto la elemental cortesía política.
En cambio, empezaron a circular “datos” de que el senador y ex gobernador Moreno Valle “es” parte de un grupo de huachicoleros. ¿Por qué tendríamos que conocerlo después de su muerte y no se le procesó en vida? Este es el otro golpe. Un muerto no puede defenderse. Y se convierte en doble víctima, en un país donde hay muchas víctimas.
La reacción del presidente es un mensaje para las y los demás gobernadores. La ruta sobre la que se caminará tiene justicia. Y para gente como Paco Ignacio Taibo II, también gracia. Tiene forma, y también fondo. Feliz año 2019.
