La verdad es que estos dos temas son de vital importancia para la humanidad. El ser humano desde su aparición en la tierra se ha encargado de dañarla alterando el ciclo de vida de los diversos ecosistemas. Con la revolución industrial se aceleró el cambio climático del orbe. La utilización del carbón y posteriormente la gasolina fueron los principales contaminantes del medio ambiente. Posteriormente y con los estudios de científicos como nuestro paisano premio Nobel Mario Molina (Qpd) se asumió el grave problema del calentamiento global y la destrucción de la capa de ozono, así como el descongelamiento de los casquetes polares que trae consigo el aumento del nivel del mar y la pérdida de territorio para los países costeros. Otro jinete del Apocalipsis es el contagio del virus SarsCov2 que está matando directamente a millones de personas en el mundo y contando. En ambos casos el ser humano tiene la solución, pero intereses económicos y políticos impiden poner en práctica las soluciones.
El calentamiento global tiene como principal detonante el exceso de co2 que expelen los vehículos. La solución es reducir el tráfico de los mismos dando un mejor servicio de transporte público masivo. El hoy no circula puede ser hasta de 2 o 3 días por vehículo. El contagio del Covid se puede disminuir con la reducción de personas en la calle o centros de trabajo o estudio como se hizo aquí y se sigue haciendo en otros países de primer mundo. La nueva normalidad requiere el uso de nuevas conductas y planes de trabajo. El trabajo en casa y la educación a distancia son algunas soluciones. De igual manera se hace indispensables decretos que impliquen mayor coercitividad para quien no acate las leyes.
El uso de cubre bocas y sana distancia como el lavado de manos son indispensables mientras se vacuna a la mayoría de la población o se genera la inmunidad rebaño por la que algunos científicos apuestan, solo que esta requiere que el contagio sea de aproximadamente el 60 % de la población mundial; o sea muchos millones de personas. La humanidad está en riesgo y parece que a algunos mandatarios no les cae el veinte como al orate ex inquilino de la Casa Blanca que saco a su nación del acuerdo de Paris (cambio climático) y alentaba que la gente no usara cubre bocas y siguiera en la calle trabajando y en las escuelas.
Los 500 mil muertos que llevan en ese país reprueban dicha política que infortunadamente ha sido replicada por otros mandatarios. O la ONU se pone las pilas y convoca a una reunión extraordinaria con todas las naciones con acuerdos globales o nos llevará la chingada. El destino nos alcanzó y parece que no nos damos cuenta y seguimos apostando al “a mí no me pasa “o “dios protege” lo cierto es que estos serios y graves problemas requieren una solución mundial. O nos unimos como raza o nos extinguimos.
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