Hemos observado una jornada electoral en relativa calma, con alguno que otro conato de riña en un par de casillas, pero hasta el momento mayormente en paz y con una asistencia que a la vista es nutrida, lo cual se confirmará una vez que se den a conocer las cifras oficiales de participación.
La batalla desde la mañana es en redes sociales y es de percepciones, de acusaciones de compra de votos de todos hacia todos, así como de circular falsas encuestas de salida que favorecen a unos y a otros candidatos sin mostrar el membrete de ninguna persona física o moral de las 34 acreditadas oficialmente por el Instituto Nacional Electoral para realizar ese ejercicio.