/ miércoles 2 de diciembre de 2020

La locura según Einstein

Se le acredita a este genio de la Física haber expresado que la locura es “repetir una y otra vez lo mismo esperando resultados diferentes”. Tal vez lo sea o quizás sea terquedad o necedad, no podría precisarlo. En todo caso, reiterar una conducta esperando un resultado diferente al que se ha obtenido es infructuoso. Se da vuelta en círculo para llegar al mismo lugar y continuar en él (vicioso), como la mula atada al molino, que da vueltas en el mismo sitio. Ya estamos en el proceso electoral y habrá candidatos a gobernador, diputados, presidentes municipales que postularán diversos partidos políticos con una plataforma electoral (oferta política). ¿Y qué es lo que plantearán para cambiar la situación social, económica y política de Guerrero? Dejando aparte ocurrencias, frases ditirámbicas y demagógicas, ¿qué proponen para incrementar el producto interno bruto, para atraer inversiones, para mover los motores de los tres sectores de la economía? Porque si vamos a seguir dependiendo de participaciones federales (95 centavos de cada peso) y de lo poco que se genera aquí, vamos a tener el mismo resultado de marginación, pobreza, violencia y atraso social y económico con el que lidiamos hoy.

¿Qué pasaría si la sociedad política (los partidos) convocase a la sociedad civil para dialogar y exponer sobre aspiraciones, metas y objetivos estructurales a largo plazo y adoptar todos aquellos en los que haya coincidencia, dejando a un lado aquellos donde existan diferencias; no para obviarlos o soslayarlos, sino para irlos resolviendo en el devenir del diálogo y debate políticos mientras todos “jalamos” parejo, en un solo sentido, en la consecución de los objetivos en los que coincidimos?

Es decir, a qué tipo de sociedad o estadio de vida aspiramos a seis, doce, veinticuatro años, en materia de seguridad, empleo, inversiones, educación, transporte, vivienda, entre otros. No hay problema en los “qué”, sino en los “cómo” y “cuando”. Y es allí donde la sociedad política tiene que hacer sinergia con la sociedad civil para identificar los puntos coincidentes para trazar un plan del que deriven programas y de éstos las acciones correspondientes estableciendo los tramos de responsabilidad de los diferentes órdenes de gobierno y de las administraciones a lo largo del tiempo. Un “acuerdo en lo fundamental” o generacional al que se comprometan todos los partidos políticos seguir y hacer cumplir a los gobiernos que se formen durante una generación. ¿Es mucho pedir o soñar?

Se le acredita a este genio de la Física haber expresado que la locura es “repetir una y otra vez lo mismo esperando resultados diferentes”. Tal vez lo sea o quizás sea terquedad o necedad, no podría precisarlo. En todo caso, reiterar una conducta esperando un resultado diferente al que se ha obtenido es infructuoso. Se da vuelta en círculo para llegar al mismo lugar y continuar en él (vicioso), como la mula atada al molino, que da vueltas en el mismo sitio. Ya estamos en el proceso electoral y habrá candidatos a gobernador, diputados, presidentes municipales que postularán diversos partidos políticos con una plataforma electoral (oferta política). ¿Y qué es lo que plantearán para cambiar la situación social, económica y política de Guerrero? Dejando aparte ocurrencias, frases ditirámbicas y demagógicas, ¿qué proponen para incrementar el producto interno bruto, para atraer inversiones, para mover los motores de los tres sectores de la economía? Porque si vamos a seguir dependiendo de participaciones federales (95 centavos de cada peso) y de lo poco que se genera aquí, vamos a tener el mismo resultado de marginación, pobreza, violencia y atraso social y económico con el que lidiamos hoy.

¿Qué pasaría si la sociedad política (los partidos) convocase a la sociedad civil para dialogar y exponer sobre aspiraciones, metas y objetivos estructurales a largo plazo y adoptar todos aquellos en los que haya coincidencia, dejando a un lado aquellos donde existan diferencias; no para obviarlos o soslayarlos, sino para irlos resolviendo en el devenir del diálogo y debate políticos mientras todos “jalamos” parejo, en un solo sentido, en la consecución de los objetivos en los que coincidimos?

Es decir, a qué tipo de sociedad o estadio de vida aspiramos a seis, doce, veinticuatro años, en materia de seguridad, empleo, inversiones, educación, transporte, vivienda, entre otros. No hay problema en los “qué”, sino en los “cómo” y “cuando”. Y es allí donde la sociedad política tiene que hacer sinergia con la sociedad civil para identificar los puntos coincidentes para trazar un plan del que deriven programas y de éstos las acciones correspondientes estableciendo los tramos de responsabilidad de los diferentes órdenes de gobierno y de las administraciones a lo largo del tiempo. Un “acuerdo en lo fundamental” o generacional al que se comprometan todos los partidos políticos seguir y hacer cumplir a los gobiernos que se formen durante una generación. ¿Es mucho pedir o soñar?