/ martes 1 de enero de 2019

Surrealismo Político

El 25 de diciembre de 1991, el presidente de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, Mijael Gorbachov, veía el final de ese grupo de repúblicas europeas, asiáticas, euroasiáticos, y el final de su gobierno tras la búsqueda de un proceso modernizador del país a través de la Perestroika. El proceso de independencia había cruzado una gran crisis económica, una difícil reconciliación política y los intereses de los grupos políticos como el encabezado por Boris Yeltsin que se habría puesto a la cabeza del golpe de estado y se le atribuía el secuestro del Presidente en su casa de veraneo en el Mar Negro.

La unión de las Repúblicas que se mantenía desde 1917 se rompía y daba pie a una nueva forma de integración y reconocimiento internacional, incluso la búsqueda de que Naciones Unidas las reconociera como independientes. Entre ellas la propia Rusia.

La crisis que se marcaba más fuerte en esas repúblicas en diciembre de 1990, me pareció un surrealismo de lo que está viviendo nuestro país 28 años después, también en un diciembre. Cuando inicia un gobierno en este proceso de alternancia que ya ha vivido nuestro país con el PRI y el PAN, y ahora, con la izquierda que representa Morena. Cuando tenemos un proceso de acomodamiento político donde los gobernadores y la gobernadora de Sonora, han buscado en el presidente en funciones, Andrés Manuel López Obrador, formas de diálogo que ayude a mantener los equilibrios de respeto entre soberanía y democracia.

Los sucesos que han marcado el inicio del gobierno federal que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador han propiciado una gran movilización de la y los gobernadores – y señalo solo a la gobernadora de Sonora, Claudia Pavlovich Arellano, porque la Jefa de Gobierno, también Claudia, pero Sheinbaum Pardo, no requiere el apoyo de los gobernadores, y la de Puebla, Martha Erika ha muerto-. Se han reunido con el presidente de México buscando respeto a la soberanía y las funciones sustantivas como gobernadores, así como pugnado desde la Conago ser considerados en los presupuestos y las tareas del Gobierno Federal para solucionar temas urgentes como la inseguridad y la violencia.

Solo ha pasado un mes desde el inicio del nuevo gobierno y el año 2019 no les deja más que un sabor de incertidumbre.

El surrealismo con los delegados que representarán al presidente y con quien se considera bajarán los recursos federales y la concertación municipal, ha propiciado desde ahora molestia. Han sentido que la función de Gobernadores electos democráticamente no es respetada y que los temas y necesidades de los Estados debe ser tratado fundamentalmente con ellos y con ella.

Será que los próximos meses pueda ser el fin de las formas que han acompañado los estados en una sola república, que se modifiquen y hasta cambien las estructuras que conocemos para observar que las potencialidades de las entidades se fortalecen, que se dicten nuevas formas de impuestos, que se deje de dar aportaciones a la federación y nos encontremos en la búsqueda de un reconocimiento de gobierno distinto? O solo es un surrealismo donde todos aprietan para mostrar fuerza, pero se someterán ante un poder único, por sobre la soberanía? Surrealismo?

El 25 de diciembre de 1991, el presidente de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, Mijael Gorbachov, veía el final de ese grupo de repúblicas europeas, asiáticas, euroasiáticos, y el final de su gobierno tras la búsqueda de un proceso modernizador del país a través de la Perestroika. El proceso de independencia había cruzado una gran crisis económica, una difícil reconciliación política y los intereses de los grupos políticos como el encabezado por Boris Yeltsin que se habría puesto a la cabeza del golpe de estado y se le atribuía el secuestro del Presidente en su casa de veraneo en el Mar Negro.

La unión de las Repúblicas que se mantenía desde 1917 se rompía y daba pie a una nueva forma de integración y reconocimiento internacional, incluso la búsqueda de que Naciones Unidas las reconociera como independientes. Entre ellas la propia Rusia.

La crisis que se marcaba más fuerte en esas repúblicas en diciembre de 1990, me pareció un surrealismo de lo que está viviendo nuestro país 28 años después, también en un diciembre. Cuando inicia un gobierno en este proceso de alternancia que ya ha vivido nuestro país con el PRI y el PAN, y ahora, con la izquierda que representa Morena. Cuando tenemos un proceso de acomodamiento político donde los gobernadores y la gobernadora de Sonora, han buscado en el presidente en funciones, Andrés Manuel López Obrador, formas de diálogo que ayude a mantener los equilibrios de respeto entre soberanía y democracia.

Los sucesos que han marcado el inicio del gobierno federal que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador han propiciado una gran movilización de la y los gobernadores – y señalo solo a la gobernadora de Sonora, Claudia Pavlovich Arellano, porque la Jefa de Gobierno, también Claudia, pero Sheinbaum Pardo, no requiere el apoyo de los gobernadores, y la de Puebla, Martha Erika ha muerto-. Se han reunido con el presidente de México buscando respeto a la soberanía y las funciones sustantivas como gobernadores, así como pugnado desde la Conago ser considerados en los presupuestos y las tareas del Gobierno Federal para solucionar temas urgentes como la inseguridad y la violencia.

Solo ha pasado un mes desde el inicio del nuevo gobierno y el año 2019 no les deja más que un sabor de incertidumbre.

El surrealismo con los delegados que representarán al presidente y con quien se considera bajarán los recursos federales y la concertación municipal, ha propiciado desde ahora molestia. Han sentido que la función de Gobernadores electos democráticamente no es respetada y que los temas y necesidades de los Estados debe ser tratado fundamentalmente con ellos y con ella.

Será que los próximos meses pueda ser el fin de las formas que han acompañado los estados en una sola república, que se modifiquen y hasta cambien las estructuras que conocemos para observar que las potencialidades de las entidades se fortalecen, que se dicten nuevas formas de impuestos, que se deje de dar aportaciones a la federación y nos encontremos en la búsqueda de un reconocimiento de gobierno distinto? O solo es un surrealismo donde todos aprietan para mostrar fuerza, pero se someterán ante un poder único, por sobre la soberanía? Surrealismo?