Ha llamado la atención en este proceso electoral la renuncia que hicieran a las candidaturas 17 candidatos –no se precisa sexo- a diputados por mayoría relativa, y la solicitud de los partidos políticos a sustituir 90 planillas a presidentes municipales, sindicaturas y regidurías. Y si bien en un proceso electoral hay factores diversos que llevan a la sustitución de sus candidatas y candidatos, ahora este hecho está siendo observado más.
Recordemos por ejemplo el contexto de violencia social que vivía nuestra entidad en el proceso electoral de 2015. Literalmente Guerrero estaba incendiado por los acontecimientos ocurridos en septiembre 26 y 27 de 2014 en la ciudad de Iguala. La desaparición de 43 jóvenes estudiantes de la Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa condujo a un movimiento que hizo pensar por un momento que el proceso electoral de ese año no sólo tenía riesgo para quienes estaban involucrados en realizar la elección, sino también en el riesgo para la participación ciudadana en la jornada electoral.
No ocurrió. La jornada contó con dificultades, pero se realizó y se instaló un nuevo gobierno estatal, se configuró la Sexagésima Primera Legislatura Local y tomaron protesta los distintos Ayuntamientos de la geografía guerrerense. Los problemas, no fueron graves, no se suspendió el proceso y la participación en urnas fue buena.
¿Por qué entonces llama la atención la solicitud de sustitución de candidatos en 17 casos a diputados locales, 6 propietarios y 11 suplentes? ¿Por qué llama la atención la solicitud que realizan los partidos políticos para atender sustitución de 90 planillas a presidentes municipales, sindicaturas y regidurías?
En voz del presidente del Instituto Electoral de Participación Ciudadana, Nazarín Vargas, dijo que no corresponde a ellos investigar las causas de las renuncias. Pero el dato ayudaría a entender la complejidad de una elección, sus contextos, las circunstancias que hacen posible estudiarlas cuando el tiempo conduzca a revisar estos datos y ayudar a que en otros procesos se tomen en cuenta para superar lo que pueda ser una deficiencia y lograr una mejor participación ciudadana, política y hasta en la conformación del propio órgano electoral.
Y llamó la atención si las renuncias estuvieron en el contexto de la violencia cuando se hizo presente uno de esos surrealismo de la política y renunciara la candidata a diputada local por el Distrito 08 con sede en Pungarabato (Ciudad Altamirano) Guerrero, Silvia Rivera Carbajal que participaba por MORENA y dijo que fue presionada por grupos de la delincuencia para hacerlo, por eso solicitará al Congreso Federal dé por terminada la licencia que solicitó y re incorporarse a las filas del PRI.
Esto condujo a la pregunta natural, las demás renuncias ¿tienen esa presión de la delincuencia? Los acontecimientos de violencia en Chilapa y el anuncio de renuncias que dejan una única candidata-del PRI- para la elección a diputada local, contribuyen a generar la idea de que ¿la inseguridad tiene que ver con la sustitución de candidatos? ¿El mapa de riesgo del que hablaba el mandatario estatal considera dificultad para también llevar a cabo un proceso sin problemas?
Pronto se sumarán a la campaña las y los candidatos a presidentes municipales. Serán ellas y ellos quienes den el jalón fuerte al proceso y quienes contribuyan a la suma o resta de votos. Para entonces se sentirá ya que se vive un proceso electoral, y las miradas y la inclinación del voto será más clara. Por ello hay un reto en este proceso, llevar una elección con tranquilidad, lograr una elección calificada, con credibilidad, con oportunidad de desarrollo político, que permita a la ciudadanía considerar que la votación le permitirá estabilidad y avance. ¿Será? O es un surrealismo.
