Reflexión: Las emociones y sentimientos son parte fundamental de la vida y se manifiestan en todas las actividades y relaciones.
Un aspecto importante del manejo de las emociones y sentimientos es identificarlos, ponerles un nombre y hacerles frente. La capacidad de una persona para expresar y compartir emociones y sentimientos es señal de salud y armonía.
¿Qué es una emoción?
Son fenómenos afectivos que todos los seres humanos experimentamos. Estar cansado, aburrido, somnoliento, nervioso, son estados asociados con los afectos, la ira, el miedo, la tristeza, el amor, la lástima, el orgullo, la vergüenza o los celos.
Son experiencias subjetivas, rápidas, pasajeras y mutables, ocurren en respuesta a hechos importantes, que requieren una contestación inmediata.
Se experimentan en forma continua. Es la ventana hacia los procesos interiores, pero además informan sobre cómo van las cosas sobre todo en relación con el mundo exterior.
Comúnmente se usa el término de forma indistinta afecto, sentimientos (son más duraderos) y emoción.
Son un tipo especial de fenómenos afectivos, están diseñados para ayudar a enfrentar los acontecimientos que tienen consecuencias en el bienestar.
Por lo regular duran pocos segundos o minutos, van y vienen en sucesión con otras emociones. Sin embargo podrían ser autodestructivas cuando no hay análisis ni reflexión sobre lo vivido o expresado.
Mejorar la comunicación implica no centrarse en lo que el otro hace, sino en cómo el ser humano interpreta y aprecia acciones, y gestos, de los demás.
Desde los años 60 se trabaja con un enfoque llamado “comunicación no violenta”. Este centra su atención en indagar si las necesidades emocionales del ser humano están satisfechas y, si no lo están, que se puede hacer para satisfacerlas desde la trinchera personal.
Por supuesto ahí radican emociones y sentimientos, siendo estos la base inmaculada de la personalidad de cada individuo.
Las emociones son casi siempre impulsivas y pasajeras; si estas se estacionan por mucho tiempo estaremos hablando de una neurosis (hábitos mentales deformes), los sentimientos son juicios de valor más estables, pero igualmente alterables. Los sentimientos asociados a la emoción son los que afectan más la conciencia, por este motivo muchas veces se equipara emoción con sentimiento.
Las emociones son reacciones afectivas transitorias, son distintas a los estados de ánimo, a los rasgos de personalidad, a los sentimientos y a los desordenes psicológicos. Es necesario poder distinguirlos para hacer un mejor manejo de la vida.
Algunos desórdenes psicológicos se caracterizan por alguna disfunción en alguna emoción. Ejemplo: la depresión, está estancada en la emoción de la tristeza o el pesar.
Existen muchos tipos de emociones gratificantes, ellas son muy buenas señales para encontrar el camino perdido: Diversión, satisfacción, excitación, alivio, maravillarse, dicha o éxtasis y gratitud.
Los adultos como los menores buscan primero dentro del seno familiar, entorno social (amigos, compañeros, etc.) el apoyo emocional que los fortalezca y los guie a enfrentar las exigencias del mundo externo.
Cuando la familia es capaz de permitir y comprender la expresión de las emociones y sentimientos como el miedo, el amor, el enojo, la ternura, la tristeza o los celos, la persona se sentirá más segura y capaz de relacionarse con otras personas.
No hay emociones ni sentimientos buenos ni malos. Es la propia reacción y acción la que en su momento los hace valederos, todos sirven para relacionarse con el mundo.
Cada uno tiene su valor, su utilidad y su significado, incluso a veces los sentimientos son indispensables para la supervivencia. Por ejemplo, el miedo pone en alerta ante el peligro y permite proteger. Si logras experimentar las emociones adecuadas en cada situación, fueran agradables o dolorosas y las aprovechas para enriquecer tu vida, perderán su aspecto negativo y podrás aceptarlas y expresarlas.
Lo importante es darles una dimensión apropiada sin exagerarlas ni negarlas.
Una cosa es expresar el sentimiento o la emoción vivida y otra lastimar o destruir con lo que sientes.
Reconocer lo que sientes es útil y necesario, pero no será obligatorio convertirlo en conductas que hagan sufrir a otros. “Tú ya me conoces”, “Ya sabes cuál es mi reacción”. Está bien sentir cualquier emoción, pero no realizar cualquier acción.
Prueba algunas de las siguientes recomendaciones:
Toma en cuenta tus sentimientos y emociones con interés, paciencia y cariño.
Enséñate a reconocer y a expresar tus emociones.
Recuerda que detrás del enojo siempre hay otro sentimiento. Averigua cuál es.
No te permitas llevar a cabo acciones agresivas o destructivas en contra de ti mismo o de los demás.
No juzgues tus sentimientos. Acepta de manera natural tus emociones y aprende a canalizarlas adecuadamente.
Ten mucha paciencia, constancia, respeto y aceptación para con las emociones sentidas.
Evita actitudes que puedan cerrar la comunicación con los demás.
Cuando sientas que la emoción está rebasando tu equilibrio emocional. Busca ayuda profesional. Eres responsable de lo que haces, manifiestes y digas.
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