En toda sociedad democrática contemporánea, el binomio transparencia-rendición de cuentas constituye uno de los instrumentos y ejes centrales que permiten la mejor relación entre gobierno y gobernados, pues el hecho de cristalizar las decisiones y acciones más importantes que atañen a la sociedad se traduce en prácticas que mayores beneficios ofrecen para la población.
Aunado a lo anterior, la desafortunada situación de encontrarnos en medio de una crisis sanitaria sin precedentes en el último siglo, como la acaecida a raíz del virus SARS-CoV-2, debe implicar la obligación a todos los gobiernos de hablar con la verdad ante la población, respecto a los casos que se presentan, así como a las medidas puntuales que se habrán de tomar.
Sin embargo, en el caso de nuestro país esta constante progresista no ha sido aplicada ni considerada, ya que lamentablemente nos encontramos ante un gobierno federal que ha preferido esconder y minorizar la información respecto a los impactos sanitarios y económicos de la pandemia; dejando así estragos más severos para las y los mexicanos.
Muestra de ello es que de acuerdo con un estudio difundido el pasado jueves por la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington, se estimó que en México se han registrado un total de 617 mil 127 muertes por Covid-19, desde que comenzó la pandemia, cifra que representaría cerca de 400 mil fallecimientos más a los reportados de forma oficial.
El análisis citado agrega que, con estos datos, México ocuparía el tercer lugar a nivel mundial en número de fallecidos sólo por debajo de la India y Estados Unidos de América donde se han presentado en realidad 654 mil 395 y 905 mil 289 muertes respectivamente, y no las cifras anunciadas oficialmente.
De forma paralela, desacreditando información de organismos e incluso de instituciones públicas autónomas, el gobierno federal se ha excusado con tener “otros datos” para no dar respuestas respecto a la adversa crisis económica a las que nos han llevado la lentitud e inexperiencia con la que han obrado, misma que se cuenta en millones de empleos perdidos y el encarecimiento de los bolsillos para millones de familias mexicanas.
Por tales motivos, es indispensable hacer un enfático llamado a las autoridades del gobierno federal, particularmente a las sanitarias para que asuman el papel por el que se obligaron a salvaguardar los principios y bases de nuestra Carta Magna y velar por el beneficio de todas las personas que habitan en el territorio mexicano. Pues para que podamos superar la gran crisis de salud que vivimos, es sustancial tomar con la seriedad que se merece a la pandemia y por dura que sea la realidad tomar en consideración dichos datos para trazar la ruta a seguir.
No cabe duda que México no necesita más prácticas fallidas de políticas públicas ni de falacias que no nos demuestren lo que verdaderamente pasa, pues una sociedad informada es poseedora de mejores herramientas para trabajar en favor de la exigencia a resultados más contundentes y fortalecer los pilares del Estado Constitucional de Derecho que hoy se han visto debilitados.
*Senador de la República
@manuelanorve