/ martes 29 de noviembre de 2016

Opinión Ciudadana

Vergonzante corrupción en México.

Amables lectores, nuestro hermoso país, México, que debería ser un gran orgullo para todos y que sí lo es en muchos aspectos, tiene colgadas varias medallas que son orgullo para los mexicanos pero son más las equis que tiene por estar catalogado como uno de los países más corruptos del universo.

Y no es para menos, pues cada día sabemos más y más de actos de corrupción en todas partes y en todos los niveles, no se trata de criticar por criticar, sino como lo dijo “el Divo de Juárez”, lo que se ve no se juzga, cada vez que se aproxima un proceso electoral se ponen en marcha una serie de acciones que van encaminadas a favorecer a determinado candidato o partido para que gane una elección para que “pueda servir a su pueblo” y no me explico cómo todavía hay personas que se lo creen y trabajan con afán y gran entusiasmo para “ayudar” al o los aspirantes ya sea a una diputación, una presidencia municipal, una senaduría, una gubernatura o hasta la misma Presidencia de la República.

Los ingenuos la mayoría de las veces se quedan esperando los apoyos de parte de las personas que ayudaron a ganar un puesto dentro del gobierno o alguna de las cámaras, ya sean locales o federales, desde el momento en que resultan electos, ya no contestan los teléfonos (antes ellos les llamaban para invitarlos a determinado acto y demostrara su apoyo, otros los llevan de un lugar a otro para “hacer bola” y son los mismos en todos los mítines o cualquier clase de eventos.

Lamentable y triste, lo peor es enterarse que no hay obras, que no hay progreso para el pueblo pero sí hay para los familiares de los ganadores, casas nuevas, carros nuevos, vestidos nuevos para las esposas, cambio de imagen, guardias de seguridad para la esposa, los hijos y hasta para los parientes más cercanos, el nepotismo se pone en marcha y hay algunos que meten a toda la familia en diversos cargos o puestos sin importar la capacidad para hacerlo, a otros los nombran para hacer el trabajo “sucio”, el tráfico de influencias, el o los que van a resolver los problemas más complicados, licencias, permisos, concesiones, obras, en pocas palabras para que se lleven “la tajada grande”, los parientes ahora ya son constructores, se convierten en proveedores, en asesores, otros son edecanes, damas de compañía, los que contestan los celulares, los jefes de seguridad, los secretarios de los secretarios y los de éstos, en fin que toda una gama de “linduras”, se nota el progreso y se agrava el atraso del pueblo, viene la decepción, el arrepentimiento, los dichos: “de que sirvió haberlo ayudado”, no me recibe, no me apoya, etc.

Mientras algunos gobernantes viven como virreyes de la época de la colonia, al poco tiempo el pueblo hace sus comentarios, se da cuenta como están robando descaradamente, cómo adquieren propiedades a diestra y siniestra, a su nombre o de sus allegados o parientes, sobran quienes se prestan para ser “prestanombres”, no les alcanza el presupuesto, al pueblo sólo le ofrecen promesas, no pagan las cuotas de los organismos de prestaciones sociales, no les dan los bonos que tienen en sus contratos colectivos, una serie de pagos no sé de qué pero que los gremios o sus representantes reclaman con protestas a cada rato y en todas partes, los funcionarios en poco tiempo son inmensamente ricos, poderosos, grandes propiedades en su ciudad, en su estado, en otras partes, no importa el lugar, no importa la entidad, también en el extranjero, etc.

Nada más a Javier Duarte le han cancelado más de ciento veinte cuentas bancarias, qué lástima que no dijeron los montos de dichas cuentas y el pueblo que se joda, para eso nació para estar jodido siempre y por los siglos de los siglos, les callan la boca con un piso de cemento, con un techo de concreto, con un cuarto adicional, ayuda a madres solteras, a madres adolescentes, a los adultos mayores, todos viven en la miseria y tienen que hacer milagros con las migajas que reciben, esa es la triste realidad del mexicano pobre, el jodido que creyó en una promesa, el que entregó la copia de la credencial de elector con meses antes para hacer fila de apoyo al pre-candidato al aspirante a un puesto de elección popular y no me atrevo a mencionar los grandes actos de corrupción (que lo hagan otros), a mí no me consta, el pueblo no es tonto y todo lo sabe pero la mayoría de las veces se queda callado o lo callan, la verdad es que ese es el México de mis amores, el de mis sueños, el México que me heredaron mis padres, el que le he heredado a mis hijos, a mis nietos y a los de ustedes, esa maldita corrupción que nos corre hasta la médula pero que nada podemos hacer para salir adelante mientras los políticos derrochan nuestro dinero, la pobreza cada día es mayor, y bueno la violencia y el maltrato es típico de nuestro país, pero que definitivamente no es el México que conocí cuando nací y empecé a crecer y a trabajar, aquel era otro mundo, más sano, más tranquilo y muy a pesar de la pobreza, éramos felices sobre todo los niños y los jóvenes, hoy la muerte nos acecha y nos lacera cada día, tiñendo de sangre nuestro territorio que debería ser un edén donde se respetara la paz y el progreso... sueño guajiro, eso es todo. Gracias amigos.

Vergonzante corrupción en México.

Amables lectores, nuestro hermoso país, México, que debería ser un gran orgullo para todos y que sí lo es en muchos aspectos, tiene colgadas varias medallas que son orgullo para los mexicanos pero son más las equis que tiene por estar catalogado como uno de los países más corruptos del universo.

Y no es para menos, pues cada día sabemos más y más de actos de corrupción en todas partes y en todos los niveles, no se trata de criticar por criticar, sino como lo dijo “el Divo de Juárez”, lo que se ve no se juzga, cada vez que se aproxima un proceso electoral se ponen en marcha una serie de acciones que van encaminadas a favorecer a determinado candidato o partido para que gane una elección para que “pueda servir a su pueblo” y no me explico cómo todavía hay personas que se lo creen y trabajan con afán y gran entusiasmo para “ayudar” al o los aspirantes ya sea a una diputación, una presidencia municipal, una senaduría, una gubernatura o hasta la misma Presidencia de la República.

Los ingenuos la mayoría de las veces se quedan esperando los apoyos de parte de las personas que ayudaron a ganar un puesto dentro del gobierno o alguna de las cámaras, ya sean locales o federales, desde el momento en que resultan electos, ya no contestan los teléfonos (antes ellos les llamaban para invitarlos a determinado acto y demostrara su apoyo, otros los llevan de un lugar a otro para “hacer bola” y son los mismos en todos los mítines o cualquier clase de eventos.

Lamentable y triste, lo peor es enterarse que no hay obras, que no hay progreso para el pueblo pero sí hay para los familiares de los ganadores, casas nuevas, carros nuevos, vestidos nuevos para las esposas, cambio de imagen, guardias de seguridad para la esposa, los hijos y hasta para los parientes más cercanos, el nepotismo se pone en marcha y hay algunos que meten a toda la familia en diversos cargos o puestos sin importar la capacidad para hacerlo, a otros los nombran para hacer el trabajo “sucio”, el tráfico de influencias, el o los que van a resolver los problemas más complicados, licencias, permisos, concesiones, obras, en pocas palabras para que se lleven “la tajada grande”, los parientes ahora ya son constructores, se convierten en proveedores, en asesores, otros son edecanes, damas de compañía, los que contestan los celulares, los jefes de seguridad, los secretarios de los secretarios y los de éstos, en fin que toda una gama de “linduras”, se nota el progreso y se agrava el atraso del pueblo, viene la decepción, el arrepentimiento, los dichos: “de que sirvió haberlo ayudado”, no me recibe, no me apoya, etc.

Mientras algunos gobernantes viven como virreyes de la época de la colonia, al poco tiempo el pueblo hace sus comentarios, se da cuenta como están robando descaradamente, cómo adquieren propiedades a diestra y siniestra, a su nombre o de sus allegados o parientes, sobran quienes se prestan para ser “prestanombres”, no les alcanza el presupuesto, al pueblo sólo le ofrecen promesas, no pagan las cuotas de los organismos de prestaciones sociales, no les dan los bonos que tienen en sus contratos colectivos, una serie de pagos no sé de qué pero que los gremios o sus representantes reclaman con protestas a cada rato y en todas partes, los funcionarios en poco tiempo son inmensamente ricos, poderosos, grandes propiedades en su ciudad, en su estado, en otras partes, no importa el lugar, no importa la entidad, también en el extranjero, etc.

Nada más a Javier Duarte le han cancelado más de ciento veinte cuentas bancarias, qué lástima que no dijeron los montos de dichas cuentas y el pueblo que se joda, para eso nació para estar jodido siempre y por los siglos de los siglos, les callan la boca con un piso de cemento, con un techo de concreto, con un cuarto adicional, ayuda a madres solteras, a madres adolescentes, a los adultos mayores, todos viven en la miseria y tienen que hacer milagros con las migajas que reciben, esa es la triste realidad del mexicano pobre, el jodido que creyó en una promesa, el que entregó la copia de la credencial de elector con meses antes para hacer fila de apoyo al pre-candidato al aspirante a un puesto de elección popular y no me atrevo a mencionar los grandes actos de corrupción (que lo hagan otros), a mí no me consta, el pueblo no es tonto y todo lo sabe pero la mayoría de las veces se queda callado o lo callan, la verdad es que ese es el México de mis amores, el de mis sueños, el México que me heredaron mis padres, el que le he heredado a mis hijos, a mis nietos y a los de ustedes, esa maldita corrupción que nos corre hasta la médula pero que nada podemos hacer para salir adelante mientras los políticos derrochan nuestro dinero, la pobreza cada día es mayor, y bueno la violencia y el maltrato es típico de nuestro país, pero que definitivamente no es el México que conocí cuando nací y empecé a crecer y a trabajar, aquel era otro mundo, más sano, más tranquilo y muy a pesar de la pobreza, éramos felices sobre todo los niños y los jóvenes, hoy la muerte nos acecha y nos lacera cada día, tiñendo de sangre nuestro territorio que debería ser un edén donde se respetara la paz y el progreso... sueño guajiro, eso es todo. Gracias amigos.

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