La sonrisa del General Secretario, General Luis Cresencio Sandoval González, y del Secretario de Marina, Almirante José Rafael Ojeda Durán fueron más que elocuentes cuando frente al mismo Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se paraba el ex secretario de la Sedena, General Salvador Cienfuegos (acusado por la DEA por narcotráfico y blanqueo de dinero), le saludaba efusivamente de mano, recibía un reconocimiento y una cajita sorpresa y se retiró a ocupar su lugar en el selecto presídium tras intercambiar unas palabras con el Mandatario Federal, quien lo defendió publicamente.
La acción borró el contexto del evento: la conmemoración del Bicentenario del H. Colegio Militar para ser parte de la acción comentarios que presentan al actual mandatario federal como un trapo.
Me pregunto. ¿La izquierda que pensó que AMLO representaba la transformación estará contenta con el papel que juega el Presidente? O se escudará en el neoliberalismo, en los conservadores, en la crítica a modo, etc., salidas que no ayudan a delinear el porvenir airoso que dijo haría, sino de un país más sumido en la corrupción, en las obras de relumbrón, en el incumplimiento de su palabra en diversos rubros, como Ayotzinapa que usó como una de sus banderas de campaña y ahora, en lo que parece, el retorno del sector militar al poder.
En ese viejo PRI que a seguidores a ultranza les llena de improperios para reconocer que había fallas pero también avances, el partido en funciones estaba dividido en sectores: estaba el popular, con la CNOP; el campesino, con la CNC; el de Mujeres, con el OMPRI; el de las y los jóvenes, con el FJR; surgieron grupos de intelectuales como la Fundación Cambio Siglo XXI, después la Fundación Colosio, y entre otras, estaba la representación del poder militar con una curul en el Congreso de la Unión.
En ese antaño el sector militar actuaba abiertamente, pero con discreto poder; estamos viendo un ocaño con un poder abierto donde hasta el Presidente de México es doblado?
Al menos así se queda como impresión tras el paso del General Cienfuegos en una ceremonia abierta, amplia al público para mostrar dentro y fuera del país que el apoyo a las fuerzas castrenses no son broma?
La participación de elementos del Ejército Mexicano en la política fue creciendo. Pero se cuidaban formas para evitar que se presentara el riesgo de ser presentado como una entronización militar al poder. Qué pasó que el Presidente está doblado frente a ellos?
El último presidente de México que gobernó el siglo XX, fue el General Lázaro Cárdenas del Río. Después la participación fue menos abierta, más soterradamente pero estaban. Incluso en la elección de 1988 un sector del Ejército Mexicano se pronunció a favor de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano que buscaba fuera del partido que gobernaba, el PRI.
En el escenario actual, tendremos un Ejército más activo que estará participando en las elecciones de civiles, estaremos en una antesala de dominio militar. Estará el país preparado para ser sometido? Aún falta por ver. Lo cierto es que ahora, lo que se ve, es un Presidente sometido por estrellas. ¿Surrealismo?