A pocos días de que concluya el año 2021, sigue manifestándose como un hecho innegable las incuantificables pérdidas que ha ocasionado el virus SARS-Cov-2 y sus diversas variantes con las que ha evolucionado vertiginosamente, implicando más de 260 millones de personas contagiadas, así como más de 5 millones de decesos en el orbe.
En el caso de nuestro país la cifra de mexicanos fallecidos a causa del denominado Covid-19 asciende a cientos de miles. Donde desafortunadamente las malas decisiones tomadas por el gobierno federal han permeado en picos incontrolables de decesos y propagación de contagios, entrando a una tercera ola de la pandemia que azota a nuestro país de manera brutal y sin avisos de desacelerar en el futuro próximo.
Cabe recordar que durante el mes de julio pasado, en México, la aceleración de contagios por la variante delta, fue de 279 por ciento en el número de nuevos casos diarios.
De forma paralela, el aumento en el número de fallecidos en México, lamentablemente ha sido mucho mayor que a nivel global, pues sólo en el mes de julio, hubo un incremento de 136 por ciento. Además, con base en un estudio publicado por la UNAM, nuestro país es el primer lugar de América en defunciones de personal de la salud con un total de 4 mil 84 casos registrados, lo que se traduce en casi el 40% del total en el continente.
Cabe precisar que la investigación elaborada por la Facultad de Medicina de la UNAM, señala que en todo el continente americano se han notificado, de acuerdo con datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) un millón 763 mil 315 contagios entre personal médico, incluidas 10 mil 278 muertes.
A ello hay que sumar el inconcebible dato que hablando de defunciones, nuestro país fue el primer lugar con 4 mil 54 muertes del personal médico, correspondiendo al 39.7% de todas las muertes acaecidas en América Latina.
Deplorablemente, lo más lamentable es que esto ha sido provocado por fallas y deficiencias en la adquisición y entrega de materiales de protección para el personal de salud que atienden el Covid-19 en el país. Basta con recordar que al inicio de la contingencia, eran los médicos y enfermeros los que tenían que conseguir el material de protección, con sus propios recursos, ya que el gobierno federal los había dejado a la deriva.
No debemos permitir que nuestro país siga ocupando ese vergonzoso lugar en América Latina ni que los errores cometidos por el gobierno federal durante la pandemia siga cobrando la vida del personal de salud que se encuentra en la primera línea de batalla.
Por ello, es apremiante que el gobierno federal asuma sus responsabilidades y garantice la seguridad y bienestar del personal médico. Y una de las vías es brindar el abasto de material de protección para el personal médico y de apoyo al personal médico que atiende los contagios del coronavirus, al tiempo de implementar los protocolos necesarios de prevención y cuidado del personal contagiado, en aras de disminuir al mínimo la mortalidad en este sector.
*Senador de la República
@manuelanorve
