En el diccionario encontramos la definición que viene del latín arrogantia, arrogancia es la cualidad de arrogante. Este adjetivo (arrogante), por su parte, refiere a alguien altanero o soberbio. Por ejemplo: “El actor se paseó por las calles de la ciudad con su habitual arrogancia, sin responder a los saludos de sus admiradores”, “Debes dejar la arrogancia de lado y admitir que te has equivocado”, “La arrogancia no te llevará a ningún lado: te recomiendo estudiar para seguir mejorando”.
Puede considerarse la arrogancia como un defecto de la personalidad. El individuo arrogante siente un orgullo excesivo sobre su persona y exige un reconocimiento desmedido, creyéndose con derecho a tener privilegios que, en realidad, no tiene ni le corresponden.
Cómo proclamarse el mejor sin caer en la arrogancia. Destacar el éxito individual es legítimo siempre que se pueda demostrar o evidenciar. Las empresas valoran más que nunca las habilidades emocionales, y el egoísmo no está entre sus preferencias.
A veces se confunde confianza y arrogancia, especialmente cuando las personas que así lo juzgan tienen una baja autoestima, pues para ellas, cualquier demostración o expresión de fuerza interna es percibida de manera negativa. Este tipo de personas no pueden soportar que otros tengan presencia, independencia de espíritu y que no vayan por la vida pidiendo permiso.
En Acapulco constantemente somos arrogantes cuando se afirma que acapulco será siempre acapulco, y no hay promoción que pueda destruir al destino sucede mucho cuando se analiza la imagen del destino en el turismo nacional o internacional. O el menospreciar la estrategia o promoción o olas inversiones que realizan otros destinos, o el confundir el colocar mantas como símbolo de producto turístico o de promoción. O confundir una burbuja turística con el éxito del destino. Constantemente estamos cayendo en arrogancia por el destino. Y como siempre “es la única vez o el mejor etc..”.
Napoleón Bonaparte decía sobre los generales “que el General que gana la batalla es quien comete menos errores” y la arrogancia es un error que los principales actores de un destino turístico cometen regularmente sin hacer caso a las críticas.
Los actores confunden mucho las estrategias con las tácticas. Estrategias son con lo cual, se realiza un plan a largo plazo. Mientras que la táctica son todas las acciones necesarias para llevar a cabo la estrategia. En otras palabras, es el método o el camino a desarrollar para alcanzar el propósito general de la empresa. Con lo cual, las tácticas se desenvuelven más a corto plazo.
Igualmente, solo para pensar en el sector gubernamental se requiere dinero antes de tener las ideas que logren construir estrategias y tácticas. Se requiere más humildad en los actores del turismo y más honestidad por igual ya que pasa que antes de tener ideas como resolver ya se está pidiendo presupuesto para realizarlas.
Acapulco esta lleno de errores y de arrogancias de parte d ellos principales de actores debemos de retomar los errores para no seguir cometiendo los mismos errores. Como es el caso del tianguis y de la feria de Madrid entre tanto más.
La arrogancia no es buena y menos en el negocio del turismo y menos cuando este es un sentimiento de superioridad, podemos ver el caso de Cancún , frente a Acapulco , hoy ese destino ha iniciado su debacle, por más recursos que le inyecten como subsidios su caída de ha iniciado y el mayor mal es o proviene de la misma Riviera Maya.
Acapulco saldrá a delante con humildad , creatividad, innovación, estrategias y con tácticas que permitan al Estado y Municipio a crear y trabajar unidos con una gobernanza turísticas.