/ domingo 12 de diciembre de 2021

Por un Acapulco sin miedo

Seguridad y recuperación económica transitan por el mismo camino, respaldadas por políticas públicas y participación ciudadana. Ninguna de las dos puede excluirse, son complementarias.

Bajo esa lógica, en el país se impulsa un modelo de seguridad pública y contención y disminución del delito basado en el fortalecimiento de las policías, la coordinación entre corporaciones de los tres órdenes, la inteligencia y la atención a las causas.

Acapulco enfrenta en estos días eventos violentos cometidos a plena luz y espacios históricamente turísticos, como Caleta y Caletilla. Al asesinato hace unos días de un mesero en la zona de restaurantes del segundo punto se suman los crímenes contra tres personas en Caleta, riñas entre turistas y los llamados urbaneros y, en meses pasados, el incendio en el Baby'O.

Además de la pérdida económica y afectaciones en el empleo con el siniestro provocado en la emblemática discoteca, inaugurada hace 45 años, los daños también se resienten en el estado emocional, por el significado del lugar.

La presencia de la Guardia Nacional, la Secretaría de la Defensa y la Marina en el puerto debe ser potencializada en coordinación con las policías estatal y municipal, en trabajos basados en la inteligencia policial, identificación de generadores de violencia y persecución y detención de objetivos prioritarios.

La Gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, anunció la implementación del Código Rojo, que representa la operación conjunta de elementos federales, estatales y municipales ante el reporte o denuncia de un delito grave. El operativo ya funciona en Chilpancingo, Acapulco y próximamente se pondrá en marcha en Zihuatanejo, Iguala y Ometepec.

En la sumatoria contra el crimen es central hacerlo con inteligencia y con policías capacitadas, dignificadas laboral y salarialmente, con corporaciones que cierren las puertas a la corrupción.

Acapulco y sus ciudadanos demandan recuperar el esplendor que lo consolidó como el punto turístico por excelencia. Ningún espacio podrá gozar de la plenitud ciudadana si sus integrantes viven con miedo o una sensación de inseguridad que frena el desarrollo.

Atender las causas que llevan a integrarse a grupos criminales es otro elemento fundamental, centrado en acercar oportunidades, principalmente, a jóvenes y poblaciones vulnerables. Y esta no es labor únicamente de los gobiernos. Desde el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México impulsamos el triángulo virtuoso, que es la integración y participación de ciudadanos, empresarios y organismos.

Seguridad y recuperación económica transitan por el mismo camino, respaldadas por políticas públicas y participación ciudadana. Ninguna de las dos puede excluirse, son complementarias.

Bajo esa lógica, en el país se impulsa un modelo de seguridad pública y contención y disminución del delito basado en el fortalecimiento de las policías, la coordinación entre corporaciones de los tres órdenes, la inteligencia y la atención a las causas.

Acapulco enfrenta en estos días eventos violentos cometidos a plena luz y espacios históricamente turísticos, como Caleta y Caletilla. Al asesinato hace unos días de un mesero en la zona de restaurantes del segundo punto se suman los crímenes contra tres personas en Caleta, riñas entre turistas y los llamados urbaneros y, en meses pasados, el incendio en el Baby'O.

Además de la pérdida económica y afectaciones en el empleo con el siniestro provocado en la emblemática discoteca, inaugurada hace 45 años, los daños también se resienten en el estado emocional, por el significado del lugar.

La presencia de la Guardia Nacional, la Secretaría de la Defensa y la Marina en el puerto debe ser potencializada en coordinación con las policías estatal y municipal, en trabajos basados en la inteligencia policial, identificación de generadores de violencia y persecución y detención de objetivos prioritarios.

La Gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, anunció la implementación del Código Rojo, que representa la operación conjunta de elementos federales, estatales y municipales ante el reporte o denuncia de un delito grave. El operativo ya funciona en Chilpancingo, Acapulco y próximamente se pondrá en marcha en Zihuatanejo, Iguala y Ometepec.

En la sumatoria contra el crimen es central hacerlo con inteligencia y con policías capacitadas, dignificadas laboral y salarialmente, con corporaciones que cierren las puertas a la corrupción.

Acapulco y sus ciudadanos demandan recuperar el esplendor que lo consolidó como el punto turístico por excelencia. Ningún espacio podrá gozar de la plenitud ciudadana si sus integrantes viven con miedo o una sensación de inseguridad que frena el desarrollo.

Atender las causas que llevan a integrarse a grupos criminales es otro elemento fundamental, centrado en acercar oportunidades, principalmente, a jóvenes y poblaciones vulnerables. Y esta no es labor únicamente de los gobiernos. Desde el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México impulsamos el triángulo virtuoso, que es la integración y participación de ciudadanos, empresarios y organismos.