/ lunes 11 de diciembre de 2017

Surrealismo político

A la salida de Marco Antonio Leyva Mena de la Presidencia Municipal de Chilpancingo, uno de los temas que levantó indignación fue conocer de voz de quien lo sustituyó, Jesús Tejeda, que entre las linduras encontradas en una revisión apenas por encima, era una lista de 32 personas relacionadas como “asesores”, mismos que hacían una bolsa de casi un millón de pesos mensuales por los salarios que percibían, desde 7 mil hasta más de 20 mil.

Era claro que esos asesores flaco favor habrían hecho al entonces edil, que, si de un lado débil hablamos, es que parecía conducirse sin orientación de nadie externo a su grupo cercano. Por lo que la deducción era clara. Se dudaba de su trabajo.

Pero hace unos días, amparado en la Ley de Transparencia y Acceso a la Información, un compañero periodista dio a conocer que esa relación había crecido de 32 a 800 personas. Sí, 800 personas acreditadas como “asesores” de síndicos y regidores, y entre ellos se encontraban dos nombres, de dos militantes activos del Partido Revolucionario Institucional, el delegado nacional y el dirigente en el municipio de Chilpancingo.

Fue el golpe que menos esperábamos los capitalinos. Fue contundente. Fue demoledor.

Los problemas de Chilpancingo siguen igual. Así como dice la canción “aquí todo sigue igual, como cuando estabas tú”. Siguen como cuando estaba Marco. Entre éstos los que en su momento se consideraron como responsables de su falta de tacto y conocimiento para gobernar, el de la basura, el del agua potable, el de la inseguridad. Ahora las vidas se cortan en pleno centro, en horarios de más circulación ciudadana. Ahora los robos, como los de camionetas que también es exponencial, se dan en esas mismas zonas y horas, y en otros puntos que no están alejados del centro de la capital del estado.

“Aquí todo sigue igual, como cuando estabas tú”. No sabemos qué hacen quienes ostentan otros cargos por elección, y determinación partidista, síndicos y regidores. No se sabe de su trabajo, sólo se ve la actividad por su vida social en sus páginas sociales como Fb. De su labor como servidores públicos, no. Pero ahora sí sabemos que sus salarios son superiores a los 200 mil pesos.

A nuestra memoria vienen datos registrados por el paso del tiempo de ejercicio periodístico, que hay municipios gobernados por familiares, que se han pasado el poder de esposo a esposa, de esposa a esposo, incluso hasta a los hijos e hijas que han estado, al menos, en las nóminas y que han buscado el poder bajo el sello de los apellidos que han gobernado.

Por ello, esos datos del crecimiento de la nómina de Chilpancingo, incluso la inclusión de priistas, algo no privativo de ellos como partido, porque también se sabe, porque muchos de ellos lo hacen público, de malos manejos en otros municipios gobernados por otros partidos, como los excesos que mostraron colaboradores del edil perredista de Acapulco, sólo reflejan algo, que cuando se buscan esos cargos, lo que está más lejos de su pensar es el de servir. Que cuando buscan reelegirse una y otra vez como alcaldes o alcaldesas –aunque sea hasta 3 veces- buscan agotar esa garantía que tienen porque los municipios, son redituables.

Si el municipio es considerado la base de la Nación, y está, como nos lo muestra esa nómina, corrompida, lo demás, ¿cómo está? ¿Y cuando estamos esperando que se abra la puerta grande con el banderazo de rostros, nombres, historias para buscar gobernar los municipios de Guerrero, y encontramos este abuso de poder, nos preguntamos, ¿hay destino? O es un surrealismo.

A la salida de Marco Antonio Leyva Mena de la Presidencia Municipal de Chilpancingo, uno de los temas que levantó indignación fue conocer de voz de quien lo sustituyó, Jesús Tejeda, que entre las linduras encontradas en una revisión apenas por encima, era una lista de 32 personas relacionadas como “asesores”, mismos que hacían una bolsa de casi un millón de pesos mensuales por los salarios que percibían, desde 7 mil hasta más de 20 mil.

Era claro que esos asesores flaco favor habrían hecho al entonces edil, que, si de un lado débil hablamos, es que parecía conducirse sin orientación de nadie externo a su grupo cercano. Por lo que la deducción era clara. Se dudaba de su trabajo.

Pero hace unos días, amparado en la Ley de Transparencia y Acceso a la Información, un compañero periodista dio a conocer que esa relación había crecido de 32 a 800 personas. Sí, 800 personas acreditadas como “asesores” de síndicos y regidores, y entre ellos se encontraban dos nombres, de dos militantes activos del Partido Revolucionario Institucional, el delegado nacional y el dirigente en el municipio de Chilpancingo.

Fue el golpe que menos esperábamos los capitalinos. Fue contundente. Fue demoledor.

Los problemas de Chilpancingo siguen igual. Así como dice la canción “aquí todo sigue igual, como cuando estabas tú”. Siguen como cuando estaba Marco. Entre éstos los que en su momento se consideraron como responsables de su falta de tacto y conocimiento para gobernar, el de la basura, el del agua potable, el de la inseguridad. Ahora las vidas se cortan en pleno centro, en horarios de más circulación ciudadana. Ahora los robos, como los de camionetas que también es exponencial, se dan en esas mismas zonas y horas, y en otros puntos que no están alejados del centro de la capital del estado.

“Aquí todo sigue igual, como cuando estabas tú”. No sabemos qué hacen quienes ostentan otros cargos por elección, y determinación partidista, síndicos y regidores. No se sabe de su trabajo, sólo se ve la actividad por su vida social en sus páginas sociales como Fb. De su labor como servidores públicos, no. Pero ahora sí sabemos que sus salarios son superiores a los 200 mil pesos.

A nuestra memoria vienen datos registrados por el paso del tiempo de ejercicio periodístico, que hay municipios gobernados por familiares, que se han pasado el poder de esposo a esposa, de esposa a esposo, incluso hasta a los hijos e hijas que han estado, al menos, en las nóminas y que han buscado el poder bajo el sello de los apellidos que han gobernado.

Por ello, esos datos del crecimiento de la nómina de Chilpancingo, incluso la inclusión de priistas, algo no privativo de ellos como partido, porque también se sabe, porque muchos de ellos lo hacen público, de malos manejos en otros municipios gobernados por otros partidos, como los excesos que mostraron colaboradores del edil perredista de Acapulco, sólo reflejan algo, que cuando se buscan esos cargos, lo que está más lejos de su pensar es el de servir. Que cuando buscan reelegirse una y otra vez como alcaldes o alcaldesas –aunque sea hasta 3 veces- buscan agotar esa garantía que tienen porque los municipios, son redituables.

Si el municipio es considerado la base de la Nación, y está, como nos lo muestra esa nómina, corrompida, lo demás, ¿cómo está? ¿Y cuando estamos esperando que se abra la puerta grande con el banderazo de rostros, nombres, historias para buscar gobernar los municipios de Guerrero, y encontramos este abuso de poder, nos preguntamos, ¿hay destino? O es un surrealismo.