¡El huracán Otis nunca existió! Apenas fue “la ocurrencia de lluvia severa y vientos fuertes el día 24 de octubre del 2023 en dos municipios del Estado de Guerrero”, según el aviso de término de la declaratoria de emergencia (acuerdo por el que se establece el término de situación de emergencia), publicado esta fecha en el Diario Oficial de la Federación y firmado por la coordinadora Nacional de Protección Civil, Laura Velázquez Alzúa.
El documento señala que el 26 de octubre se emitió la declaratoria de emergencia por “la ocurrencia de lluvia severa y vientos fuertes el día 24 de octubre de 2023, en el municipio de Acapulco” y el 2 de noviembre se dio a conocer el término de la declaratoria de emergencia para los municipios de Acapulco y Coyuca de Benítez por la ocurrencia de lluvia severa y vientos fuertes el 24 de octubre del 2023.
¡Vientos huracanados! ¡El huracán categoría 5 de la escala Saffir- Simpson, con vientos máximos sostenidos de 270 kilómetros por hora y rachas de 330 kilómetros por hora, del que habla un boletín de Servicio Meteorológico Nacional de la Comisión Nacional del Agua y que informa de que ingresó a las 00:25 horas al municipio de Acapulco, nunca ocurrió! El boletín de prensa en que se informa de Otis fue emitido el 25 de octubre a la 1 de la mañana.
Todos los daños materiales, pérdidas humanas, personas no localizadas, que se están viendo en la ciudad: ¡Son una ilusión óptica!, porque oficialmente, según el Diario Oficial y de acuerdo con la oficina correspondiente sólo se trató de lluvia severa y vientos fuertes.
¿Se trata de otro error de la titular de Protección Civil? O ¿Se trata de una política deliberada de evadir el saldo ocasionado por el fenómeno natural?
El pasado 6 de noviembre, el presidente Andrés Manuel López Obrador, en su conferencia matutina, responsabilizó a la titular de Protección Civil, de que erróneamente haya emitido la declaratoria de emergencia considerando a 47 municipios de la entidad y no solamente a los dos que se oficializaron, Acapulco y Coyuca de Benítez.
Ahora, este mismo día en que se publica la declaratoria del “término de la situación de emergencia por la ocurriencia de lluvia severa y vientos fuertes el día 24 de octubre…”, se aprobó el Presupuesto de Egresos para el 2024 (PEF 2024) sin recursos extraordinarios para Acapulco, apenas dejaron los 15 mil millones de pesos que se quitaron de los fideicomisos del Poder Judicial y los cuales por su condición estarán en litigio, porque se trata de recursos de los trabajadores de ese Poder. Es decir, esos recursos que son aportaciones de los trabajadores, estarán en disputa legal.
Al final de cuentas lo que asegura el presidente López Obrador de que Guerrero tendrá recursos “ilimitados” en realidad son sólo palabritas, porque no se etiquetó ninguna cantidad en el PEF 2024, lo cual deja a la “buena voluntad” y como promesa la asignación de los dineros para la reconstrucción de Acapulco; pero dinero, dinero etiquetado, no lo hay.
Sin embargo, tanto el presidente como la bancada morenista de la Cámara de Diputados están dejando a la iniciativa privada, la responsabilidad de la reconstrucción y reactivación económica de este destino turístico. Pero no hay recursos gubernamentales destinados y etiquetados.
De los once diputados por Guerrero, nueve son morenistas y aliados. Rosario Merlín, Pablo Amílcar Sandoval, representantes de Acapulco (distrito 4 y 9) Luis Edgardo Palacios (plurinominal y exregidor en Acapulco, por el PVEM), defendieron el PEF sin solicitar más recursos para Acapulco.
Desde que se conocieron las condiciones en que quedó Acapulco después del paso del huracán Otis, se ha señalado reiteradamente la lentitud de la respuesta del gobierno federal y estatal, y más aún señaladamente el municipal cuya negligencia ha sido marcada desde antes del fenomeno metereológico en el manejo de la basura que se agudizó aún más, colocando en riesgo de salud pública.
En los tres niveles de gobierno están representantes postulados por Morena y su actuación ha sido muy deficiente. Llegó primero la ayuda solidaria de la sociedad civil que la gubernamental.
Así que la declaratoria de término de emergencia por lluvia severa y fuertes vientos, no deja de ser una política gubernamental de minimizar lo que está ocurriendo acá. Sólo falta que esto sea relacionado con quienes gobiernan, con su falta de eficiencia, con su falta de sensibilidad. Porque la declaratoria oficial de término de emergencia declara inexistente al huracán de categoría 5 llamado Otis, para señalarlo como lluvia severa y vientos fuertes.
El Otis sí existió, lo que no hay es gobierno.