/ viernes 26 de febrero de 2021

Tándem

El diccionario de Wikipedia establece que éste es “de origen latín, suele referirse a objetos o situaciones que ocurren en sucesión, es decir uno detrás del otro en el espacio o en el tiempo. Aparece en los siguientes conceptos: configuración de ciertos elementos de los vehículos, sobre todo los asientos; tipo de bicicleta caracterizada por dicha configuración; disposición de los rotores de ciertos helicópteros; disposición de las alas de ciertas aeronaves; secuencias de ADN” y otros más.

Así también debieran las administraciones municipales, estaduales y federales adoptar este método o herramienta de trabajo. En otras palabras, pongamos por caso el municipio de Acapulco. Si cada administración que se ayunta cada tres años se dedicara, única y exclusivamente, a resolver un solo problema durante su gestión, al cabo de los años se tendrían resueltas obras y servicios importantes. Por ejemplo: la administración “A” decide concentrar recursos, esfuerzos y programas para el tratamiento de las plantas tratadoras de aguas residuales; trabajando en tándem, la administración “B” los dedica al drenaje; la “C”, el alumbrado público; el ayuntamiento “D”, la limpia, recolección, traslado, tratamiento y disposición final de residuos; y así, sucesivamente, en “tándem” ir resolviendo los problemas del municipio. Es como irse comiendo una rodaja, a la vez, de un chorizo y no quererse comer la longaniza entera, válgame la metáfora. Claro, a la par de reordenar el comercio ambulante (diferentes mercados sobre ruedas, ambulantes cada día de la semana, por ejemplo), entre otros.

Trabajar en tándem implica focalizar los recursos y no diseminarlos o atomizarlos queriendo resolver todos los problemas tirando un escopetazo, sino hacer tiros de precisión. Esto obligaría a que se tuviera un proyecto a veinticinco o más años, que tenga como zócalo un compromiso jurídico-político de todos los partidos políticos y organizaciones sociales. La mejor opinión la tiene usted, estimado lector.

El diccionario de Wikipedia establece que éste es “de origen latín, suele referirse a objetos o situaciones que ocurren en sucesión, es decir uno detrás del otro en el espacio o en el tiempo. Aparece en los siguientes conceptos: configuración de ciertos elementos de los vehículos, sobre todo los asientos; tipo de bicicleta caracterizada por dicha configuración; disposición de los rotores de ciertos helicópteros; disposición de las alas de ciertas aeronaves; secuencias de ADN” y otros más.

Así también debieran las administraciones municipales, estaduales y federales adoptar este método o herramienta de trabajo. En otras palabras, pongamos por caso el municipio de Acapulco. Si cada administración que se ayunta cada tres años se dedicara, única y exclusivamente, a resolver un solo problema durante su gestión, al cabo de los años se tendrían resueltas obras y servicios importantes. Por ejemplo: la administración “A” decide concentrar recursos, esfuerzos y programas para el tratamiento de las plantas tratadoras de aguas residuales; trabajando en tándem, la administración “B” los dedica al drenaje; la “C”, el alumbrado público; el ayuntamiento “D”, la limpia, recolección, traslado, tratamiento y disposición final de residuos; y así, sucesivamente, en “tándem” ir resolviendo los problemas del municipio. Es como irse comiendo una rodaja, a la vez, de un chorizo y no quererse comer la longaniza entera, válgame la metáfora. Claro, a la par de reordenar el comercio ambulante (diferentes mercados sobre ruedas, ambulantes cada día de la semana, por ejemplo), entre otros.

Trabajar en tándem implica focalizar los recursos y no diseminarlos o atomizarlos queriendo resolver todos los problemas tirando un escopetazo, sino hacer tiros de precisión. Esto obligaría a que se tuviera un proyecto a veinticinco o más años, que tenga como zócalo un compromiso jurídico-político de todos los partidos políticos y organizaciones sociales. La mejor opinión la tiene usted, estimado lector.