/ jueves 14 de mayo de 2020

La derrota

En términos náuticos la “derrota” es la línea que, en un mapa o carta marítima, señala el rumbo o dirección de una embarcación. Permítame hacer una analogía: si consideráramos a nuestro país con una embarcación y las políticas económicas, jurídicas y sociales que esta administración está implementando -al decir de Carlos Urzúa, sin sustento en la evidencia- como la línea o rumbo que señala la dirección hacia la que vamos, nos dirigimos al abismo. De enero a abril la tenencia de acciones de empresas mexicanas en manos de inversionistas extranjeros cayó 34.8 por ciento, en 52 mil 649 millones de dólares; la tenencia de valores gubernamentales en manos de extranjeros acumula una caída de 16.78 por ciento, con una salida de 318 mil millones de pesos. Se prevé que el éxodo de capital foráneo en portafolio podría duplicarse para llegar a unos 600 mil millones de pesos una caída del 30 por ciento. De acuerdo al INEGI durante el primer trimestre la producción nacional se contrajo -2.4% respecto al primer trimestre del 2019. Con ello, la producción se cayó a una tasa de 5 por ciento anual. La producción industrial cayó 3.4 por ciento respecto a febrero. La manufactura, -4.8 por ciento mensual; la construcción -1.4 por ciento; la minería -0.9 por ciento.

El Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social (Coneval), en su reciente reporte explica que con una caída de -6 por ciento de la economía y de cinco por ciento generalizado del ingreso, en este año, la pobreza extrema (personas cuyos ingreso no les alcanza para una canasta básica) pasará de 21 millones en 2018 a 31.7 millones al cierre de este año. Esta institución considera que el número de personas en condición de pobreza (quienes no les alcanza su ingreso para una canasta básica) podría aumentar en una cifra de entre 8.9 a 9.8 millones de personas, y de 6.1 a 10.7 millones los que viven en pobreza extrema. Nunca se había producido un incremento tan rápido en el número de pobres.

El IMSS acaba de informar que en abril se perdieron 555 mil empleos, que se suman a los 131 mil que se perdieron marzo, para dar un total de 686 mil puestos de trabajo que ya no existen. Más de 6 mil 689 empresarios se dieron de baja en abril. Jamás se había registrado una caída de esta envergadura; aunque en esta administración es el tercer mes en que hay un dato excepcional. Mientras tanto, el PIB sigue en caída libre, y todos los bancos, las calificadoras e instituciones no gubernamentales prevén que caiga hasta un 7 por ciento. Estos son algunos datos que apuntan un rumbo. No hay datos en contrario. En contraste sigue adelante el delirio (presencia insistente de ideas que un individuo hace suyas otorgándole inmunidad ante cualquier análisis, crítica, contraste contra la experiencia o a las pruebas) de construir una refinería, un tren, un aeropuerto; habiendo destruido otro (que pagaremos todos los mexicanos), el sistema de salud, el sistema de protección a niños y mujeres, entre otros despropósitos.

En términos náuticos la “derrota” es la línea que, en un mapa o carta marítima, señala el rumbo o dirección de una embarcación. Permítame hacer una analogía: si consideráramos a nuestro país con una embarcación y las políticas económicas, jurídicas y sociales que esta administración está implementando -al decir de Carlos Urzúa, sin sustento en la evidencia- como la línea o rumbo que señala la dirección hacia la que vamos, nos dirigimos al abismo. De enero a abril la tenencia de acciones de empresas mexicanas en manos de inversionistas extranjeros cayó 34.8 por ciento, en 52 mil 649 millones de dólares; la tenencia de valores gubernamentales en manos de extranjeros acumula una caída de 16.78 por ciento, con una salida de 318 mil millones de pesos. Se prevé que el éxodo de capital foráneo en portafolio podría duplicarse para llegar a unos 600 mil millones de pesos una caída del 30 por ciento. De acuerdo al INEGI durante el primer trimestre la producción nacional se contrajo -2.4% respecto al primer trimestre del 2019. Con ello, la producción se cayó a una tasa de 5 por ciento anual. La producción industrial cayó 3.4 por ciento respecto a febrero. La manufactura, -4.8 por ciento mensual; la construcción -1.4 por ciento; la minería -0.9 por ciento.

El Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social (Coneval), en su reciente reporte explica que con una caída de -6 por ciento de la economía y de cinco por ciento generalizado del ingreso, en este año, la pobreza extrema (personas cuyos ingreso no les alcanza para una canasta básica) pasará de 21 millones en 2018 a 31.7 millones al cierre de este año. Esta institución considera que el número de personas en condición de pobreza (quienes no les alcanza su ingreso para una canasta básica) podría aumentar en una cifra de entre 8.9 a 9.8 millones de personas, y de 6.1 a 10.7 millones los que viven en pobreza extrema. Nunca se había producido un incremento tan rápido en el número de pobres.

El IMSS acaba de informar que en abril se perdieron 555 mil empleos, que se suman a los 131 mil que se perdieron marzo, para dar un total de 686 mil puestos de trabajo que ya no existen. Más de 6 mil 689 empresarios se dieron de baja en abril. Jamás se había registrado una caída de esta envergadura; aunque en esta administración es el tercer mes en que hay un dato excepcional. Mientras tanto, el PIB sigue en caída libre, y todos los bancos, las calificadoras e instituciones no gubernamentales prevén que caiga hasta un 7 por ciento. Estos son algunos datos que apuntan un rumbo. No hay datos en contrario. En contraste sigue adelante el delirio (presencia insistente de ideas que un individuo hace suyas otorgándole inmunidad ante cualquier análisis, crítica, contraste contra la experiencia o a las pruebas) de construir una refinería, un tren, un aeropuerto; habiendo destruido otro (que pagaremos todos los mexicanos), el sistema de salud, el sistema de protección a niños y mujeres, entre otros despropósitos.