/ lunes 16 de mayo de 2022

Turismo sostenible (Parte I)

Considero que están perdiendo el tiempo nuestros gobiernos en intentos, trabajos aislados y menoscabar las caras y esfuerzos de los que sabemos, quienes hemos tenido experiencia y conocemos la hechura de un plan de trabajo, una hoja de ruta, una iniciativa y proyectos para el bien común. Necesitamos casos de éxito en todos los tópicos y ángulos, en el social, económico, cultural y ambiental, para que sea sostenible, viable y equitativo. Y creo que el turismo puede reinventarse, donde la ciudadanía sea una cadena de valor y se integren los modelos tales como los ecosistemas costeros y los recursos naturales. Que se mantengan emprendimientos y mejoras en la administración de bienestar animal, los impactos ambientales y sociales, para materializarlos en planes de negocios, un baluarte económico. Y así poder distribuir una generación de productividad. El desarrollo que rige el presente es el turismo sostenible.

Una idea que germine como muy buena, puede convocar mentes expertas, para darle un rostro científico, verdadero y factible. Involucrar estos ejes, la educación, la prestación de servicios turísticos, el financiamiento y promoción de negocios verdes. Atraer viajeros de otros países, no sólo por nuestra gastronomía, hospedería o playas. Sino porque tenemos que ser un destino modelo, pero con alianzas que retroalimentan los ejes mencionados con agentes de cambio, con empresarios y emprendedores sociales, no más. Capacitar con cursos y talleres, para que los proyectos de campo sean viables, en cualquier punto del puerto y ciudad de Acapulco. Para hacer efectivo un resultado en el turismo sostenible, a continuación doy una lista de herramientas, para sumar a otros soportes como certificados y normas.

Comité de expertos, Guía sobre mejores prácticas, Atlas de naturaleza y sociedad, Manual de estándares en la industria turística, Eventos y campañas de turismo responsable. Éste último, debe entrelazar los espectáculos, tradiciones e información específica.

El turismo en la economía verde representa el 4.3 por ciento hasta el 5 por ciento de todo el PIB del planeta. La economía verde es un tema principal de los gobiernos de Primer Nivel, así como de la ONU, y las conclusiones están aquí: Invertir tan sólo el dos por ciento del PIB mundial anualmente en diez sectores clave, de hoy hasta el 2050, impulsa la transición a una economía baja en carbono y con un uso más eficiente de los recursos. La biodiversidad, la población de animales, recursos no renovables y renovables, flora y fauna, forman parte de lo que llamamos capital natural. La economía verde de ese dos por ciento sostiene ese capital natural. Enverdecer la economía no sólo genera crecimiento, sino que también implica un crecimiento más elevado del PIB y del PIB per cápita. Valorar e invertir en el capital natural contribuye a aliviar la pobreza, y se crearán puestos de trabajo que, ala larga, superarán l pérdida de empleo asociada a la “economía marrón”, que se centra en la obtención de beneficios a corto plazo, sin tener en cuenta la desigualdad social o el agotamiento de los recursos.

Para terminar este texto, en su Primera Parte, el turismo es la más grande fuente de empleo en el planeta, parecido a la agricultura, en términos de exportación representa el 8 por ciento de la entrada de divisas en todos los países y el 9.4 por ciento de la inversión en el mundo, puede ser considerada la más grande. Y remato esta opinión con lo siguiente, ¿por qué invertir en el turismo sostenible?

Enverdecer el turismo puede reducir el costo de energía y agua, el consumo de una cancha de golf es equivalente al consumo de agua de un pueblo pequeño. Tiene el potencial para crear nuevos y mejores empleos, el desarrollo sostenible de turismo puede ser diseñado para apoyar la economía local y la reducción de pobreza. El turismo sostenible conduce a más amplias ventajas económicas, sociales y ambientales,culturales por supuesto, para los países anfitriones y sus comunidades. Nos leemos pronto.

Considero que están perdiendo el tiempo nuestros gobiernos en intentos, trabajos aislados y menoscabar las caras y esfuerzos de los que sabemos, quienes hemos tenido experiencia y conocemos la hechura de un plan de trabajo, una hoja de ruta, una iniciativa y proyectos para el bien común. Necesitamos casos de éxito en todos los tópicos y ángulos, en el social, económico, cultural y ambiental, para que sea sostenible, viable y equitativo. Y creo que el turismo puede reinventarse, donde la ciudadanía sea una cadena de valor y se integren los modelos tales como los ecosistemas costeros y los recursos naturales. Que se mantengan emprendimientos y mejoras en la administración de bienestar animal, los impactos ambientales y sociales, para materializarlos en planes de negocios, un baluarte económico. Y así poder distribuir una generación de productividad. El desarrollo que rige el presente es el turismo sostenible.

Una idea que germine como muy buena, puede convocar mentes expertas, para darle un rostro científico, verdadero y factible. Involucrar estos ejes, la educación, la prestación de servicios turísticos, el financiamiento y promoción de negocios verdes. Atraer viajeros de otros países, no sólo por nuestra gastronomía, hospedería o playas. Sino porque tenemos que ser un destino modelo, pero con alianzas que retroalimentan los ejes mencionados con agentes de cambio, con empresarios y emprendedores sociales, no más. Capacitar con cursos y talleres, para que los proyectos de campo sean viables, en cualquier punto del puerto y ciudad de Acapulco. Para hacer efectivo un resultado en el turismo sostenible, a continuación doy una lista de herramientas, para sumar a otros soportes como certificados y normas.

Comité de expertos, Guía sobre mejores prácticas, Atlas de naturaleza y sociedad, Manual de estándares en la industria turística, Eventos y campañas de turismo responsable. Éste último, debe entrelazar los espectáculos, tradiciones e información específica.

El turismo en la economía verde representa el 4.3 por ciento hasta el 5 por ciento de todo el PIB del planeta. La economía verde es un tema principal de los gobiernos de Primer Nivel, así como de la ONU, y las conclusiones están aquí: Invertir tan sólo el dos por ciento del PIB mundial anualmente en diez sectores clave, de hoy hasta el 2050, impulsa la transición a una economía baja en carbono y con un uso más eficiente de los recursos. La biodiversidad, la población de animales, recursos no renovables y renovables, flora y fauna, forman parte de lo que llamamos capital natural. La economía verde de ese dos por ciento sostiene ese capital natural. Enverdecer la economía no sólo genera crecimiento, sino que también implica un crecimiento más elevado del PIB y del PIB per cápita. Valorar e invertir en el capital natural contribuye a aliviar la pobreza, y se crearán puestos de trabajo que, ala larga, superarán l pérdida de empleo asociada a la “economía marrón”, que se centra en la obtención de beneficios a corto plazo, sin tener en cuenta la desigualdad social o el agotamiento de los recursos.

Para terminar este texto, en su Primera Parte, el turismo es la más grande fuente de empleo en el planeta, parecido a la agricultura, en términos de exportación representa el 8 por ciento de la entrada de divisas en todos los países y el 9.4 por ciento de la inversión en el mundo, puede ser considerada la más grande. Y remato esta opinión con lo siguiente, ¿por qué invertir en el turismo sostenible?

Enverdecer el turismo puede reducir el costo de energía y agua, el consumo de una cancha de golf es equivalente al consumo de agua de un pueblo pequeño. Tiene el potencial para crear nuevos y mejores empleos, el desarrollo sostenible de turismo puede ser diseñado para apoyar la economía local y la reducción de pobreza. El turismo sostenible conduce a más amplias ventajas económicas, sociales y ambientales,culturales por supuesto, para los países anfitriones y sus comunidades. Nos leemos pronto.