/ viernes 29 de octubre de 2021

No le jale la cola al tigre

Las recientes declaraciones del presidente de la República en contra de la UNAM, no han sido bien recibidas por ningún sector de la población y más aún, porque esto puede provocar una escalada de reclamos que se pueden salir de control que nadie desea.

La Universidad Nacional Autónoma de México es un crisol donde convergen todas las ideologías tanto de las autoridades, maestros, investigadores, trabajadores, así como de los alumnos.

Por eso deviene el nombre de Universidad, ya que es el espacio donde el pensamiento se expresa libremente. Sin embargo, cuando de protegerla se trata, todas estas corrientes se unen en un solo sentimiento que traspasa los muros del campus y se inserta en la sociedad entera en virtud de que la UNAM es un emblema del país con reconocimiento internacional.

Pero todo esto también puede ser contaminado por los intereses de grupos políticos y económicos contrarios al gobierno federal quienes patrocinarían desmanes para que se repriman las protestas con funestos resultados.

! ¡Aguas !, esto no es un juego.

En verdad que se equivocó el presidente de México y quiera Dios que no haya una respuesta universitaria de grandes dimensiones.

La UNAM como bien lo sabe el presidente tiene catedráticos con distintas filosofías y se permite que el alumno elija libremente al que mejor le parezca.

No existe un aleccionamiento masivo de una solo ideología como lo quiere hacer ver el presidente.

Quienes tuvimos el honor y la suerte de estudiar en sus aulas, sabíamos quiénes eran de derecha, centro e izquierda y sin ningún problema nos apuntábamos con quien elegíamos.

Ahora bien, si se refiere a los rectores, estos tienen más un carácter administrativo- político, pero no se entrometen en la libertad de cátedra.

Cuando se quiso cobrar la inscripción las fuerzas vivas de la UNAM se movilizaron y no pasó dicha cuota, aunque hubo un paro de actividades muy largo que perjudicó a toda la comunidad universitaria.

La UNAM es una de las mejores universidades en América Latina por varios factores y como en cualquier grupo social también hay problemas, pero estos se dirimen internamente sin la represión oficial.

Bendita autonomía universitaria que permite a la UNAM darse su propia forma de gobernarse , de cátedra, manifestación de las ideas y de pensamiento.

Por favor señor Presidente: Deje de jalarle la cola al tigre , nadie quiere una confrontación estudiantil que trascienda a las calles y menos que llegue a ensangrentarla, ni tampoco una Universidad tomada por años dejándola inactiva. Si usted se dice universitario respete la autonomía de la UNAM.

“Por mi raza hablará el espíritu”.

Las recientes declaraciones del presidente de la República en contra de la UNAM, no han sido bien recibidas por ningún sector de la población y más aún, porque esto puede provocar una escalada de reclamos que se pueden salir de control que nadie desea.

La Universidad Nacional Autónoma de México es un crisol donde convergen todas las ideologías tanto de las autoridades, maestros, investigadores, trabajadores, así como de los alumnos.

Por eso deviene el nombre de Universidad, ya que es el espacio donde el pensamiento se expresa libremente. Sin embargo, cuando de protegerla se trata, todas estas corrientes se unen en un solo sentimiento que traspasa los muros del campus y se inserta en la sociedad entera en virtud de que la UNAM es un emblema del país con reconocimiento internacional.

Pero todo esto también puede ser contaminado por los intereses de grupos políticos y económicos contrarios al gobierno federal quienes patrocinarían desmanes para que se repriman las protestas con funestos resultados.

! ¡Aguas !, esto no es un juego.

En verdad que se equivocó el presidente de México y quiera Dios que no haya una respuesta universitaria de grandes dimensiones.

La UNAM como bien lo sabe el presidente tiene catedráticos con distintas filosofías y se permite que el alumno elija libremente al que mejor le parezca.

No existe un aleccionamiento masivo de una solo ideología como lo quiere hacer ver el presidente.

Quienes tuvimos el honor y la suerte de estudiar en sus aulas, sabíamos quiénes eran de derecha, centro e izquierda y sin ningún problema nos apuntábamos con quien elegíamos.

Ahora bien, si se refiere a los rectores, estos tienen más un carácter administrativo- político, pero no se entrometen en la libertad de cátedra.

Cuando se quiso cobrar la inscripción las fuerzas vivas de la UNAM se movilizaron y no pasó dicha cuota, aunque hubo un paro de actividades muy largo que perjudicó a toda la comunidad universitaria.

La UNAM es una de las mejores universidades en América Latina por varios factores y como en cualquier grupo social también hay problemas, pero estos se dirimen internamente sin la represión oficial.

Bendita autonomía universitaria que permite a la UNAM darse su propia forma de gobernarse , de cátedra, manifestación de las ideas y de pensamiento.

Por favor señor Presidente: Deje de jalarle la cola al tigre , nadie quiere una confrontación estudiantil que trascienda a las calles y menos que llegue a ensangrentarla, ni tampoco una Universidad tomada por años dejándola inactiva. Si usted se dice universitario respete la autonomía de la UNAM.

“Por mi raza hablará el espíritu”.