/ sábado 6 de agosto de 2022

Playas contaminadas; no hagan olas

Primero tenemos que hacer una diferenciación entre las playas contaminadas y las playas sucias . Las sucias son aquellas que presentan basura como los envases de PET, ramas, cartón, llantas, etcétera, que permanecen en el área de arena y el mar, es visible y da un mal aspecto.

Esta basur a se genera por la carencia de presas gavión que contengan la basura que viene de la parte alta del anfiteatro que generalmente es desechada en los arroyos o barrancas por las personas que allá habitan, que no tiran la basura en los contenedores o en el colector de camiones , ya sea porque este último no pase o de plano, son marranos.

Está suciedad es manejable y el grado de contaminación perjudicial para la salud es mínimo. Solo se requiere que se retire manualmente de la playa o con la barredora marina.

Por otro lado está la contaminación por aguas negras que llega al mar por la carencia de plantas tratadoras de agua que permite que lleguen de forma directa y sin tratamiento alguno al mar.

Oficialmente se dice que ya no llegan estas aguas negras al mar y para demostrarlo, hasta un trago de la misma se echo el ex coordinador de ecología del municipio, quien seguramente trae en su cuerpo millones de pruebas que lo salvaron de una enfermedad; pero no de que fuera destituido por andar de payaso en las redes sociales.
La Cofepris publicó sus pruebas a las playas del país con resultados malos en tres playas del puerto que son: Hornos, Suave y Manzanillo , lo cual incomodó a nuestra alcaldesa quien prontamente dijo a dicha institución como la “mala” del cuento para perjudicarnos en la temporada vacacional.

Dicho señalamiento por supuesto que es importante y se requiere una pronta solución por parte de los tres niveles de gobierno y por supuesto de la sociedad. Pero la realidad es que los acapulqueños sabemos como se comporta el turismo nacional y nos consta que a los turistas poco les importa estos probados y las bacterias fecales que hay en el mar, abarrotando precisamente esas playas por su suave oleaje sin que hasta la fecha haya quejas de salud.

Para que hacer mas gordo el caldo. Las únicas soluciones que se necesitan realizar y que la autoridad lo sabe, es bajar recursos federales para implementar más plantas tratadoras de aguas negras y arreglar las ya existentes, para reducir al máximo la cantidad de sustancias contaminantes dañinas para la salud de los bañistas.

Por supuesto que lo ideal sería que las personas que viven en las partes altas y en general toda la ciudadanía no arrojáramos basura a los arroyos, ríos, barrancas y cauces y calles que inevitablemente van a parar al mar. Si queremos competir con otros destinos turísticos como Cancún, Los Cabos, Mazatlán y Huatulco - que por cierto se destaca por su trabajo a favor de la ecología citando sólo un ejemplo: no se permite que se ingrese al mar con aceites bronceadores - debemos dar un viraje y olvidarnos de la frase “Acapulco se vende solo”. No señores, ya no es así. La competencia es feroz y todos se quieren llevar al turismo de alto nivel económico. El diferenciador para promover a nuestro puerto sería “playas libres de contaminación dañina para la salud”. Y claro, poner en marcha una cultura ecológica de respeto al entorno natural,


Primero tenemos que hacer una diferenciación entre las playas contaminadas y las playas sucias . Las sucias son aquellas que presentan basura como los envases de PET, ramas, cartón, llantas, etcétera, que permanecen en el área de arena y el mar, es visible y da un mal aspecto.

Esta basur a se genera por la carencia de presas gavión que contengan la basura que viene de la parte alta del anfiteatro que generalmente es desechada en los arroyos o barrancas por las personas que allá habitan, que no tiran la basura en los contenedores o en el colector de camiones , ya sea porque este último no pase o de plano, son marranos.

Está suciedad es manejable y el grado de contaminación perjudicial para la salud es mínimo. Solo se requiere que se retire manualmente de la playa o con la barredora marina.

Por otro lado está la contaminación por aguas negras que llega al mar por la carencia de plantas tratadoras de agua que permite que lleguen de forma directa y sin tratamiento alguno al mar.

Oficialmente se dice que ya no llegan estas aguas negras al mar y para demostrarlo, hasta un trago de la misma se echo el ex coordinador de ecología del municipio, quien seguramente trae en su cuerpo millones de pruebas que lo salvaron de una enfermedad; pero no de que fuera destituido por andar de payaso en las redes sociales.
La Cofepris publicó sus pruebas a las playas del país con resultados malos en tres playas del puerto que son: Hornos, Suave y Manzanillo , lo cual incomodó a nuestra alcaldesa quien prontamente dijo a dicha institución como la “mala” del cuento para perjudicarnos en la temporada vacacional.

Dicho señalamiento por supuesto que es importante y se requiere una pronta solución por parte de los tres niveles de gobierno y por supuesto de la sociedad. Pero la realidad es que los acapulqueños sabemos como se comporta el turismo nacional y nos consta que a los turistas poco les importa estos probados y las bacterias fecales que hay en el mar, abarrotando precisamente esas playas por su suave oleaje sin que hasta la fecha haya quejas de salud.

Para que hacer mas gordo el caldo. Las únicas soluciones que se necesitan realizar y que la autoridad lo sabe, es bajar recursos federales para implementar más plantas tratadoras de aguas negras y arreglar las ya existentes, para reducir al máximo la cantidad de sustancias contaminantes dañinas para la salud de los bañistas.

Por supuesto que lo ideal sería que las personas que viven en las partes altas y en general toda la ciudadanía no arrojáramos basura a los arroyos, ríos, barrancas y cauces y calles que inevitablemente van a parar al mar. Si queremos competir con otros destinos turísticos como Cancún, Los Cabos, Mazatlán y Huatulco - que por cierto se destaca por su trabajo a favor de la ecología citando sólo un ejemplo: no se permite que se ingrese al mar con aceites bronceadores - debemos dar un viraje y olvidarnos de la frase “Acapulco se vende solo”. No señores, ya no es así. La competencia es feroz y todos se quieren llevar al turismo de alto nivel económico. El diferenciador para promover a nuestro puerto sería “playas libres de contaminación dañina para la salud”. Y claro, poner en marcha una cultura ecológica de respeto al entorno natural,