El epicentro de la Pandemia del virus SARS-CoV-2 ha llegado al continente americano, dejando a su paso un inmensurable número de afectaciones en el ámbito social y económico, debido a rigurosas medidas que se han implementado con el objetivo de mitigar su propagación, pasando a la etapa de la reactivación de las actividades bajo nuevos criterios de seguridad sanitaria.
Bajo esta tesitura, la capacidad, firmeza y astucia con la que han actuado los gobiernos de las naciones —tanto en el terreno sanitario como el económico— se ha erigido como la piedra angular que ha permitido reducir los impactos de la contingencia sanitaria, con el fortalecimiento de los sistemas de salud, así como el establecimiento de programas de apoyo fiscal a las empresas y a la ciudadanía en general, destacando las prórrogas en los pagos de impuestos o condonaciones de los mismos.
Sin embargo, en algunos otros países los gobiernos se han dedicado a desestimar los alcances del virus y bajo un discurso demagógico e ilusorio, han dejado en el abandono a diversos sectores de la población, convirtiéndose en las naciones con el mayor número de contagios, fallecimientos y pérdidas económicas.
Nuestro gobierno federal, a la fecha no ha logrado dar una respuesta efectiva para aplanar la curva de casos positivos y los lamentables decesos; tampoco lo ha hecho en rescatar a la economía de las familias mexicanas, particularmente las de los sectores más vulnerables.
Ante esta situación, uno de los rubros en los que sería de vital importancia brindar un respaldo integral que beneficia directamente a la economía de miles de mexicanos reside en la condonación del pago del suministro de energía eléctrica, ya que durante el confinamiento, los recibos de luz de los hogares han demostrado incrementos de hasta el 30 por ciento.
Incluso, en días recientes, la Comisión Federal de Electricidad ha reconocido a través de un comunicado el aumento del que ha sido objeto el servicio de luz eléctrica; asimismo, la Comisión en plena fase 3 de la Pandemia ordenó el corte del servicio a más de 543 mil usuarios que no pudieron pagar sus servicios; tratándose de situaciones inconcebibles en una coyuntura tan endeble como la que viven millones de mexicanos que han perdido su fuente de ingresos.
Por ello, en aras de apoyar a las personas más vulnerables, debemos apostar por la puesta en marcha de una medida extraordinaria en la que se condone un porcentaje del cobro de la luz a todos los hogares, como una medida de apoyo a las familias.
De igual forma, desde el Congreso Mexicano, debemos impulsar los consensos necesarios que ofrezcan las mejores respuestas para las y los mexicanos. Por ello, solicité ante la Comisión Permanente la comparecencia de Manuel Bartlett, para analizar la viabilidad y conveniencia de condonar el cobro del suministro de energía eléctrica a todos los hogares y comercios del país. Se trataría de una medida con una duración transitoria que concedería un gran respiro a millones de mexicanos.
Sin duda alguna, los retos que se presentan y vislumbran en el escenario inmediato no serán menores, requiriendo de acciones estratégicas y visionarias que ofrezcan a los mexicanos las mejores respuestas en favor de su bienestar.
*Senador de la República
