/ miércoles 6 de enero de 2021

Reflexiones en el Día del Periodista

En pleno 2021, uno de los retos más grandes que enfrenta la sociedad mexicana se basa en la crisis de la libertad de prensa. Ya que en diversas ocasiones su pleno ejercicio se ha visto amenazado por una serie de adversidades que van desde la limitante de expresar sin temor a coacción o represalias sus opiniones e informar a la población, hasta los momentos más críticos que han cobrado la vida o integridad de quienes se dedican a esta loable profesión.

A ello hay que sumar, que la pandemia del Coronavirus 19 no se ha mantenido como un hecho ajeno a las agravantes del ejercicio periodístico, sino que ha resaltado y amplificado las amenazas al derecho a una información libre, independiente, plural y fidedigna.

De acuerdo con organizaciones civiles, parte de la problemática que atraviesa este sector se debe a: la falta de regulación adecuada del contenido en la red con contenidos falsos o erróneos; la crisis generada por la hostilidad hacia periodistas por parte de liderazgos políticos no ha dejado de acentuarse, replicándose como un hecho que desacredita los valores del derecho a la información. De igual forma, existe un amplio margen de desconfianza en los medios de comunicación y una crisis económica que han afectado directamente la libertad e independencia editorial de los medios de comunicación en prácticamente todos los continentes.

Aunado a lo anterior, en nuestro país ejercer el periodismo se ha convertido como una de las profesiones más peligrosas, pues hemos sido testigos de diversos casos en los que una publicación o investigación ha costado la vida de quien la realiza.

El cúmulo de dichas complicaciones nos dirige a repensar la forma en que se debe garantizar sus derechos fundamentales.

La libertad de expresión, la inviolabilidad de las nuevas tecnologías de la información, los derechos de acceso a la información, protección de datos personales, al olvido, así como de reunión y asociación no deben apreciarse como letra muerta, pues lo que se requiere urgentemente es la puesta en marcha de aquellas acciones que reviertan la tendencia negativa que viven los periodistas.

En México contamos con la Ley para la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, que se instituye como el instrumento normativo que articula los derechos derivados del ejercicio de la libertad de expresión y el periodismo. Sin embargo, su fuerza y vigencia debe ser inexcusable, al tiempo de someter a estudio su perfeccionamiento en aras de una mayor protección a los periodistas.

Justo es señalar que el 4 de enero se conmemora el Día del Periodista, en memoria de Manuel Caballero considerado el primer reportero mexicano porque con él se inició el periodismo profesional ideológico. Y no hay mejor oportunidad que esta para enfatizar la voz y necesidades que requiere el ejercicio de la libertad de expresión.

Sin duda alguna, no es momento de aplazar ni menoscabar los retos que enfrentan los periodistas. Por ello, debemos honrar la memoria de quienes ya no están presentes y trabajar en favor de las acciones que protejan eficazmente sus derechos.

*Senador de la República

@manuelanorve

En pleno 2021, uno de los retos más grandes que enfrenta la sociedad mexicana se basa en la crisis de la libertad de prensa. Ya que en diversas ocasiones su pleno ejercicio se ha visto amenazado por una serie de adversidades que van desde la limitante de expresar sin temor a coacción o represalias sus opiniones e informar a la población, hasta los momentos más críticos que han cobrado la vida o integridad de quienes se dedican a esta loable profesión.

A ello hay que sumar, que la pandemia del Coronavirus 19 no se ha mantenido como un hecho ajeno a las agravantes del ejercicio periodístico, sino que ha resaltado y amplificado las amenazas al derecho a una información libre, independiente, plural y fidedigna.

De acuerdo con organizaciones civiles, parte de la problemática que atraviesa este sector se debe a: la falta de regulación adecuada del contenido en la red con contenidos falsos o erróneos; la crisis generada por la hostilidad hacia periodistas por parte de liderazgos políticos no ha dejado de acentuarse, replicándose como un hecho que desacredita los valores del derecho a la información. De igual forma, existe un amplio margen de desconfianza en los medios de comunicación y una crisis económica que han afectado directamente la libertad e independencia editorial de los medios de comunicación en prácticamente todos los continentes.

Aunado a lo anterior, en nuestro país ejercer el periodismo se ha convertido como una de las profesiones más peligrosas, pues hemos sido testigos de diversos casos en los que una publicación o investigación ha costado la vida de quien la realiza.

El cúmulo de dichas complicaciones nos dirige a repensar la forma en que se debe garantizar sus derechos fundamentales.

La libertad de expresión, la inviolabilidad de las nuevas tecnologías de la información, los derechos de acceso a la información, protección de datos personales, al olvido, así como de reunión y asociación no deben apreciarse como letra muerta, pues lo que se requiere urgentemente es la puesta en marcha de aquellas acciones que reviertan la tendencia negativa que viven los periodistas.

En México contamos con la Ley para la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, que se instituye como el instrumento normativo que articula los derechos derivados del ejercicio de la libertad de expresión y el periodismo. Sin embargo, su fuerza y vigencia debe ser inexcusable, al tiempo de someter a estudio su perfeccionamiento en aras de una mayor protección a los periodistas.

Justo es señalar que el 4 de enero se conmemora el Día del Periodista, en memoria de Manuel Caballero considerado el primer reportero mexicano porque con él se inició el periodismo profesional ideológico. Y no hay mejor oportunidad que esta para enfatizar la voz y necesidades que requiere el ejercicio de la libertad de expresión.

Sin duda alguna, no es momento de aplazar ni menoscabar los retos que enfrentan los periodistas. Por ello, debemos honrar la memoria de quienes ya no están presentes y trabajar en favor de las acciones que protejan eficazmente sus derechos.

*Senador de la República

@manuelanorve