/ lunes 1 de agosto de 2022

Surrealismo Político | Morena, barbarie en el poder

Si partimos del dato oficial que emite el MORENA, en el desarrollo de las Asambleas Distritales para elegir congresistas Nacionales de su Instituto, la afluencia de participación el sábado fue de entre “un millón y medio y dos millones”, en tanto que la participación esperada para este domingo, según las mismas estimaciones del Dirigente Nacional de ese Instituto Político, Mario Delgado “se espera sea de un millón más”.

En la elección federal de 2018, AMLO se levantó con el triunfo al obtener 30.11 millones de votos (53.19%) de 56 millones 611 mil 027 personas que participaron en la elección. En la elección federal de 2021, MORENA obtiene 16.1 millones de votos, que le permiten una representación del 33.99 por ciento con un reporte oficial de 47 millones 464 mil 733 ciudadanas y ciudadanos que acudieron a las urnas en esa elección intermedia.

Un comunicado oficial de la dirigencia nacional de MORENA, ese instituto logró “plazas llenas en todo el país”. Y el mismo documento dice que celebran “el proceso de reorganización interna”.

No hay nada más frío en una elección que las cifras. Nada más estudiado que los resultados, nada más comentado que las incidencias que se presentan en cualquier proceso. Y lo que vimos este fin de semana es la pérdida de compostura para alcanzar el anhelo de la clase política: mantenerse en el poder a costa de lo que sea.

Pero si para quienes no están afiliados a MORENA, requisito indispensable para poder votar y que consistió en presentar a los Comités Municipales una solicitud de afiliación respaldada con credencial de elector, fue ver un proceso en el que campeo el mismo sistema de participación, entre estos la dotación de vehículos para traslado de comunidades a los centros de votación, así como “apoyos alimenticios”, despensas, operadores, y demás monerías, para los operadores de quienes estuvieron dentro de las planillas el día apenas y sí fue suficiente para mostrar que, a como diera lugar se buscaba alcanzar el registro necesario para constituirse como Delegados, aún cuando todavía faltan dos pasos antes de que sean reconocidos a nivel nacional.

Los golpes, las descalificaciones, el que el Senador Ricardo Monreal decidiera no participar, entre otros comportamientos que salieron a la luz, mostró dos rostros: externo que lleva a observar a un partido dividido que va por el todo para mantenerse en el poder, así sea a base de la barbarie. Interno. Que les llevará a revisar cuántas canicas tienen realmente para enderezar el juego del 2024 si quieren conservar el poder.

Deben tener serenidad para revisar las cifras y darse cuenta de que ha caído la participación ciudadana a su favor. Deben revisar cuánto les costó este proceso de organización interna para conformar el gran grupo de poder que determinará candidaturas y, finalmente, deben saber que su crecimiento, aunque parezca que les da estabilidad, realmente están perdiendo fuerza.

Y hay algo que quedó como nata en este proceso interno: no está preparada la sociedad para organizar elecciones, de hacerlo el país volvería a los años en los que dicen campeaba el control del poder centralista al costo que fuera…y se perdieron muchas vidas humanas antes de alcanzar lo que hoy llamamos democracia. ¿Surrealismo?

Si partimos del dato oficial que emite el MORENA, en el desarrollo de las Asambleas Distritales para elegir congresistas Nacionales de su Instituto, la afluencia de participación el sábado fue de entre “un millón y medio y dos millones”, en tanto que la participación esperada para este domingo, según las mismas estimaciones del Dirigente Nacional de ese Instituto Político, Mario Delgado “se espera sea de un millón más”.

En la elección federal de 2018, AMLO se levantó con el triunfo al obtener 30.11 millones de votos (53.19%) de 56 millones 611 mil 027 personas que participaron en la elección. En la elección federal de 2021, MORENA obtiene 16.1 millones de votos, que le permiten una representación del 33.99 por ciento con un reporte oficial de 47 millones 464 mil 733 ciudadanas y ciudadanos que acudieron a las urnas en esa elección intermedia.

Un comunicado oficial de la dirigencia nacional de MORENA, ese instituto logró “plazas llenas en todo el país”. Y el mismo documento dice que celebran “el proceso de reorganización interna”.

No hay nada más frío en una elección que las cifras. Nada más estudiado que los resultados, nada más comentado que las incidencias que se presentan en cualquier proceso. Y lo que vimos este fin de semana es la pérdida de compostura para alcanzar el anhelo de la clase política: mantenerse en el poder a costa de lo que sea.

Pero si para quienes no están afiliados a MORENA, requisito indispensable para poder votar y que consistió en presentar a los Comités Municipales una solicitud de afiliación respaldada con credencial de elector, fue ver un proceso en el que campeo el mismo sistema de participación, entre estos la dotación de vehículos para traslado de comunidades a los centros de votación, así como “apoyos alimenticios”, despensas, operadores, y demás monerías, para los operadores de quienes estuvieron dentro de las planillas el día apenas y sí fue suficiente para mostrar que, a como diera lugar se buscaba alcanzar el registro necesario para constituirse como Delegados, aún cuando todavía faltan dos pasos antes de que sean reconocidos a nivel nacional.

Los golpes, las descalificaciones, el que el Senador Ricardo Monreal decidiera no participar, entre otros comportamientos que salieron a la luz, mostró dos rostros: externo que lleva a observar a un partido dividido que va por el todo para mantenerse en el poder, así sea a base de la barbarie. Interno. Que les llevará a revisar cuántas canicas tienen realmente para enderezar el juego del 2024 si quieren conservar el poder.

Deben tener serenidad para revisar las cifras y darse cuenta de que ha caído la participación ciudadana a su favor. Deben revisar cuánto les costó este proceso de organización interna para conformar el gran grupo de poder que determinará candidaturas y, finalmente, deben saber que su crecimiento, aunque parezca que les da estabilidad, realmente están perdiendo fuerza.

Y hay algo que quedó como nata en este proceso interno: no está preparada la sociedad para organizar elecciones, de hacerlo el país volvería a los años en los que dicen campeaba el control del poder centralista al costo que fuera…y se perdieron muchas vidas humanas antes de alcanzar lo que hoy llamamos democracia. ¿Surrealismo?