/ jueves 24 de febrero de 2022

Los senaduladores

En la obra de Dante Alighieri, “La divina comedia”, hay un capítulo referente al Infierno donde, en el Canto XVIII, pasa por una fosa donde se encuentran quienes fueron aduladores en vida, sumergidos hasta el cuello en excrementos humanos; allí reconoce a uno de ellos y le llama por su nombre, Alessio Interminelli (noble italiano, que vivió en el siglo XIII y era conocido por ser un adulador de los poderosos). Éste, golpeándose la cabeza le responde: “Aquí me han sumergido las lisonjas que no se cansó de prodigar mi lengua.” * Para Dante, pues, ésteese es el lugar donde se ubican los aduladores. Para Aristóteles: “Todos los aduladores son mercenarios, y todos los hombres de bajo espíritu son aduladores”. Lo anterior viene a cuento por la adulación que los senadores de MORENA han hecho en un documento donde proclaman que “el presidente Andrés Manuel López Obrador, encarna a la nación, a la patria y al pueblo” (sic). ¡De verdad que no se midieron! Desde Antonio López de Santa Anna (“Su Alteza Serenísima”) no había una lisonja tan abyecta, si mal no recuerdo. En España, con el dictador Francisco Franco, los aduladores lo proclamaron “Caudillo y Generalísimo de España por la gracia de Dios”. En Corea del Norte, se refieren a Kim-Jon-Un como “Líder Supremo”. Pero aquí en México los senadores del partido del gobierno -que no en el gobierno, porque éste lo ejerce autócrata y unilateralmente un solo hombre- nos dicen, sin ninguna fundamentación jurídica, que es la encarnación de todo. ¿Entonces para qué, generaciones de mexicanos que nos han precedido, han luchado por una auténtica división de poderes, la creación de instituciones autónomas, organizaciones no gubernamentales, partidos políticos y medios de comunicación independientes, entre otros? Pero, además, quienes discrepemos o critiquemos a “La Encarnación” somos traidores a la patria. Debemos recordar que el propio secretario de la defensa hizo un llamado para que todos abracemos el proyecto de la autodenominada 4T. Peligroso el rumbo que está tomando esta deriva, porque es la velada y abyecta intención de dar paso a las aspiraciones autócratas de una sola voluntad. Como si la esencia de la democracia y la libertad no fuese el debate, la crítica, la libre manifestación de las ideas. Por ello debemos fortalecer el concepto de ciudadanía. No podemos dejar pasar, como si nada, expresiones e intenciones de este tipo.

Por otra parte, quisiera saber qué senador o senadora fue a quien se le ocurrió y propuso la frase que a todos ellos les pareció “genial” -ya me imagino cómo estaría henchido o henchida de gozo y satisfacción por proponer esa frase, producto de un “chispazo divino”- para que le otorguemos, ya sea a él o ella o de plano colectivamente a los “senaduladores” el “Premio Interminelli” o ya, de perdida, el de “Waylon Smithers” (el adulador del señor Burns). **

* Alighieri, Dante. “La divina comedia”, Ediciones y Distribuciones Mateos (EDIMAT), España, 1998, página 99.

** Personajes ficticios de la serie televisiva de caricaturas “Los Simpson”.

En la obra de Dante Alighieri, “La divina comedia”, hay un capítulo referente al Infierno donde, en el Canto XVIII, pasa por una fosa donde se encuentran quienes fueron aduladores en vida, sumergidos hasta el cuello en excrementos humanos; allí reconoce a uno de ellos y le llama por su nombre, Alessio Interminelli (noble italiano, que vivió en el siglo XIII y era conocido por ser un adulador de los poderosos). Éste, golpeándose la cabeza le responde: “Aquí me han sumergido las lisonjas que no se cansó de prodigar mi lengua.” * Para Dante, pues, ésteese es el lugar donde se ubican los aduladores. Para Aristóteles: “Todos los aduladores son mercenarios, y todos los hombres de bajo espíritu son aduladores”. Lo anterior viene a cuento por la adulación que los senadores de MORENA han hecho en un documento donde proclaman que “el presidente Andrés Manuel López Obrador, encarna a la nación, a la patria y al pueblo” (sic). ¡De verdad que no se midieron! Desde Antonio López de Santa Anna (“Su Alteza Serenísima”) no había una lisonja tan abyecta, si mal no recuerdo. En España, con el dictador Francisco Franco, los aduladores lo proclamaron “Caudillo y Generalísimo de España por la gracia de Dios”. En Corea del Norte, se refieren a Kim-Jon-Un como “Líder Supremo”. Pero aquí en México los senadores del partido del gobierno -que no en el gobierno, porque éste lo ejerce autócrata y unilateralmente un solo hombre- nos dicen, sin ninguna fundamentación jurídica, que es la encarnación de todo. ¿Entonces para qué, generaciones de mexicanos que nos han precedido, han luchado por una auténtica división de poderes, la creación de instituciones autónomas, organizaciones no gubernamentales, partidos políticos y medios de comunicación independientes, entre otros? Pero, además, quienes discrepemos o critiquemos a “La Encarnación” somos traidores a la patria. Debemos recordar que el propio secretario de la defensa hizo un llamado para que todos abracemos el proyecto de la autodenominada 4T. Peligroso el rumbo que está tomando esta deriva, porque es la velada y abyecta intención de dar paso a las aspiraciones autócratas de una sola voluntad. Como si la esencia de la democracia y la libertad no fuese el debate, la crítica, la libre manifestación de las ideas. Por ello debemos fortalecer el concepto de ciudadanía. No podemos dejar pasar, como si nada, expresiones e intenciones de este tipo.

Por otra parte, quisiera saber qué senador o senadora fue a quien se le ocurrió y propuso la frase que a todos ellos les pareció “genial” -ya me imagino cómo estaría henchido o henchida de gozo y satisfacción por proponer esa frase, producto de un “chispazo divino”- para que le otorguemos, ya sea a él o ella o de plano colectivamente a los “senaduladores” el “Premio Interminelli” o ya, de perdida, el de “Waylon Smithers” (el adulador del señor Burns). **

* Alighieri, Dante. “La divina comedia”, Ediciones y Distribuciones Mateos (EDIMAT), España, 1998, página 99.

** Personajes ficticios de la serie televisiva de caricaturas “Los Simpson”.