/ lunes 5 de noviembre de 2018

La Guerra del Opio, el origen

En mis años de funcionario diplomático en el Servicio Exterior Mexicano, adscrito a la Embajada de México en Beijing, República Popular China, a principios de los años 80, con frecuencia me adentraba en Wangfujing, la avenida comercial más importante de la capital china.

Caminando entre el “mar de gente” a lo largo de restaurantes, tiendas departamentales y comercio de todo tipo, ubiqué las mejores librerías en la ciudad, de amplio contenido en temas y autores.

Fue una grata sorpresa encontrar libros traducidos al español -los había en los principales idiomas extranjeros- y así me hice de un buen acervo de textos editados por el Instituto de Lenguas Extranjeras de la Universidades Beida y Fudan en Beijing y Shanghai, respectivamente.

Buscando libros de historia china, me encontré uno que desde el título me llamó poderosamente la atención, por lo que significó en su momento para el entonces Imperio Qing, titulado La Guerra del Opio.

A fines del Siglo XVIII la Compañía de las Indias Orientales, que, de acuerdo a una disposición del gobierno inglés, monopolizó el comercio con Oriente, principalmente con India y China, lanzó una agresiva política comercial expansionista.

Las exportaciones inglesas a China, no fueron lo suficientemente rentables para sostener un comercio exitoso, resultado de la política de “puertas cerradas” del Imperio Qing.

En aquel entonces, los ingleses creyeron -como en la actualidad- que, “si se abría el mercado chino, las mercancías vendidas ahí, sobrepasarían a todas las vendidas en el resto del mundo”.

Con este escenario, en la última mitad del Siglo XVIII, los ingleses trataron por todos los medios abrir el mercado chino sin lograrlo; sin embargo, se dieron cuenta que el opio era una mercancía altamente rentable y así, pensaron que, “con buenas ventas entre sus estrafalarios y vacíos aristócratas, burócratas, terratenientes y comerciantes chinos”, lograrían abrir el mercado, decidiendo iniciar en China, el comercio ilegal del opio.

El opio fue producido primero en la India y el Asia Menor. Antes de 1767 las importaciones de opio a China desde la India no pasaban de “200 cajas de 100 kilos al año”. El gobierno Qing, permitía que el opio importado fuera utilizado como ingrediente medicinal.

En 1773, el gobierno de la India Británica adoptó la política de exportaciones a gran escala a China y garantizó a la Compañía de las Indias Orientales el derecho de monopolizar dicho comercio en la India. Para asegurar el cumplimiento de su política, en 1797 también dio a la Compañía el derecho exclusivo de procesar el opio. Hacia el año 1800, el opio introducido a China había llegado a 2000 cajas de 100 kilos.

Ya con el monopolio en la producción y ventas de opio, la Compañía de las Indias Orientales hizo su máximo esfuerzo por aumentar su rendimiento y exportación. Presionó a los campesinos hindúes para aumentar los cultivos y construir laboratorios en Calcuta para procesar grandes cantidades de opioides que satisficiera los gustos de los opiómanos chinos. Con la complicidad de funcionarios gubernamentales de la India Británica, la Compañía remató abiertamente la droga a comerciantes que la introducían ilegalmente a China.

Así dio inicio el tráfico ilegal del opio que trajo enormes beneficios a la Compañía de las Indias Orientales, al gobierno de la India Británica y a los nuevos negociantes en opio, a quienes resultó un renglón fabulosamente rentable, a tal grado que, antes de la guerra, el opio introducido era más lucrativo que cualquier comercio legal con China, por una parte, no había ningún impuesto que pagar, por la otra, los importadores chinos liquidaban sus compras de opio por adelantado.

Estimado lector, espero seguir manteniendo el interés del relato del libro en próximas colaboraciones, para tratar de explicar el origen y la posterior vinculación de los gobiernos de Inglaterra, Estados Unidos y Francia en la Guerra del Opio de 1840-42.

Como siempre, usted tiene la mejor opinión.


En mis años de funcionario diplomático en el Servicio Exterior Mexicano, adscrito a la Embajada de México en Beijing, República Popular China, a principios de los años 80, con frecuencia me adentraba en Wangfujing, la avenida comercial más importante de la capital china.

Caminando entre el “mar de gente” a lo largo de restaurantes, tiendas departamentales y comercio de todo tipo, ubiqué las mejores librerías en la ciudad, de amplio contenido en temas y autores.

Fue una grata sorpresa encontrar libros traducidos al español -los había en los principales idiomas extranjeros- y así me hice de un buen acervo de textos editados por el Instituto de Lenguas Extranjeras de la Universidades Beida y Fudan en Beijing y Shanghai, respectivamente.

Buscando libros de historia china, me encontré uno que desde el título me llamó poderosamente la atención, por lo que significó en su momento para el entonces Imperio Qing, titulado La Guerra del Opio.

A fines del Siglo XVIII la Compañía de las Indias Orientales, que, de acuerdo a una disposición del gobierno inglés, monopolizó el comercio con Oriente, principalmente con India y China, lanzó una agresiva política comercial expansionista.

Las exportaciones inglesas a China, no fueron lo suficientemente rentables para sostener un comercio exitoso, resultado de la política de “puertas cerradas” del Imperio Qing.

En aquel entonces, los ingleses creyeron -como en la actualidad- que, “si se abría el mercado chino, las mercancías vendidas ahí, sobrepasarían a todas las vendidas en el resto del mundo”.

Con este escenario, en la última mitad del Siglo XVIII, los ingleses trataron por todos los medios abrir el mercado chino sin lograrlo; sin embargo, se dieron cuenta que el opio era una mercancía altamente rentable y así, pensaron que, “con buenas ventas entre sus estrafalarios y vacíos aristócratas, burócratas, terratenientes y comerciantes chinos”, lograrían abrir el mercado, decidiendo iniciar en China, el comercio ilegal del opio.

El opio fue producido primero en la India y el Asia Menor. Antes de 1767 las importaciones de opio a China desde la India no pasaban de “200 cajas de 100 kilos al año”. El gobierno Qing, permitía que el opio importado fuera utilizado como ingrediente medicinal.

En 1773, el gobierno de la India Británica adoptó la política de exportaciones a gran escala a China y garantizó a la Compañía de las Indias Orientales el derecho de monopolizar dicho comercio en la India. Para asegurar el cumplimiento de su política, en 1797 también dio a la Compañía el derecho exclusivo de procesar el opio. Hacia el año 1800, el opio introducido a China había llegado a 2000 cajas de 100 kilos.

Ya con el monopolio en la producción y ventas de opio, la Compañía de las Indias Orientales hizo su máximo esfuerzo por aumentar su rendimiento y exportación. Presionó a los campesinos hindúes para aumentar los cultivos y construir laboratorios en Calcuta para procesar grandes cantidades de opioides que satisficiera los gustos de los opiómanos chinos. Con la complicidad de funcionarios gubernamentales de la India Británica, la Compañía remató abiertamente la droga a comerciantes que la introducían ilegalmente a China.

Así dio inicio el tráfico ilegal del opio que trajo enormes beneficios a la Compañía de las Indias Orientales, al gobierno de la India Británica y a los nuevos negociantes en opio, a quienes resultó un renglón fabulosamente rentable, a tal grado que, antes de la guerra, el opio introducido era más lucrativo que cualquier comercio legal con China, por una parte, no había ningún impuesto que pagar, por la otra, los importadores chinos liquidaban sus compras de opio por adelantado.

Estimado lector, espero seguir manteniendo el interés del relato del libro en próximas colaboraciones, para tratar de explicar el origen y la posterior vinculación de los gobiernos de Inglaterra, Estados Unidos y Francia en la Guerra del Opio de 1840-42.

Como siempre, usted tiene la mejor opinión.


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