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En el informe de la OCDE sobre turismo. El turismo cumple un papel crucial para la economía de México y ha tenido un robusto desempeño en los últimos años, sin olvidar sus altas y bajas.
El turismo en México representa directamente el 8.5% del PIB y genera un valor por encima del promedio de la economía. Contribuye también con empleos para millones de mexicanos. Si bien los datos indican que el sector genera 2.3 millones de empleos directos (5.8%), la cifra real es significativamente más alta cuando se considera el empleo informal. El crecimiento del sector turístico es superior al de muchas otras de economías emergentes y ha contribuido una balanza turística saludable, ayudando a compensar la baja en los ingresos procedentes del petróleo.
Sin embargo, el potencial del turismo para impulsar un crecimiento incluyente y sostenible, así como para mejorar el desarrollo local y regional en México, tiene un amplio margen a ser explotado y el sector enfrenta también retos diversos en materia de competitividad y sostenibilidad. Los principales desafíos en materia política incluyen la necesidad de adaptar el modelo de desarrollo turístico para hacerlo más incluyente, para fortalecer su gobernanza, incrementar apoyos a las micro y pequeñas empresas y vincular nuevos mercados y destinos.
Sin embargo, cuando analizamos la situación en Acapulco y vemos las estadísticas retomamos lo afirmado por el doctor y profesor Miguel Ángel Acerenza que nos dice que, el somero análisis realizado de las estadísticas de turismo de México, que publica la Secretaría de Turismo a través del Sistema Nacional de la Información Estadística del Sector Turismo, DATATUR, las cuales como se mencionara son elaboradas por el Banco de México, fortalece nuestra fundada presunción de que México no recibe los 34.9 millones de turistas que informa.
El referido análisis puso de manifiesto que el Banco de México para la elaboración de las estadísticas de turismo considera como turista a prácticamente a todas las personas que llegan al país por cualquier motivo a los efectos de obtener la información necesaria para incluir el renglón turismo en la Balanza de Pagos del país, y no para elaborar las estadísticas del sector turismo las cuales deben obedecer las directrices que indica las Naciones Unidas en sus Recomendaciones Internacionales para Estadísticas de Turismo, donde se establece que para fines estadísticos la unidad de medida es el “visitante” y no el turista, a los efectos de contemplar en él a todos los viajeros que llegan a un país por cualquier motivo, puesto que no todos los que viajan por el mundo son turistas.
En efecto, si se analiza el conjunto de visitantes que llegan a un país es posible observar que el mismo está integrado, por lo menos, por cuatro grandes grupos que responden a los diferentes motivos. Como es en el caso de que los viajeros y visitantes de cruceros sean considerados como turistas en Acapulco.
Por igual se han levantado otras voces de análisis de las estadísticas o de las variables para su análisis si es sólo la llegada de turistas o de la ocupación hotelera lo único variable a tomar en cuenta y no la derrama económica. En Acapulco vemos que la llegada de turistas va en aumento, sin que esto se traduzca en una mayor derrama económica.
En los últimos días los sindicatos se quejan de cada vez son menos trabajadores los que ocupan los hoteles o negocios que dan servicio al turismo. El cambio de modelo turístico pasa por crear nuevas variables de análisis para analizar la actividad turística y de su política a pesar de la complejidad del turismo.
