La emergencia que está viviendo el estado de Guerrero, en particular el puerto de Acapulco, tiene su origen entre los que desprecian el confinamiento y se niegan a respetar las indicaciones de los especialistas, para reducir los contagios de Covid-19.
Esa actitud de franco reto a la autoridad es la que nos tiene postrados en está crisis de salud y que sea más severa está tercera oleada de contagios de Coronavirus, que sigue cobrando la vida de hombres y mujeres.
Los gobiernos federal, estatal y municipal, además, no aprendieron nada de la primera y segunda oleada de contagios, pues, aunque no lo quieran admitir, relajaron las medidas sanitarias.
Hoy que han sido rebasadas las capacidades de clínicas y hospitales, pues no disponen de camas para atender a los enfermos de la pandemia, se debe dar la orden de ser más estrictos con las medidas sanitarias.
¿Pero se pudo haber evitado este escenario de desgracia y muerte? Yo creo que sí, pues si se hubieran aplicado medidas más estrictas, como el cerrar de nuevo centros nocturnos, bares y cantinas, quizá no estuviéramos viviendo está pesadilla.
En lo personal, da tristeza que se entere uno ahora a través de las redes sociales, esos mensajes de condolencias en blanco y negro, por la partida de un familiar, un amigo o un conocido a causa del virus.
Lo malo es que también tengo que prepararme, pues no puedo predecir que no me llegue a contagiar del Covid-19, porque ante esta actitud de oídos sordos de la gente, que se niega a traer el cubrebocas de manera obligatoria y fomenta las aglomeraciones, es más que suficiente para propagar el virus.
Aún hay tiempo de que los tres órdenes de gobierno se pongan las pilas y actúen, con medidas más estrictas, aunque parezcan coercitivas y que se obligue de nuevo a guardar cuarentena.
Evidentemente, que esto afectará la economía de quienes viven al día, pero es preferible a ser contagiados por el patógeno, que ahora es más letal por tratarse de la variante Delta.
Así, que no queda de otra, o cumplimos con los protocolos sanitarios, usando el cubrebocas de manera obligatoria, el gel antibacterial y guardar la sana distancia, o de plano encomenarnos de una vez al creador.
¿O usted que opina querido lector?