/ miércoles 15 de septiembre de 2021

La protección civil

Resulta que Acapulco no le interesa a nadie , solo a los mismos pobladores, ya que han pasado diversos días en que se sintió el terremoto. Los acapulqueños que se vieron afectados en sus viviendas, departamentos, edificios, hasta la fecha no han sido visitado por el personal de Protección Civil, ya sea federal, estatal o municipal, sin preocuparles a los tres niveles de gobierno la situación que se encuentran viviendo los acapulqueños; alguno todavía se encuentra durmiendo a la intemperie, aunado las lluvias que han azotado al puerto.

En varias colonias, fraccionamientos, unidades habitaciones, están esperando, que hagan acto de presencia del personal capacitado de Protección Civil para evaluar y verificar los daños de las estructuras de las viviendas, sin embargo ponen oídos sordos y ojos ciego, a la necesidad de la población, bueno del gobierno municipal ni esperar nada, ya que su dependencia de protección civil, existe solamente para que los trabajadores cobren.

Existen millas de casas y viviendas, departamentos, de las colonias, con daños mayores, y los habitantes de los mismos, no quieren regresar, hasta no estar bien informados, si las viviendas se encuentra aptas para seguir viviendo en ellas, pero ninguna autoridad encargada de los tres niveles de gobierno, en el área de protección civil, se han presentado para evaluar los daños, todo lo contrario, es necesario que los tres órganos de gobierno, tomen cartas en el asunto, ya que la ciudadanía quiere respuestas para tener la certeza de que su vivienda es útil para seguir habitándola.

Pareciera que los gobernantes ya están acostumbrados a que la ciudadanía se manifieste en las diversas calles y avenidas del puerto, para hacerles caso, como pasó en la comunidad de Xaltianguis, y varias comunidades que realizaron un bloqueo la carretera federal, para ser escuchados, por el Ejecutivo estatal, es necesario que el personal de Protección Civil, acuda a las diversas colonias del puerto, si es que hay personal capacitados para ese trabajo, ya que se requiere de ingenieros civiles, para que realicen este trabajo, y Protección Civil solamente tiene personal para sacar a la gente de sus viviendas y manifestarles que se vayan a los refugios temporales.

Es triste el poco apoyo que tiene la ciudadanía de parte de sus gobernantes, pero cuando andan en campaña prometen todo lo que sea necesario para que se les dé el voto; es el tiempo de que se le dé al pueblo la atención requerida ante las eventualidades de la naturaleza que han estado sucediendo a este bello puerto.

En alguna colonia que han solicitado apoyo del gobierno municipal, y cínicamente les dicen que ellos no tienen ni el personal ni la capacidad, para realizar o revisar los daños de las viviendas, ni mucho menos para evaluar los daños ocasionados por el terremoto, y el gobierno federal y del estado ni sus luces.

De por sí este puerto no tiene alarma sísmica para alertar a la ciudadanía de la aproximación de un sismo, claro está que ante los fenómenos de la naturaleza, no tenemos y no contamos con la protección civil requerida para estos casos.

El pueblo se encuentra estado de indefensión ante la opacidad y omisión de nuestros gobernantes, llámese federal, que solamente dice y dice y no hace nada; al estatal solamente haciéndole bloqueos para que atienda a la ciudadanía, y el municipal haga de cuenta que no existe, no se ve, ni mucho menos para apoyar en estas circunstancias a la ciudadanía, pobre pueblo de Acapulco.

Si nuestros impuestos no son implementados a estos rubros de desastres de la naturaleza, por los gobernantes, aunque existan pérdidas totales en las viviendas, departamentos, casa, unidades habitacionales, que el pueblo se rasque como pueda, mientras ellos se llevan el dinero.

Es el momento de que la sociedad sea una sola para ayudar a la gente que más lo necesita el día de hoy, porque si no nos ayudamos nosotros como sociedad ante los fenómenos naturales que hemos vivido actualmente, porque la ayuda de parte de nuestros gobernantes, hay que esperarnos sentados. ¿O usted qué opina amable lector?.


Resulta que Acapulco no le interesa a nadie , solo a los mismos pobladores, ya que han pasado diversos días en que se sintió el terremoto. Los acapulqueños que se vieron afectados en sus viviendas, departamentos, edificios, hasta la fecha no han sido visitado por el personal de Protección Civil, ya sea federal, estatal o municipal, sin preocuparles a los tres niveles de gobierno la situación que se encuentran viviendo los acapulqueños; alguno todavía se encuentra durmiendo a la intemperie, aunado las lluvias que han azotado al puerto.

En varias colonias, fraccionamientos, unidades habitaciones, están esperando, que hagan acto de presencia del personal capacitado de Protección Civil para evaluar y verificar los daños de las estructuras de las viviendas, sin embargo ponen oídos sordos y ojos ciego, a la necesidad de la población, bueno del gobierno municipal ni esperar nada, ya que su dependencia de protección civil, existe solamente para que los trabajadores cobren.

Existen millas de casas y viviendas, departamentos, de las colonias, con daños mayores, y los habitantes de los mismos, no quieren regresar, hasta no estar bien informados, si las viviendas se encuentra aptas para seguir viviendo en ellas, pero ninguna autoridad encargada de los tres niveles de gobierno, en el área de protección civil, se han presentado para evaluar los daños, todo lo contrario, es necesario que los tres órganos de gobierno, tomen cartas en el asunto, ya que la ciudadanía quiere respuestas para tener la certeza de que su vivienda es útil para seguir habitándola.

Pareciera que los gobernantes ya están acostumbrados a que la ciudadanía se manifieste en las diversas calles y avenidas del puerto, para hacerles caso, como pasó en la comunidad de Xaltianguis, y varias comunidades que realizaron un bloqueo la carretera federal, para ser escuchados, por el Ejecutivo estatal, es necesario que el personal de Protección Civil, acuda a las diversas colonias del puerto, si es que hay personal capacitados para ese trabajo, ya que se requiere de ingenieros civiles, para que realicen este trabajo, y Protección Civil solamente tiene personal para sacar a la gente de sus viviendas y manifestarles que se vayan a los refugios temporales.

Es triste el poco apoyo que tiene la ciudadanía de parte de sus gobernantes, pero cuando andan en campaña prometen todo lo que sea necesario para que se les dé el voto; es el tiempo de que se le dé al pueblo la atención requerida ante las eventualidades de la naturaleza que han estado sucediendo a este bello puerto.

En alguna colonia que han solicitado apoyo del gobierno municipal, y cínicamente les dicen que ellos no tienen ni el personal ni la capacidad, para realizar o revisar los daños de las viviendas, ni mucho menos para evaluar los daños ocasionados por el terremoto, y el gobierno federal y del estado ni sus luces.

De por sí este puerto no tiene alarma sísmica para alertar a la ciudadanía de la aproximación de un sismo, claro está que ante los fenómenos de la naturaleza, no tenemos y no contamos con la protección civil requerida para estos casos.

El pueblo se encuentra estado de indefensión ante la opacidad y omisión de nuestros gobernantes, llámese federal, que solamente dice y dice y no hace nada; al estatal solamente haciéndole bloqueos para que atienda a la ciudadanía, y el municipal haga de cuenta que no existe, no se ve, ni mucho menos para apoyar en estas circunstancias a la ciudadanía, pobre pueblo de Acapulco.

Si nuestros impuestos no son implementados a estos rubros de desastres de la naturaleza, por los gobernantes, aunque existan pérdidas totales en las viviendas, departamentos, casa, unidades habitacionales, que el pueblo se rasque como pueda, mientras ellos se llevan el dinero.

Es el momento de que la sociedad sea una sola para ayudar a la gente que más lo necesita el día de hoy, porque si no nos ayudamos nosotros como sociedad ante los fenómenos naturales que hemos vivido actualmente, porque la ayuda de parte de nuestros gobernantes, hay que esperarnos sentados. ¿O usted qué opina amable lector?.


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