/ martes 4 de agosto de 2020

La revolución de COVID

México se suscribe en el surrealismo. No hay cambios en ese sentido, al contrario, nuevas formas y actitudes van reafirmando lo que llevó a André Bretón a dar ésta definición al país, la más reciente, la petición de Gobernadores para la destitución de un Funcionario Federal.

La historia evidentemente no es resultado de una acción de un mero capricho de Mandatarios contra un Funcionario que salió a la luz pública a partir del conocimiento del Coronavirus en el mundo e iniciar una creciente escalada de confianza al presentar una seria propuesta de información. Pero se cayó. El científico que dejó de actuar como tal para convertirse en un político que terminó por cambiarlo.

La semana que concluyó una reunión entre Gobernadores y el Gobierno Federal representado por el Subsecretario de Promoción y Prevención de la Salud, Hugo López Gatell derivó en una amenaza de éste hacia los Mandatarios, el ejercicio de la acción penal a quien no se ajustara al Semáforo Epidemiológico, es decir, a quien no se ajuste al criterio Federal en el manejo de la crisis sanitaria.

El resultado no tardó en llegar, los Gobernadores de los Estados de Aguascalientes, Jalisco, Durango, Nuevo León, Tamaulipas, Coahuila, Michoacán, Colima, Chihuahua, Querétaro, hicieron una histórica "Alianza Federalista" y llamaron a "Resistir en Unidad" considerando que es "! ¡Nuestra Mayor Fortaleza!". Algo que parece rescatado de los momentos del país de Porfirio Díaz, para convertirse en una contemporánea revolución producto del mal manejo de la crisis provocada por el COVID-19.

Y pidieron, los 40 millones de ciudadanos que representan, "la salida inmediata de Hugo López Gatell, y se ponga al frente a un experto en la materia". Basados en que "a lo largo de más de 5 meses se ha politizado el uso de un mecanismo de protección para millones de mexicanos y mexicanas como es el uso de cubre bocas" y citan que las cifras no mienten cuando nuestro país atraviesa una de sus peores crisis.

Evidentemente el citado Funcionario no se manda solo. Responde a una estrategia que ha parecido venir de un poder político arriba de su encargo y que ha querido disminuir el riesgo de que arrastre a todos, no solo políticamente, sino en una realidad sanitaria y económica sin precedentes, se ha buscado un mecanismo inédito en la política que ayude a los gobernantes a no dejar vulnerado a quienes gobiernan.

Hay quienes, como el Senador Ricardo Monreal, ven que está solicitud más que perjudicar a López Gatell, lo beneficia. Quizá porque está haciendo bien el encargo, con los riesgos que tienen ya a México en el tercer escalón mundial, solo después de Estados Unidos y Brasil.

Y tal vez no sea separado, sino vuelto a respaldar, hasta diciembre, cuando pasen los otros dos meses marcados para un probable regreso a la vida de la Nueva normalidad, y se llegue el tiempo de ser colocado en una posición Electoral, para tenerlo de reserva para el tiempo por venir, aunque ahora el costo sea literal, el de perder la vida, un porcentaje de Gobernadores, de mexicanos y de confianza. Surrealismo?

México se suscribe en el surrealismo. No hay cambios en ese sentido, al contrario, nuevas formas y actitudes van reafirmando lo que llevó a André Bretón a dar ésta definición al país, la más reciente, la petición de Gobernadores para la destitución de un Funcionario Federal.

La historia evidentemente no es resultado de una acción de un mero capricho de Mandatarios contra un Funcionario que salió a la luz pública a partir del conocimiento del Coronavirus en el mundo e iniciar una creciente escalada de confianza al presentar una seria propuesta de información. Pero se cayó. El científico que dejó de actuar como tal para convertirse en un político que terminó por cambiarlo.

La semana que concluyó una reunión entre Gobernadores y el Gobierno Federal representado por el Subsecretario de Promoción y Prevención de la Salud, Hugo López Gatell derivó en una amenaza de éste hacia los Mandatarios, el ejercicio de la acción penal a quien no se ajustara al Semáforo Epidemiológico, es decir, a quien no se ajuste al criterio Federal en el manejo de la crisis sanitaria.

El resultado no tardó en llegar, los Gobernadores de los Estados de Aguascalientes, Jalisco, Durango, Nuevo León, Tamaulipas, Coahuila, Michoacán, Colima, Chihuahua, Querétaro, hicieron una histórica "Alianza Federalista" y llamaron a "Resistir en Unidad" considerando que es "! ¡Nuestra Mayor Fortaleza!". Algo que parece rescatado de los momentos del país de Porfirio Díaz, para convertirse en una contemporánea revolución producto del mal manejo de la crisis provocada por el COVID-19.

Y pidieron, los 40 millones de ciudadanos que representan, "la salida inmediata de Hugo López Gatell, y se ponga al frente a un experto en la materia". Basados en que "a lo largo de más de 5 meses se ha politizado el uso de un mecanismo de protección para millones de mexicanos y mexicanas como es el uso de cubre bocas" y citan que las cifras no mienten cuando nuestro país atraviesa una de sus peores crisis.

Evidentemente el citado Funcionario no se manda solo. Responde a una estrategia que ha parecido venir de un poder político arriba de su encargo y que ha querido disminuir el riesgo de que arrastre a todos, no solo políticamente, sino en una realidad sanitaria y económica sin precedentes, se ha buscado un mecanismo inédito en la política que ayude a los gobernantes a no dejar vulnerado a quienes gobiernan.

Hay quienes, como el Senador Ricardo Monreal, ven que está solicitud más que perjudicar a López Gatell, lo beneficia. Quizá porque está haciendo bien el encargo, con los riesgos que tienen ya a México en el tercer escalón mundial, solo después de Estados Unidos y Brasil.

Y tal vez no sea separado, sino vuelto a respaldar, hasta diciembre, cuando pasen los otros dos meses marcados para un probable regreso a la vida de la Nueva normalidad, y se llegue el tiempo de ser colocado en una posición Electoral, para tenerlo de reserva para el tiempo por venir, aunque ahora el costo sea literal, el de perder la vida, un porcentaje de Gobernadores, de mexicanos y de confianza. Surrealismo?