/ lunes 28 de enero de 2019

¿Se desmorona el gabinete del Ayuntamiento de Acapulco?

El gobierno municipal que encabeza la alcaldesa Adela Román Ocampo, se está desmantelando y pareciera que corre el riesgo de zozobrar.

Bueno, al menos esa es la percepción que se percibe en el exterior, porque no es común que una administración que comienza, se den tantas renuncias sin siquiera haberse cumplido los tres meses de gobierno.

Aquí aclaro que no es mi intención hacer leña del árbol caído, pero sí reflexionar sobre este caso, porque al final de cuentas, los más afectados somos los ciudadanos, porque son complejos los problemas del municipio más importante del estado.

Lo digo con toda responsabilidad, pues creo yo que la primera autoridad del municipio tuvo el tiempo suficiente para elegir a sus colaboradores y que dieran resultados.

Por lo tanto, todos tienen el deber de responder a la confianza que se les depositó y no fue así, pues las renuncias por "motivos personales" fueron en aumento.

Son siete los que salieron del primer equipo, es decir, eran del círculo cercano a la primera dama del municipio de Acapulco, que abandonaron sus cargos en medio del sospechosismo.

Como lo dije en un principio, esto quizá para algunos sea una cosa normal, pero no se comprende que salgan quienes tenían cargos en la Secretaría de Finanzas, Planeación y Desarrollo Económico, Recursos Humanos, Comunicación Social y CAPAMA, por citar algunos.

Como podrán darse cuenta, se trata de puestos importantes dentro del organigrama del gobierno municipal, por lo tanto, su desempeño era y es parte del plan de gobierno de este trienio.

Por eso, me atrevo a decir que, si no se tiene cuidado, las renuncias podrían ser parte de la tónica de la administración municipal.

De nada sirve tener funcionarios de a ratitos, porque en nada abona para resolver los grandes problemas de Acapulco.

¿O usted qué opina querido lector?

El gobierno municipal que encabeza la alcaldesa Adela Román Ocampo, se está desmantelando y pareciera que corre el riesgo de zozobrar.

Bueno, al menos esa es la percepción que se percibe en el exterior, porque no es común que una administración que comienza, se den tantas renuncias sin siquiera haberse cumplido los tres meses de gobierno.

Aquí aclaro que no es mi intención hacer leña del árbol caído, pero sí reflexionar sobre este caso, porque al final de cuentas, los más afectados somos los ciudadanos, porque son complejos los problemas del municipio más importante del estado.

Lo digo con toda responsabilidad, pues creo yo que la primera autoridad del municipio tuvo el tiempo suficiente para elegir a sus colaboradores y que dieran resultados.

Por lo tanto, todos tienen el deber de responder a la confianza que se les depositó y no fue así, pues las renuncias por "motivos personales" fueron en aumento.

Son siete los que salieron del primer equipo, es decir, eran del círculo cercano a la primera dama del municipio de Acapulco, que abandonaron sus cargos en medio del sospechosismo.

Como lo dije en un principio, esto quizá para algunos sea una cosa normal, pero no se comprende que salgan quienes tenían cargos en la Secretaría de Finanzas, Planeación y Desarrollo Económico, Recursos Humanos, Comunicación Social y CAPAMA, por citar algunos.

Como podrán darse cuenta, se trata de puestos importantes dentro del organigrama del gobierno municipal, por lo tanto, su desempeño era y es parte del plan de gobierno de este trienio.

Por eso, me atrevo a decir que, si no se tiene cuidado, las renuncias podrían ser parte de la tónica de la administración municipal.

De nada sirve tener funcionarios de a ratitos, porque en nada abona para resolver los grandes problemas de Acapulco.

¿O usted qué opina querido lector?