/ jueves 26 de diciembre de 2019

Guerrero, tierra de oportunidades para la inversión

Es evidente que no es nada fácil gobernar un estado como el nuestro, porque esto constituye un reto y se tiene que aplicar todo el oficio político para poder llevar a buen puerto los desafíos que entraña Guerrero.

Eso es lo que está hizo el gobernador Héctor Astudillo Flores, en estos primeros cuatro de administración, que ha ido con paso lento, es cierto, pero seguro, pese al estado de ingobernabilidad que encontró a su llegada.

Hoy se respira un ambiente diferente, hay estabilidad y se continúa trabajando por el progreso del estado, a pesar de las limitantes y el espinoso tema de la inseguridad, que, hay que decirlo, no es privativo de este estado, sino de todo el país.

Al menos esa es la apreciación de este que escribe, porque lo he palpado y si alguien no está de acuerdo conmigo, respeto su opinión y tendrá otra visión, pero creo que se ha mejorado la situación y se atiende la problemática existente.

Esto ha dado pie para traer la inversión al estado, que en este 2019 cerró con más de seis mil millones de pesos, de acuerdo a cifras oficiales dadas a conocer por el director general de la Promotora Turística, Manlio Fabio Pano Mendoza.

Por cierto, hizo una importante declaración de que el Partenón, si, esa residencia que fue construida por Arturo “El negro” Durazo, en el puerto de Zihuatanejo, es ya propiedad del gobierno del estado y se espera que sirva de atractivo turístico o como espacio cultural.

Además, en los primeros días de enero del 2020, Pano Mendoza, también confirmó que el titular del ejecutivo del estado, Astudillo Flores, colocará las dos primeras piedras de igual número de desarrollos turísticos en la Zona Diamante de Acapulco.

Como ven, no todas son malas noticias, hay todavía confianza en este estado suriano, para continuar invirtiéndole y generar fuentes de trabajo, que tanto se necesita en estos días difíciles, porque tampoco aterriza el nuevo gobierno de la Cuarta Transformación.

Es evidente que no es nada fácil gobernar un estado como el nuestro, porque esto constituye un reto y se tiene que aplicar todo el oficio político para poder llevar a buen puerto los desafíos que entraña Guerrero.

Eso es lo que está hizo el gobernador Héctor Astudillo Flores, en estos primeros cuatro de administración, que ha ido con paso lento, es cierto, pero seguro, pese al estado de ingobernabilidad que encontró a su llegada.

Hoy se respira un ambiente diferente, hay estabilidad y se continúa trabajando por el progreso del estado, a pesar de las limitantes y el espinoso tema de la inseguridad, que, hay que decirlo, no es privativo de este estado, sino de todo el país.

Al menos esa es la apreciación de este que escribe, porque lo he palpado y si alguien no está de acuerdo conmigo, respeto su opinión y tendrá otra visión, pero creo que se ha mejorado la situación y se atiende la problemática existente.

Esto ha dado pie para traer la inversión al estado, que en este 2019 cerró con más de seis mil millones de pesos, de acuerdo a cifras oficiales dadas a conocer por el director general de la Promotora Turística, Manlio Fabio Pano Mendoza.

Por cierto, hizo una importante declaración de que el Partenón, si, esa residencia que fue construida por Arturo “El negro” Durazo, en el puerto de Zihuatanejo, es ya propiedad del gobierno del estado y se espera que sirva de atractivo turístico o como espacio cultural.

Además, en los primeros días de enero del 2020, Pano Mendoza, también confirmó que el titular del ejecutivo del estado, Astudillo Flores, colocará las dos primeras piedras de igual número de desarrollos turísticos en la Zona Diamante de Acapulco.

Como ven, no todas son malas noticias, hay todavía confianza en este estado suriano, para continuar invirtiéndole y generar fuentes de trabajo, que tanto se necesita en estos días difíciles, porque tampoco aterriza el nuevo gobierno de la Cuarta Transformación.