Amables lectores, el tiempo pasa muy rápido, pensamos que falta mucho para algún acontecimiento, la verdad es que no, cuando no hay planeación y menos organización, vamos directamente al fracaso, algo muy lamentable que han padecido la mayoría de los que han sido alcaldes de Acapulco es querer llegar a ser gobernadores, (ciertamente algunos por su buen desempeño lo han logrado), el pueblo es sabio y no se equivoca, por desgracia la mayoría de los gobernantes no le hacen caso a sus asesores y menos al jefe de ellos, no obstante que reciben un buen salario que definitivamente no desempeñan por la “cerrazón” de los gobernantes en turno, así sucedió con Manuel Añorve, con Luis Walton Aburto, Evodio Velázquez Aguirre y otros tantos, ese movimiento para tratar de ser tomado en cuenta, descuidan al municipio más importante del estado y ha habido otros que dicen que gobiernan al puerto, es como ser “un gobernador chiquito”, puede que tengan razón pero no hay comparación, considero que cada alcalde debe trazarse un plan de trabajo que sea posible realizarlo en tiempo y forma en base al presupuesto de egresos e ingresos que le autoriza el Congreso del Estado más lo que gestione ante el Gobierno federal con el apoyo de los diputados y senadores.
Limpiar al pueblo es prioritario, ordenar el comercio callejero le daría dignidad a la ciudad, ordenar de verdad al transporte público sería modelo a nivel nacional, evitar que se siga contaminando la bahía con aguas residuales es más que una urgencia, es necesidad de salud pública, aumentar el número de cámaras de vigilancia ayudaría a restringir los asaltos tanto a negocios como a personas. (Muchas de las actuales no funcionan).
Los semáforos están para llorar, no tenemos de los llamados “inteligentes” para frenar las altas velocidades y disminuir los accidentes, la regeneración urbana es importantísima, la seguridad va acompañada de una buena campaña de orientación ciudadana.
Sacar a los vendedores de las playas como sucede en otros destinos turísticos, crear más estacionamientos públicos, eliminar los puntos negros de las calles y colonias de Acapulco, solucionar definitivamente la falta de agua potable, sin agua no se puede obtener una buena calidad de vida. Hay mucho abuso y corrupción, apoyar a las poblaciones rurales es muy necesario.
Coordinarse con el señor gobernador para que el estado realice obras de gran impacto social y urbano y que el municipio aporte un porcentaje que no afecte el presupuesto y se desatiendan otras prioridades. La presidenta debe trabajar en unión del cabildo y no cada quien por su lado.
Que quede claro, todos tienen derecho a buscar nuevos puestos pero lo primero es lo primero y eso se llama cumplirle al pueblo, tampoco el puesto de presidente municipal es para abusar del mismo y meter a toda su raza a trabajar, se deben respetar los derechos laborales de quienes llevan muchísimos años esperando una “base” y nada pero al pariente del pariente del amigo, se la dan sin despeinarse.
Gracias...