/ viernes 26 de junio de 2020

¿Qué interés hay tras el ataque a AMLO?

Aún no entiendo que fin persiguen quienes están tejiendo una red de odio en contra de la figura del presidente de la República Andrés Manuel López Obrador, pues cada vez son más pronunciados estos dislates.

Estoy de acuerdo, que quizá no guste que, el presidente no acepte la crítica y maneje en ocasiones, un lenguaje belicoso y provocador, que es de tal intensidad que genera el natural encono de algunos círculos de la sociedad, quienes de inmediato salen a la palestra a fijar posturas.

Sin embargo, desde mi particular punto de vista, es tan evidente la campaña de odio que se ha emprendido a través de distintas plataformas de las redes sociales, en donde dan rienda suelta a las descalificaciones y un sistemático llamado a pedir la destitución de AMLO.

¿Pero que genera o que fondo se persigue con estos agravios a López Obrador? Bueno, lo primero que me viene a la mente es la cercanía del proceso electoral y podría ser la causa de que sus adversarios estén haciendo el aire irrespirable en su entorno.

Aunque podría estar equivocado y la causa de esta reacción sea otra, que este identificada con su forma de conducir a la nación, que ven más desaciertos que aciertos, pero llama la atención que esto no ocurría con el priista Enrique Peña Nieto, protagonista del chiste inocuo por sus torpezas verbales.

Tampoco recuerdo que se haya hecho durante los sexenios de Vicente Fox Quezada o Felipe Calderón Velázquez, que se identificaron por su frivolidad al gobernar y la pasividad que mostraron ante una inseguridad galopante. Ahí están los hechos.

Entonces, que provoca tanta urticaria, porqué la propaganda plagada de información falsa y distorsionada, que siempre sale a la luz después de alguna declaración de López Obrador.

Si analizamos la situación en que se encuentra nuestro país, a pesar de la emergencia sanitaria por el Covid-19, no andamos tan mal.

¿O usted que opina querido lector?

Aún no entiendo que fin persiguen quienes están tejiendo una red de odio en contra de la figura del presidente de la República Andrés Manuel López Obrador, pues cada vez son más pronunciados estos dislates.

Estoy de acuerdo, que quizá no guste que, el presidente no acepte la crítica y maneje en ocasiones, un lenguaje belicoso y provocador, que es de tal intensidad que genera el natural encono de algunos círculos de la sociedad, quienes de inmediato salen a la palestra a fijar posturas.

Sin embargo, desde mi particular punto de vista, es tan evidente la campaña de odio que se ha emprendido a través de distintas plataformas de las redes sociales, en donde dan rienda suelta a las descalificaciones y un sistemático llamado a pedir la destitución de AMLO.

¿Pero que genera o que fondo se persigue con estos agravios a López Obrador? Bueno, lo primero que me viene a la mente es la cercanía del proceso electoral y podría ser la causa de que sus adversarios estén haciendo el aire irrespirable en su entorno.

Aunque podría estar equivocado y la causa de esta reacción sea otra, que este identificada con su forma de conducir a la nación, que ven más desaciertos que aciertos, pero llama la atención que esto no ocurría con el priista Enrique Peña Nieto, protagonista del chiste inocuo por sus torpezas verbales.

Tampoco recuerdo que se haya hecho durante los sexenios de Vicente Fox Quezada o Felipe Calderón Velázquez, que se identificaron por su frivolidad al gobernar y la pasividad que mostraron ante una inseguridad galopante. Ahí están los hechos.

Entonces, que provoca tanta urticaria, porqué la propaganda plagada de información falsa y distorsionada, que siempre sale a la luz después de alguna declaración de López Obrador.

Si analizamos la situación en que se encuentra nuestro país, a pesar de la emergencia sanitaria por el Covid-19, no andamos tan mal.

¿O usted que opina querido lector?