Un bloqueo por más de 30 horas en la glorieta de la Diana por presuntos damnificados del huracán Otis que reclamaron no haber sido beneficiados con los apoyos de reconstrucción reveló el cúmulo de irregularidades, tanto en la elaboración del censo como en la entrega de ayuda. Estas anomalías fueron dadas a conocer por la titular de la Secretaría del Bienestar federal, Ariadna Montiel Reyes
Desde el inicio el registro de viviendas con daños por el huracán Otis fue ineficiente, a una primera reacción las brigadas de “Servidores de la Nación”, recorrieron las calles para realizar el censo sin embargo este fue interrumpido para colocar módulos de atención a los que los afectados pudieran acudir a registrarse; pero pronto esos centros desaparecieron y se recurrió a un centro de llamadas telefónicas en la que los damnificados pudieron marcar para registrarse pero ante la falta de información y por la impaciencia lo volvían a hacer, seguramente duplicando registros.
De tal manera que el censo se hizo de tres maneras y sólo la primera consideró la verificación de daños, las otras no. Sin un plan de emergencia ante desastres, el gobierno federal actúo de manera instintiva cometiendo todo tipo de errores, que ante el bloqueo en la principal avenida turística de Acapulco ha señalado la titular de la Secretaría del Bienestar.
De acuerdo con la información publicada en varios medios, Montiel Flores ha afirmado que se han repartido más apoyos para viviendas que el número de estas existen en Acapulco. Indicó, por ejemplo, que de 67 mil hogares que se añadieron en nuevos registros en 14 mil ya habían recibido los apoyos. Además de cinco mil en el que no se conocía a quien se presentó como el propietario el domicilio que recibió la ayuda.
De esta irregularidad se supo mucho antes en las redes sociales, en las cuales personas que arrendaban viviendas les ganaron el apoyo a los arrendatarios. Esta información se ventiló ampliamente, en modo de quejas de estafa y robo, en la que inquilinos y propietarios se acusaban mutuamente, de cobrar los apoyos. Quienes rentaban aseguraban haber sido afectados en sus muebles y por ello reclamaron como suyo el apoyo, y los dueños de las viviendas afirmaban que la vivienda había sufrido. Al final, el resultado de esto fueron los cambios de viviendas para rentar.
Por otro lado, la misma secretaria asegura, con el afán de desacreditar a quienes protestan, que quienes participaron en el bloqueo no son de Acapulco sino de otros estados vecinos, sin embargo es de todos conocidos que una buena parte de las viviendas de la zona Diamante se trata de segunda residencias, es decir casas de descanso o vacacionales de quienes su residencia en otras entidades.
Este gobierno federal, que desapareció el Fondo Nacional para Desastres Nacionales (Fonden) con el discurso de que motivaba la corrupción, ha sido el talón de Aquiles porque recurre a otras fuentes de financiamiento pero no a un dinero que se etiquete específicamente para las afectaciones de fenómenos naturales. En este sexenio se ha priorizado la entrega de recursos directos, pero no al establecimiento de políticas públicas que permitan subsanar un problema, ocasionando otros problemas a los ya existentes.
Por ejemplo, el bloqueo de más 40 horas por los excluidos del censo y de los beneficios, es apenas una parte de las irregularidades y desorganización con la que se atendió. Porque están también la venta de espacios en las filas donde se entregan las despensas y enseres; el desperdicio de las despensas que no traen tarjetas (vales) de supermercados.
Es evidente que el gobierno federal buscó con fines clientelares la distribución de ayuda a los damnificados del huracán Otis, para asegurar la fidelidad de los votantes al partido en el poder pero en el camino cometió muchas fallas, por ello es que cabe preguntarse es si mantendrá esa lealtad el día de las votaciones o se le aplicará el voto de castigo, porque los excluidos son muchos.