/ viernes 4 de febrero de 2022

No confundir respeto al estado de Derecho y la violación a los derechos humanos

La decisión del gobierno federal de aplicar la ley y poner freno a quienes por años lucraban con la toma de las casetas de peaje de la autopista del Sol, es acertada y es un mensaje que nadie puede estar por encima del estado de Derecho.

La presencia del personal de la Guardia Nacional y de la Policía del Estado, con equipo antimotin, en las casetas de peaje de Paso Morelos, Palo Blanco y de La Venta, para impedir que normalistas de Ayotzinapa, las tomaran para pedir cooperación a los automovilistas, fue positivo.

De entrada, se pone fin a una acción, prácticamente de latrocinio, pues pseudo estudiantes de Ayotzinapa, tomaban las casetas de peaje y por horas recolectaban dinero, dizque para cubrir sus gastos de su escuela, pero nunca informaban el verdadero destino que le daban.

Y no hablamos de miles sino millones de pesos que lograban obtener estos sujetos, que tomaron como su mina de oro las casetas de peaje, sin que por años les dijeran algo las autoridades.

Hasta que por fin se tomó la decisión de poner un hasta aquí a esta práctica ilegal, al instruir al personal de la Guardia Nacional y policías del estado, no permitir más estas actividades que merman los ingresos que se canalizan para el mantenimiento de la autopista.

Aunque en está ocasión iban los padres de los 43 jóvenes desaparecidos y normalistas de Ayotzinapa, el personal antimotín actuó con firmeza y no se respondió a la agresión, que fue otro de los aciertos de las fuerzas del orden, cumpliendo su cometido de impedir que tomaran las casetas de peaje.

Pero lo que me llamó la atención fue el comunicado de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, que a pesar de tener representantes en los puntos donde se hizo el despliegue de los antimotines, emitieran una queja por presunto abuso de autoridad por parte de las fuerzas del orden, cuando la acción fue impedir que volvieran a lucrar con las casetas de peaje.

Creo que aquí es importante no confundir la aplicación de la ley y la violación de los derechos humanos, porque es evidente que su apreciación no corresponde a lo que realmente sucedió, por tanto, es importante que se tome en cuenta que el derecho de los manifestantes terminó cuando violaron los derechos de terceros.

¿O usted que opina querido lector?

La decisión del gobierno federal de aplicar la ley y poner freno a quienes por años lucraban con la toma de las casetas de peaje de la autopista del Sol, es acertada y es un mensaje que nadie puede estar por encima del estado de Derecho.

La presencia del personal de la Guardia Nacional y de la Policía del Estado, con equipo antimotin, en las casetas de peaje de Paso Morelos, Palo Blanco y de La Venta, para impedir que normalistas de Ayotzinapa, las tomaran para pedir cooperación a los automovilistas, fue positivo.

De entrada, se pone fin a una acción, prácticamente de latrocinio, pues pseudo estudiantes de Ayotzinapa, tomaban las casetas de peaje y por horas recolectaban dinero, dizque para cubrir sus gastos de su escuela, pero nunca informaban el verdadero destino que le daban.

Y no hablamos de miles sino millones de pesos que lograban obtener estos sujetos, que tomaron como su mina de oro las casetas de peaje, sin que por años les dijeran algo las autoridades.

Hasta que por fin se tomó la decisión de poner un hasta aquí a esta práctica ilegal, al instruir al personal de la Guardia Nacional y policías del estado, no permitir más estas actividades que merman los ingresos que se canalizan para el mantenimiento de la autopista.

Aunque en está ocasión iban los padres de los 43 jóvenes desaparecidos y normalistas de Ayotzinapa, el personal antimotín actuó con firmeza y no se respondió a la agresión, que fue otro de los aciertos de las fuerzas del orden, cumpliendo su cometido de impedir que tomaran las casetas de peaje.

Pero lo que me llamó la atención fue el comunicado de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, que a pesar de tener representantes en los puntos donde se hizo el despliegue de los antimotines, emitieran una queja por presunto abuso de autoridad por parte de las fuerzas del orden, cuando la acción fue impedir que volvieran a lucrar con las casetas de peaje.

Creo que aquí es importante no confundir la aplicación de la ley y la violación de los derechos humanos, porque es evidente que su apreciación no corresponde a lo que realmente sucedió, por tanto, es importante que se tome en cuenta que el derecho de los manifestantes terminó cuando violaron los derechos de terceros.

¿O usted que opina querido lector?