/ lunes 7 de marzo de 2022

Inmersos en violencia

La elección de junio de 2021 dejó en el Poder Ejecutivo de Michoacán, a Alfredo Ramírez Bedolla y en Querétaro a Mauricio Kuri González, quienes estarán, si el tiempo y las circunstancias así lo dan, hasta el 2027. El primero representa a la coalición Morena -PT, el segundo al PAN y Querétaro Independiente. Ambos mandatarios han enfrentado en menos de 10 días dos circunstancias de violencia, y son dos respuestas distintas de cara a los hechos.

Inmersos en violencia ¿cómo podemos considerar que haya paz?

La violencia verbal y la falta de un conductor de timón en el Poder Ejecutivo Federal que genere confianza de que sabe lo que hace ¿forma parte del efecto violento que vivimos?

El discurso de “abrazos no balazos”, el “no hay cadáveres”, del Presidente AMLO; el “sigan sentados” a la prensa, por el responsable de Protección Civil de Palacio Nacional; el “pobres pendejos”, del candidato de MC a la gubernatura, José Luis Pech, de Quintana Roo; “mercenarios de los medios de comunicación que se hacen llamar periodistas” de Mario Delgado, ¿forma parte de esa vulnerabilidad a los periodistas que ha dejado 9 sin vida?

La sensación de impunidad que acompaña las descalificaciones ha dejado a la sociedad a merced del fanatismo en la política, en la administración, y ahora, en un tufo que se advierte para intentar linchar un gobierno de oposición al establecido en la sede de Palacio Nacional, cuando la sociedad está demandando seguridad y está de luto ante el resultado grotesco de acciones de violencia.

Usted escuchó la posición del gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, sobre la ejecución de 17 personas en San José de Gracia, municipio de Marcos Castellanos, o solo la voz desde la Presidencia acusando con dedo flamígero al periódico Reforma de informar el hecho donde “ no hay cadáveres”, pero que las redes mostraron el momento mismo de la ejecución, de la limpieza del área, del silencio del gobernante.

No, su voz no se escuchó, dejó que la protección presidencial lo cubriera, al fin y al cabo ¿no son por eso del mismo partido? Pero el gobernador de Querétaro, Mauricio Kuri salió y dio la cara en un discurso en donde no solo reconocía el hecho y las fallas probables, sino que le decía a los responsables “vamos por ustedes”.

Y alertaba sobre el tufillo de quienes están como cavernícolas al acecho de los que osaron votar contra MORENA para acabarlos, sin sumar esfuerzos para que la ciudadanía mexicana tengamos toda la cobertura de la seguridad que como tal merecemos y que los gobiernos, provengan del partido que sea, al asumir el poder, den resultados sin más trámites, aunque conozcamos la inclinación de sus corazones e intereses.

Lo sucedido en el estadio Corregidora muestra que la violencia nos ha carcomido y que no se detiene ante nada y ante nadie, que siente la cobertura de la impunidad y les hace actuar pues si los acusan con su mamá o sus abuelitas, algunos ni las tienen y aún teniéndolas, no las respetan porque carecen de valores.

Mientras no haya políticas generales, mientras no haya el reconocimiento de la existencia de la violencia, mientras no haya respeto a la pluralidad política, mientras no se permita la expresión distinta a la oficial, no podremos mostrarnos como un país en evolución, sino todo lo contrario en la involución de la división desde el mismo poder. ¿Surrealismo?

La elección de junio de 2021 dejó en el Poder Ejecutivo de Michoacán, a Alfredo Ramírez Bedolla y en Querétaro a Mauricio Kuri González, quienes estarán, si el tiempo y las circunstancias así lo dan, hasta el 2027. El primero representa a la coalición Morena -PT, el segundo al PAN y Querétaro Independiente. Ambos mandatarios han enfrentado en menos de 10 días dos circunstancias de violencia, y son dos respuestas distintas de cara a los hechos.

Inmersos en violencia ¿cómo podemos considerar que haya paz?

La violencia verbal y la falta de un conductor de timón en el Poder Ejecutivo Federal que genere confianza de que sabe lo que hace ¿forma parte del efecto violento que vivimos?

El discurso de “abrazos no balazos”, el “no hay cadáveres”, del Presidente AMLO; el “sigan sentados” a la prensa, por el responsable de Protección Civil de Palacio Nacional; el “pobres pendejos”, del candidato de MC a la gubernatura, José Luis Pech, de Quintana Roo; “mercenarios de los medios de comunicación que se hacen llamar periodistas” de Mario Delgado, ¿forma parte de esa vulnerabilidad a los periodistas que ha dejado 9 sin vida?

La sensación de impunidad que acompaña las descalificaciones ha dejado a la sociedad a merced del fanatismo en la política, en la administración, y ahora, en un tufo que se advierte para intentar linchar un gobierno de oposición al establecido en la sede de Palacio Nacional, cuando la sociedad está demandando seguridad y está de luto ante el resultado grotesco de acciones de violencia.

Usted escuchó la posición del gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, sobre la ejecución de 17 personas en San José de Gracia, municipio de Marcos Castellanos, o solo la voz desde la Presidencia acusando con dedo flamígero al periódico Reforma de informar el hecho donde “ no hay cadáveres”, pero que las redes mostraron el momento mismo de la ejecución, de la limpieza del área, del silencio del gobernante.

No, su voz no se escuchó, dejó que la protección presidencial lo cubriera, al fin y al cabo ¿no son por eso del mismo partido? Pero el gobernador de Querétaro, Mauricio Kuri salió y dio la cara en un discurso en donde no solo reconocía el hecho y las fallas probables, sino que le decía a los responsables “vamos por ustedes”.

Y alertaba sobre el tufillo de quienes están como cavernícolas al acecho de los que osaron votar contra MORENA para acabarlos, sin sumar esfuerzos para que la ciudadanía mexicana tengamos toda la cobertura de la seguridad que como tal merecemos y que los gobiernos, provengan del partido que sea, al asumir el poder, den resultados sin más trámites, aunque conozcamos la inclinación de sus corazones e intereses.

Lo sucedido en el estadio Corregidora muestra que la violencia nos ha carcomido y que no se detiene ante nada y ante nadie, que siente la cobertura de la impunidad y les hace actuar pues si los acusan con su mamá o sus abuelitas, algunos ni las tienen y aún teniéndolas, no las respetan porque carecen de valores.

Mientras no haya políticas generales, mientras no haya el reconocimiento de la existencia de la violencia, mientras no haya respeto a la pluralidad política, mientras no se permita la expresión distinta a la oficial, no podremos mostrarnos como un país en evolución, sino todo lo contrario en la involución de la división desde el mismo poder. ¿Surrealismo?