/ viernes 16 de octubre de 2020

Morena

Sin duda alguna uno de los temas políticos de mayor relevancia en este momento es ¿quién dirigirá al partido en el gobierno?¿Cuál de los grupos que componen Morena, se quedará con la presidencia de ese instituto político?

El peso de Morena como fuerza política es innegable. Morena es el favorito para ganar las elecciones intermedias tanto en los distritos electorales federales, como en las 15 gubernaturas que se disputarán en 2021. Por eso, es fundamental entender el proceso que vive en su interior, para saber si dicha fortaleza se mantendrá o será efímera. ¿Será Morena un partido que logre prolongarse en el poder? ¿O simplemente se trata de un gigante con pies de barro, que sin López Obrador perecerá?

Morena antes que ser un partido, ha sido un movimiento que surgió y creció en torno a llevar a AMLO a la presidencia de la República. El “amloismo” que es un grupo profundamente heterogéneo -va desde la izquierda socialista más ortodoxa, clasemedieros, empresarios de alta alcurnia, hasta ex calderonistas y ex priístas- representa un confeti de visiones de país aglutinadas en el decir y pensar del primer mandatario. Todos ellos utilizaron a Morena como vehículo en la elección anterior.

Sirvan estas consideraciones pues, de la persona que quede a la cabeza, dependerá en gran medida el destino del partido gobernante, pues de él dependerá si estas fuerzas se mantienen cohesionadas o si se genera erosión en dicha coalición. De quién quede al frente no solo dependerá la selección de alrededor de 24,000 candidatos y candidatas a cargos de elección popular, sino principalmente, definirá si Morena puede convertirse en una institución permanente, sin depender de un solo personaje.

Al día de hoy, se han presentado dos encuestas realizadas por el INE. El pasado 9 de octubre se publicó un empate técnico entre Porfirio Muñoz Ledo y Mario Delgado, por lo que habrá una tercera. Al interior se dice que el perfil de Muñoz Ledo daría a Morena una fisonomía de mayor independencia frente a AMLO. El veterano político ha acusado al actual coordinador de los diputados federales de corrupción. Aún cuando Delgado ha sido más conciliador, el enfrentamiento ya evidencia una ruptura que podría llegar a ser mortal. Cabe señalar que el propio López Obrador ha manifestado públicamente su molestia con estos desencuentros.

Lo que está en pugna, es el acomodo de fuerzas para la sucesión presidencial. En ella, dejan ver sus hilos tres personajes: Claudia Sheinbaum, Ricardo Monreal y Marcelo Ebrard. Los “puros” representados por Muñoz Ledo apoyan a la primera, mientras tanto, Delgado representa una alianza de coyuntura entre los otros dos.

Habrá que estar muy atentos al desenlace, no solo porque Morena nos cuesta a los mexicanos casi 2,300 millones de pesos de los impuestos que pagamos, sino porque de su futuro depende en buena parte la gobernabilidad del país. Ahora que el TRIFE otorgó registro a Fuerza Social de Pedro Haces y a Redes Sociales Progresistas de Elba Esther Gordillo, el amloísmo podría encontrar otras rutas que desinflen a Morena, pero que también revuelvan más el escenario.

La #SociedadHorizontal deberá estar muy alerta, servir como guía en el análisis de propuestas y sobre todo, en la orientación de la evolución institucional que tanto se requiere. ¿Buscará AMLO mantener sus posiciones por otros medios? Habrá que ver. Por encima de eso, México reclama una verdadera renovación institucional ¿Será Morena parte de ella? ¿O simplemente un instrumento efímero?

Sin duda alguna uno de los temas políticos de mayor relevancia en este momento es ¿quién dirigirá al partido en el gobierno?¿Cuál de los grupos que componen Morena, se quedará con la presidencia de ese instituto político?

El peso de Morena como fuerza política es innegable. Morena es el favorito para ganar las elecciones intermedias tanto en los distritos electorales federales, como en las 15 gubernaturas que se disputarán en 2021. Por eso, es fundamental entender el proceso que vive en su interior, para saber si dicha fortaleza se mantendrá o será efímera. ¿Será Morena un partido que logre prolongarse en el poder? ¿O simplemente se trata de un gigante con pies de barro, que sin López Obrador perecerá?

Morena antes que ser un partido, ha sido un movimiento que surgió y creció en torno a llevar a AMLO a la presidencia de la República. El “amloismo” que es un grupo profundamente heterogéneo -va desde la izquierda socialista más ortodoxa, clasemedieros, empresarios de alta alcurnia, hasta ex calderonistas y ex priístas- representa un confeti de visiones de país aglutinadas en el decir y pensar del primer mandatario. Todos ellos utilizaron a Morena como vehículo en la elección anterior.

Sirvan estas consideraciones pues, de la persona que quede a la cabeza, dependerá en gran medida el destino del partido gobernante, pues de él dependerá si estas fuerzas se mantienen cohesionadas o si se genera erosión en dicha coalición. De quién quede al frente no solo dependerá la selección de alrededor de 24,000 candidatos y candidatas a cargos de elección popular, sino principalmente, definirá si Morena puede convertirse en una institución permanente, sin depender de un solo personaje.

Al día de hoy, se han presentado dos encuestas realizadas por el INE. El pasado 9 de octubre se publicó un empate técnico entre Porfirio Muñoz Ledo y Mario Delgado, por lo que habrá una tercera. Al interior se dice que el perfil de Muñoz Ledo daría a Morena una fisonomía de mayor independencia frente a AMLO. El veterano político ha acusado al actual coordinador de los diputados federales de corrupción. Aún cuando Delgado ha sido más conciliador, el enfrentamiento ya evidencia una ruptura que podría llegar a ser mortal. Cabe señalar que el propio López Obrador ha manifestado públicamente su molestia con estos desencuentros.

Lo que está en pugna, es el acomodo de fuerzas para la sucesión presidencial. En ella, dejan ver sus hilos tres personajes: Claudia Sheinbaum, Ricardo Monreal y Marcelo Ebrard. Los “puros” representados por Muñoz Ledo apoyan a la primera, mientras tanto, Delgado representa una alianza de coyuntura entre los otros dos.

Habrá que estar muy atentos al desenlace, no solo porque Morena nos cuesta a los mexicanos casi 2,300 millones de pesos de los impuestos que pagamos, sino porque de su futuro depende en buena parte la gobernabilidad del país. Ahora que el TRIFE otorgó registro a Fuerza Social de Pedro Haces y a Redes Sociales Progresistas de Elba Esther Gordillo, el amloísmo podría encontrar otras rutas que desinflen a Morena, pero que también revuelvan más el escenario.

La #SociedadHorizontal deberá estar muy alerta, servir como guía en el análisis de propuestas y sobre todo, en la orientación de la evolución institucional que tanto se requiere. ¿Buscará AMLO mantener sus posiciones por otros medios? Habrá que ver. Por encima de eso, México reclama una verdadera renovación institucional ¿Será Morena parte de ella? ¿O simplemente un instrumento efímero?