/ miércoles 18 de septiembre de 2019

Médula

El recorte de recursos a Guerrero y no me refiero solamente a las aportaciones y participaciones a los estados, si no a las que también tendrán los municipios sería digno de reconsiderarse por parte de los diputados federales.

Guerrero es un estado en el que la coordinación intergubernamental ha funcionado en materia de combate a la delincuencia. En las estadísticas oficiales de la misma federación consta que es de los cinco estados que han logrado bajar el índice de homicidios que por el contrario ha incrementado en otros 18 estados.

Recientemente el fiscal Jorge Zuriel de los Santos Barrila informó que la reducción en el caso de Acapulco es del 35 por ciento y en Chilpancingo del 29 por ciento.

¿Qué tiene que ver esto con los recortes al presupuesto federal?

Imagínese que a lo mejor no todos, pero de los 250 mil empleos que dependen del turismo en el estado algunos se ven afectados por el recorte del 44 por ciento en el presupuesto para el sector que a decir del secretario Ernesto Rodríguez Escalona le impedirá entre otras cosas promocionarse para atraer turistas que vengan a gastar aquí su dinero.

Que por esta razón aumenta el desempleo en el estado, que mantiene una de las tasas más bajas del país misma que fluctuó de 1.2 en el último trimestre de 2018 a 1.8 por ciento en el primero de 2019 según el INEGI.

Que los recortes le pegan a otros sectores porque también hay 70 millones de pesos menos para construir carreteras, y el Ramo 33 con el que se construye infraestructura básica y educativa también trae una disminución de 2.8 por ciento derivada de la inflación, que afectará además al rubro de la seguridad pública.

Y por si fuera poco también hay mil millones de pesos menos en las aportaciones de seguridad pública para los municipios pues para el Fortaseg se proyectaron solo 3 mil millones de pesos de los 4 mil millones que tuvo el año pasado.

En resumen menos empleo que puede llevarnos a más inseguridad y menos dinero para hacerle frente. Tiene razón el gobernador Héctor Astudillo cuando ve el panorama poco alentador en el presupuesto entregado por el Ejecutivo Federal a la Cámara de Diputados.

La pelota está en la cancha de los diputados federales quienes tendrán su oportunidad de batear por su estado y pichar algunas modificaciones.

De los 12 que hay en la Cámara nueve son de Morena y los otros tres son de Encuentro Social, el PRD y el PRI. Aunque en el caso del único priísta hay que recordar que éste, René Juárez Cisneros, es coordinador de bancada, lo que le da peso político y capacidad de negociación independientemente del oficio político del ex gobernador de Guerrero.

Pero, en general, si alguno de los diputados federales piensa en la reelección o sueña con ser alcalde de su municipio, es el momento de demostrar su capacidad de gestión para bien de sus representados, digo, si quieren ser bien recordados, o bien repudiados. Pero si no pueden, ni hablar. Sus electores lo entenderán.

El recorte de recursos a Guerrero y no me refiero solamente a las aportaciones y participaciones a los estados, si no a las que también tendrán los municipios sería digno de reconsiderarse por parte de los diputados federales.

Guerrero es un estado en el que la coordinación intergubernamental ha funcionado en materia de combate a la delincuencia. En las estadísticas oficiales de la misma federación consta que es de los cinco estados que han logrado bajar el índice de homicidios que por el contrario ha incrementado en otros 18 estados.

Recientemente el fiscal Jorge Zuriel de los Santos Barrila informó que la reducción en el caso de Acapulco es del 35 por ciento y en Chilpancingo del 29 por ciento.

¿Qué tiene que ver esto con los recortes al presupuesto federal?

Imagínese que a lo mejor no todos, pero de los 250 mil empleos que dependen del turismo en el estado algunos se ven afectados por el recorte del 44 por ciento en el presupuesto para el sector que a decir del secretario Ernesto Rodríguez Escalona le impedirá entre otras cosas promocionarse para atraer turistas que vengan a gastar aquí su dinero.

Que por esta razón aumenta el desempleo en el estado, que mantiene una de las tasas más bajas del país misma que fluctuó de 1.2 en el último trimestre de 2018 a 1.8 por ciento en el primero de 2019 según el INEGI.

Que los recortes le pegan a otros sectores porque también hay 70 millones de pesos menos para construir carreteras, y el Ramo 33 con el que se construye infraestructura básica y educativa también trae una disminución de 2.8 por ciento derivada de la inflación, que afectará además al rubro de la seguridad pública.

Y por si fuera poco también hay mil millones de pesos menos en las aportaciones de seguridad pública para los municipios pues para el Fortaseg se proyectaron solo 3 mil millones de pesos de los 4 mil millones que tuvo el año pasado.

En resumen menos empleo que puede llevarnos a más inseguridad y menos dinero para hacerle frente. Tiene razón el gobernador Héctor Astudillo cuando ve el panorama poco alentador en el presupuesto entregado por el Ejecutivo Federal a la Cámara de Diputados.

La pelota está en la cancha de los diputados federales quienes tendrán su oportunidad de batear por su estado y pichar algunas modificaciones.

De los 12 que hay en la Cámara nueve son de Morena y los otros tres son de Encuentro Social, el PRD y el PRI. Aunque en el caso del único priísta hay que recordar que éste, René Juárez Cisneros, es coordinador de bancada, lo que le da peso político y capacidad de negociación independientemente del oficio político del ex gobernador de Guerrero.

Pero, en general, si alguno de los diputados federales piensa en la reelección o sueña con ser alcalde de su municipio, es el momento de demostrar su capacidad de gestión para bien de sus representados, digo, si quieren ser bien recordados, o bien repudiados. Pero si no pueden, ni hablar. Sus electores lo entenderán.