A lo largo de la historia del estado de Guerrero hemos tenido cambios abruptos en el ejercicio de un periodo de gobierno en cuestiones políticas por diversos motivos, desde la que provoca un hecho de violencia, como Aguas Blancas, la desaparición de 43 estudiantes de Ayotzinapa, o hasta los que desde el centro del país marcaban como desaparición de poderes y este estado ha tenido nuevamente que comenzar.
Pero no ha sido fácil para la entidad entender esas decisiones que generan, invariablemente, reacomodos en la administración pública y se llevan entre el aprendizaje no solo el tiempo, sino las acciones que ayuden a esta entidad desde la óptica de quien las necesita, el pueblo.
Una entidad como ésta no solo está condicionada por la actividad política, sino diversos movimientos y hasta factores que la naturaleza provoca.
Así, nos hemos visto inmersos en procesos electorales extraordinarios, en la práctica basada en Usos y Costumbres, así como en la extensión de periodos para ajustar procesos electorales, o en el recorte de los mismos por esas razones.
En Guerrero, en el periodo de elecciones de este 2024, como todo el país estaremos en el proceso electoral federal para la renovación del Presidente de México, así como de las Cámaras Alta, Senadores y Baja, Congreso de la Unión, pero además tendremos un proceso interno para renovar el Congreso Local y los Ayuntamientos.
Pero en este momento, específicamente en el puerto de Acapulco, el punto icónico del turismo mexicano, se debería pensar en la no realización de la elección, al menos, en lo que corresponde a la renovación de las Autoridades Municipales. Me explico:
Abelina, la actual alcaldesa, no estaba versada en el ejercicio de gobierno, sino en el discurso desde su liderazgo social y el uso de tribuna como Legisladora. Han pasado dos años de su periodo de gobierno, lo que nos indica que su curva de aprendizaje ha sido rebasado y por lo tanto, estaría ya empapada de los asuntos de la cabecera municipal, el puerto de Acapulco, así como las localidades que la conforman, además por supuesto de su zona conurbana y rural.
En abril del próximo año, Acapulco y los demás Ayuntamientos, estarán entrando a las campañas políticas para presentar a quienes aspiran a gobernar la entidad desde la fase de autoridad municipal, solo que…
Si, sólo que el puerto enfrenta una de las peores crisis de su existencia tras el paso del Huracán OTIS.
Así como está devastado, destruido ¿habrá quienes realicen campaña pasando por sobre el dolor individual? Parece que si y esto es lo que me parece pudiera pararse.
Si se decide por ampliar el periodo de administración de la Presidenta Municipal y su Cabildo, se estaría en condiciones de hacer un mejor manejo de la reconstrucción. Pero si la decisión va sobre esta acción, estaríamos en un escenario de campañas sobre ruinas?
Abelina no ha hecho el mejor papel, pero ya conoce el municipio. Podría estar a cargo de ese periodo y llevar al puerto a una elección extraordinaria para no detener los trabajos de reconstrucción, de lo contrario, se perdería un tiempo valioso para extender un periodo en detrimento de la sociedad acapulqueña. ¿Surrealismo?
