/ domingo 29 de mayo de 2022

No pasa nada, no pasó nada... Las Cosas de la Política

Y Andrés Manuel López Obrador dijo nuevamente una frase "dominguera", frase que será tema de analistas, políticos y con muchas connotaciones sobretodo porqué la dice para justificar un retén de "civiles armados" en la zona del llamado triangulo dorado y área de influencia de uno de los grupos más poderosos del denominado crimen organizado, en dicho retén fueron revisados e interrogados varios periodistas que cubrían la gira presidencial, el hecho es muy significativo, por la ausencia de las fuerzas armadas en la zona, como muy de acuerdo a que no les estaba permitido patrullar el territorio como normalmente lo hacen en los recorridos del presidente de la República.

A pregunta expresa del hecho por parte de periodistas, Andrés Manuel López Obrador fue claro y presto a expresar y justificar "no pasa nada, no pasó nada" y dio por normal el hecho de que haya hombres armados haciendo labores de vigilancia en varios estados, está permisividad presidencial es ya la normalidad de la impunidad o al menos esa es una de las interpretaciones, da a entender que si a un grupo se le permite, todos los demás que operan en la ilegalidad también tienen derecho o así lo perciben, ya será debate en estos días, ya vendrán las justificaciones, los pretextos y hasta los señalamientos distractores.

Al final de cuentas esa expresión debe de ser recurrente en la mente de López Obrador, para él no pasa nada, no pasó nada, ejemplos de esa manera de pensar sobran, el manejo de la pandemia podría entrar en la misma expresión para su justificación, la realidad de la economía y hasta su política del bienestar y sus excesiva corrupción, SEGALMEX, el Banco del BIENESTAR, el precio de las gasolinas, el huachicol y la misma política exterior en lo referente a la postura sobre la asistencia a la Cumbre de las Américas.

Hablando de corrupción, esta frase también le queda como "anillo al dedo", de ahí el hecho de que ante los hechos evidentes de la responsabilidad de hermanos, familia, funcionarios, amigos y "conocidos", tanto en la política como fuera de ella, su actuar se basa únicamente en tener control electoral, permanencia en el entramado del poder y seguir prácticamente en campaña, cancelar políticas públicas y programas sociales carecen de importancia para él, al final de cuentas, siempre tendrá a la mano una frase, un pretexto, una ocurrencia, al final de cuentas y ante el ya evidente fracaso de la cuarta transformación y de su gobierno podemos decirle a Andrés Manuel López Obrador que... No pasa nada, no pasó nada.

Y Andrés Manuel López Obrador dijo nuevamente una frase "dominguera", frase que será tema de analistas, políticos y con muchas connotaciones sobretodo porqué la dice para justificar un retén de "civiles armados" en la zona del llamado triangulo dorado y área de influencia de uno de los grupos más poderosos del denominado crimen organizado, en dicho retén fueron revisados e interrogados varios periodistas que cubrían la gira presidencial, el hecho es muy significativo, por la ausencia de las fuerzas armadas en la zona, como muy de acuerdo a que no les estaba permitido patrullar el territorio como normalmente lo hacen en los recorridos del presidente de la República.

A pregunta expresa del hecho por parte de periodistas, Andrés Manuel López Obrador fue claro y presto a expresar y justificar "no pasa nada, no pasó nada" y dio por normal el hecho de que haya hombres armados haciendo labores de vigilancia en varios estados, está permisividad presidencial es ya la normalidad de la impunidad o al menos esa es una de las interpretaciones, da a entender que si a un grupo se le permite, todos los demás que operan en la ilegalidad también tienen derecho o así lo perciben, ya será debate en estos días, ya vendrán las justificaciones, los pretextos y hasta los señalamientos distractores.

Al final de cuentas esa expresión debe de ser recurrente en la mente de López Obrador, para él no pasa nada, no pasó nada, ejemplos de esa manera de pensar sobran, el manejo de la pandemia podría entrar en la misma expresión para su justificación, la realidad de la economía y hasta su política del bienestar y sus excesiva corrupción, SEGALMEX, el Banco del BIENESTAR, el precio de las gasolinas, el huachicol y la misma política exterior en lo referente a la postura sobre la asistencia a la Cumbre de las Américas.

Hablando de corrupción, esta frase también le queda como "anillo al dedo", de ahí el hecho de que ante los hechos evidentes de la responsabilidad de hermanos, familia, funcionarios, amigos y "conocidos", tanto en la política como fuera de ella, su actuar se basa únicamente en tener control electoral, permanencia en el entramado del poder y seguir prácticamente en campaña, cancelar políticas públicas y programas sociales carecen de importancia para él, al final de cuentas, siempre tendrá a la mano una frase, un pretexto, una ocurrencia, al final de cuentas y ante el ya evidente fracaso de la cuarta transformación y de su gobierno podemos decirle a Andrés Manuel López Obrador que... No pasa nada, no pasó nada.