/ viernes 20 de mayo de 2022

Suenan tambores de guerra

El blofeo entre Rusia y la OTAN con amenazas de una Tercera Guerra Mundial está causando temor en la comunidad internacional que además ve cómo se escasean los alimentos y los artículos electrónicos como los chips para computadoras, acero y otros productos; así como sus consecuencias económicas colaterales con el consabido aumento de precios en todos los productos.

Tanto la OTAN, los Estados Unidos, así como Rusia y sus aliados, tienen la capacidad armamentística de destruir el mundo en minutos y con ello todo vestigio de vida, salvo -claro- los que pueden recluirse en refugios antinucleares con abastecimiento de comida para por los menos un año.

Luego, la inmensa mayoría de seres humanos estamos en riesgo de morir , más allá de ideologías, raza o situación económica.

Los motivos de esta estúpida guerra , como cualquier otra, son el poder y control territorial.

No hay excusa ni pretexto para que los rusos invadan a Ucrania, salvo el de tener un portero que cierre la puerta a los de la OTAN e impida el pase al vasto territorio ruso en caso de una invasión.

En pero, le falló la estrategia al presidente Vladímir Putin. Suecia y Finlandia al ver el ataque de los soviéticos a Ucrania , solicitaron rápidamente su incorporación a la Organización del Tratado del Atlántico Norte al igual que la invadida Ucrania.

De darse cuenta de esto, la Tercera Guerra Mundial iniciaría , ya que uno de los beneficios de la OTAN, es que de darse un ataque a uno de sus países afiliados, todos los países que la conformidad responderían de inmediato.

Es preocupante en verdad, y como siempre, la ONU -sin dientes- está atada de manos y solo se concreta a dar recomendaciones en tanto que el conflicto continúa con millas de muertos inocentes y millones de desplazados.

Pongamos las barbas a remojar y cerremos filas ya que de darnos cuenta de este conflicto bélico mundial tendremos que decantarnos por unos o por otros. En pero, por ser frontera con el país de las barras y las estrellas, con quien tenemos muchas cosas en común, hemos sacado ventaja al enviar mexicanos a trabajar en sus fábricas y surtir desde nuestro territorio las necesidades de los vecinos.

El blofeo entre Rusia y la OTAN con amenazas de una Tercera Guerra Mundial está causando temor en la comunidad internacional que además ve cómo se escasean los alimentos y los artículos electrónicos como los chips para computadoras, acero y otros productos; así como sus consecuencias económicas colaterales con el consabido aumento de precios en todos los productos.

Tanto la OTAN, los Estados Unidos, así como Rusia y sus aliados, tienen la capacidad armamentística de destruir el mundo en minutos y con ello todo vestigio de vida, salvo -claro- los que pueden recluirse en refugios antinucleares con abastecimiento de comida para por los menos un año.

Luego, la inmensa mayoría de seres humanos estamos en riesgo de morir , más allá de ideologías, raza o situación económica.

Los motivos de esta estúpida guerra , como cualquier otra, son el poder y control territorial.

No hay excusa ni pretexto para que los rusos invadan a Ucrania, salvo el de tener un portero que cierre la puerta a los de la OTAN e impida el pase al vasto territorio ruso en caso de una invasión.

En pero, le falló la estrategia al presidente Vladímir Putin. Suecia y Finlandia al ver el ataque de los soviéticos a Ucrania , solicitaron rápidamente su incorporación a la Organización del Tratado del Atlántico Norte al igual que la invadida Ucrania.

De darse cuenta de esto, la Tercera Guerra Mundial iniciaría , ya que uno de los beneficios de la OTAN, es que de darse un ataque a uno de sus países afiliados, todos los países que la conformidad responderían de inmediato.

Es preocupante en verdad, y como siempre, la ONU -sin dientes- está atada de manos y solo se concreta a dar recomendaciones en tanto que el conflicto continúa con millas de muertos inocentes y millones de desplazados.

Pongamos las barbas a remojar y cerremos filas ya que de darnos cuenta de este conflicto bélico mundial tendremos que decantarnos por unos o por otros. En pero, por ser frontera con el país de las barras y las estrellas, con quien tenemos muchas cosas en común, hemos sacado ventaja al enviar mexicanos a trabajar en sus fábricas y surtir desde nuestro territorio las necesidades de los vecinos.