/ sábado 18 de diciembre de 2021

Toma de casetas, ¿derecho o delito?

Pues bien: Los legisladores al fin toman “al toro por los cuernos” y aunque sea solo en el papel, se está estudiando la reforma que tipifica y sanciona como delito la toma de las casetas de peaje hasta con siete años de prisión.

Aunque seguramente ésta reforma (de darse cuenta) a la Ley de Vías Generales de Comunicación tendrá sus detractores, como son los líderes que con sus seguidores han hecho un pingüe negocio al tomar las casetas de peaje y llevarse millonarias sumas en unas horas, amparándose en el hecho de que los gobernantes no los reprimirán, so pena de que haya un difunto y tengan que pedir licencia o sean objeto de una investigación que los lleve a la cárcel.

Sin embargo, y desde el punto de vista estrictamente legal, nada tiene que ver el derecho a manifestarse libremente con el cobrar el peaje de las casetas, dinero con el que se sostiene el mantenimiento de las autopistas de cobro.

Cada caseta recauda millones de pesos en un solo día y si es en puentes, fines de semana o vacaciones mucho más.

La libertad de expresión y manifestación está garantizada en la Carta Magna y las leyes secundarias, pero ahí nada dice de que se permite que los particulares agrupados como estudiantes, campesinos, empleados, o lo que se les ocurra, impidan que el Estado cobre esas cuotas de peaje, llenándose las bolsas de dinero.

En pero, lamentablemente creo que esto será letra muerta , ya que como lo dije, las autoridades federales no van a reprimir ninguna toma de casetas para detener en flagrancia a estos sujetos, más aún, porque los elementos policiacos no están preparados para actuar con los debidos “protocolos” y al calor de las pedradas, golpes con palos o quemadas reaccionen violentamente (como cualquier ser humano lo haría, ya que no son supermanes), aunque siempre quedará el recurso de que posteriormente sean detenidos vía orden de aprehensión y les caigan , uno por uno en otros lugares para evitar así que se arme un no deseado fatídico desenlace y convertir en mártires a los “manifestantes”.

La manifestación y el derecho a expresarse es una garantía constitucional que permite que las personas marchen (sin bloquear) y exponer sus ideas sin ser molestados.

Pero de eso, a andar cobrando las cuotas que le corresponde al gobierno, pues hay mucha distancia.

Esperemos ver en qué termina esta iniciativa y ojalá que se llegue a un buen consenso para el bien común.

Pues bien: Los legisladores al fin toman “al toro por los cuernos” y aunque sea solo en el papel, se está estudiando la reforma que tipifica y sanciona como delito la toma de las casetas de peaje hasta con siete años de prisión.

Aunque seguramente ésta reforma (de darse cuenta) a la Ley de Vías Generales de Comunicación tendrá sus detractores, como son los líderes que con sus seguidores han hecho un pingüe negocio al tomar las casetas de peaje y llevarse millonarias sumas en unas horas, amparándose en el hecho de que los gobernantes no los reprimirán, so pena de que haya un difunto y tengan que pedir licencia o sean objeto de una investigación que los lleve a la cárcel.

Sin embargo, y desde el punto de vista estrictamente legal, nada tiene que ver el derecho a manifestarse libremente con el cobrar el peaje de las casetas, dinero con el que se sostiene el mantenimiento de las autopistas de cobro.

Cada caseta recauda millones de pesos en un solo día y si es en puentes, fines de semana o vacaciones mucho más.

La libertad de expresión y manifestación está garantizada en la Carta Magna y las leyes secundarias, pero ahí nada dice de que se permite que los particulares agrupados como estudiantes, campesinos, empleados, o lo que se les ocurra, impidan que el Estado cobre esas cuotas de peaje, llenándose las bolsas de dinero.

En pero, lamentablemente creo que esto será letra muerta , ya que como lo dije, las autoridades federales no van a reprimir ninguna toma de casetas para detener en flagrancia a estos sujetos, más aún, porque los elementos policiacos no están preparados para actuar con los debidos “protocolos” y al calor de las pedradas, golpes con palos o quemadas reaccionen violentamente (como cualquier ser humano lo haría, ya que no son supermanes), aunque siempre quedará el recurso de que posteriormente sean detenidos vía orden de aprehensión y les caigan , uno por uno en otros lugares para evitar así que se arme un no deseado fatídico desenlace y convertir en mártires a los “manifestantes”.

La manifestación y el derecho a expresarse es una garantía constitucional que permite que las personas marchen (sin bloquear) y exponer sus ideas sin ser molestados.

Pero de eso, a andar cobrando las cuotas que le corresponde al gobierno, pues hay mucha distancia.

Esperemos ver en qué termina esta iniciativa y ojalá que se llegue a un buen consenso para el bien común.