/ lunes 4 de marzo de 2019

Más diálogo y menos bloqueos

Nunca debe confundirse el derecho a la libremanifestación con el vandalismo y la violación a los derechos de terceros, conlos bloqueos y marchas, que solo afectan la economía del estado.

Quiero aclarar que de ninguna manera mi intención escoartar los derechos de quienes toman la lucha social para defender susderechos, sino que dentro de estas expresiones tiene que respetarse también losderechos de terceros.

El caso del puerto de Acapulco, es sin duda especial,porque se trata de la ventana de México al mundo, es decir, uno de los destinosturísticos más importantes del país y del mundo.

Lamentablemente, se ha convertido en rehén de unoscuantos, que han tomado calles y avenidas, para bloquear y marchar, sinimportarles en lo más mínimo el daño que le causan a este destino de playa.

Aunque debo de admitir, que en algunas ocasiones, lasmovilizaciones son las únicas vías de los ciudadanos para hacerse escuchar porlas autoridades y defender sus derechos.

Esto, bien podría evitarse, siempre y cuando lasautoridades gubernamentales, tuvieran el suficiente ofició político paraatender a los ciudadanos.

Sin embargo, la alcaldesa Adela Román Ocampo, le hafaltado diálogo y tener el tacto para tratar a los ciudadanos, pues la falta deatención ha derivado en el malestar de la población y que salgan a las calles amanifestarse.

Lo grave, es que los que pagan al final la factura sonlos ciudadanos y los turistas, pues se convierten en mudos testigos de laanarquía generada por el hartazgo de no encontrar respuestas a sus justasdemandas.

Por eso en necesario que la presidenta municipal RománOcampo, cumpla con sus compromisos de campaña, para que me exista más aperturaal diálogo y en consecuencia haya menos bloqueos.

Nunca debe confundirse el derecho a la libremanifestación con el vandalismo y la violación a los derechos de terceros, conlos bloqueos y marchas, que solo afectan la economía del estado.

Quiero aclarar que de ninguna manera mi intención escoartar los derechos de quienes toman la lucha social para defender susderechos, sino que dentro de estas expresiones tiene que respetarse también losderechos de terceros.

El caso del puerto de Acapulco, es sin duda especial,porque se trata de la ventana de México al mundo, es decir, uno de los destinosturísticos más importantes del país y del mundo.

Lamentablemente, se ha convertido en rehén de unoscuantos, que han tomado calles y avenidas, para bloquear y marchar, sinimportarles en lo más mínimo el daño que le causan a este destino de playa.

Aunque debo de admitir, que en algunas ocasiones, lasmovilizaciones son las únicas vías de los ciudadanos para hacerse escuchar porlas autoridades y defender sus derechos.

Esto, bien podría evitarse, siempre y cuando lasautoridades gubernamentales, tuvieran el suficiente ofició político paraatender a los ciudadanos.

Sin embargo, la alcaldesa Adela Román Ocampo, le hafaltado diálogo y tener el tacto para tratar a los ciudadanos, pues la falta deatención ha derivado en el malestar de la población y que salgan a las calles amanifestarse.

Lo grave, es que los que pagan al final la factura sonlos ciudadanos y los turistas, pues se convierten en mudos testigos de laanarquía generada por el hartazgo de no encontrar respuestas a sus justasdemandas.

Por eso en necesario que la presidenta municipal RománOcampo, cumpla con sus compromisos de campaña, para que me exista más aperturaal diálogo y en consecuencia haya menos bloqueos.