/ jueves 8 de julio de 2021

Guerrero: Pobreza, educación y violencia

El Informe de Pobreza y Evaluación 2020, del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, por sus siglas CONEVAL, nos indican que en 2018 el 66.5 por ciento (2 millones 412 mil 200 personas) de guerrerenses vivía en la pobreza (con al menos una carencia social). De esta población, el 39.7 por ciento (1 millón 440 mil 800 personas) estaba en situación de pobreza moderada. El 26.8 por ciento (aproximadamente 971 mil 400 personas) se encontraba en situación de pobreza extrema (con tres o más carencias sociales). El informe nos sigue diciendo que el porcentaje de pobreza en Guerrero es 24.6 puntos porcentuales mayor que el porcentaje nacional, que es de 41.9 por ciento. En ese mismo año, “el porcentaje de población vulnerable por carencias sociales en Guerrero fue de 23.2 por ciento, es decir, 843,300 personas, aproximadamente, presentaron al menos una carencia. Al mismo tiempo, 3.0 por ciento de la población era vulnerable por ingresos, lo que significa que alrededor de 110,400 personas no tenían los ingresos suficientes para satisfacer sus necesidades básicas. Finalmente, la población no pobre y no vulnerable de la entidad federativa representó el 7.3 por ciento, aproximadamente 263,200 personas.”

En el ámbito municipal, “San Marcos fue el municipio que presentó la mayor reducción en su porcentaje de pobreza, con una diferencia de 23.3 puntos porcentuales entre 2010 y 2015. El municipio con mayor aumento de pobreza fue Acapulco de Juárez, ya que incrementó su porcentaje de pobreza en 7.5 puntos porcentuales.”

En materia de educación con datos del INEGI y la SEP, en 2020, el grado promedio de escolaridad de la población de 15 años y más de edad es de 8.4 (segundo de secundaria). De cada 100 personas de 15 años y más, 12 no tienen instrucción alguna, 51 sólo tienen la primaria, 22 la educación media superior y sólo 16 terminaron la educación superior. 12 de cada 100 personas son analfabetas. El 94 por ciento de niños y adolescentes, de ambos sexos, entre los seis a 14 años de edad, asisten a la escuela.

En lo que respecta a la violencia, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública informa que, de enero a mayo del 2021, la incidencia delictiva en Guerrero fue de 10,290 hechos ilícitos (homicidios, secuestros, extorsiones).

Con estos índices, no es extraño que nuestra entidad federativa se encuentre en el penúltimo lugar de competitividad, de acuerdo al IMCO. De allí que, para elaborar cualquier plan y programas, se debe partir de los datos duros que nos proporcionan las instituciones encargadas de realizar las mediciones y evaluaciones con base en metodologías científicas. Para resolverlos problemas, primero hay que reconocerlos. Como el lema del CONEVAL advierte: “Lo que se mide, se puede mejorar”.

El Informe de Pobreza y Evaluación 2020, del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, por sus siglas CONEVAL, nos indican que en 2018 el 66.5 por ciento (2 millones 412 mil 200 personas) de guerrerenses vivía en la pobreza (con al menos una carencia social). De esta población, el 39.7 por ciento (1 millón 440 mil 800 personas) estaba en situación de pobreza moderada. El 26.8 por ciento (aproximadamente 971 mil 400 personas) se encontraba en situación de pobreza extrema (con tres o más carencias sociales). El informe nos sigue diciendo que el porcentaje de pobreza en Guerrero es 24.6 puntos porcentuales mayor que el porcentaje nacional, que es de 41.9 por ciento. En ese mismo año, “el porcentaje de población vulnerable por carencias sociales en Guerrero fue de 23.2 por ciento, es decir, 843,300 personas, aproximadamente, presentaron al menos una carencia. Al mismo tiempo, 3.0 por ciento de la población era vulnerable por ingresos, lo que significa que alrededor de 110,400 personas no tenían los ingresos suficientes para satisfacer sus necesidades básicas. Finalmente, la población no pobre y no vulnerable de la entidad federativa representó el 7.3 por ciento, aproximadamente 263,200 personas.”

En el ámbito municipal, “San Marcos fue el municipio que presentó la mayor reducción en su porcentaje de pobreza, con una diferencia de 23.3 puntos porcentuales entre 2010 y 2015. El municipio con mayor aumento de pobreza fue Acapulco de Juárez, ya que incrementó su porcentaje de pobreza en 7.5 puntos porcentuales.”

En materia de educación con datos del INEGI y la SEP, en 2020, el grado promedio de escolaridad de la población de 15 años y más de edad es de 8.4 (segundo de secundaria). De cada 100 personas de 15 años y más, 12 no tienen instrucción alguna, 51 sólo tienen la primaria, 22 la educación media superior y sólo 16 terminaron la educación superior. 12 de cada 100 personas son analfabetas. El 94 por ciento de niños y adolescentes, de ambos sexos, entre los seis a 14 años de edad, asisten a la escuela.

En lo que respecta a la violencia, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública informa que, de enero a mayo del 2021, la incidencia delictiva en Guerrero fue de 10,290 hechos ilícitos (homicidios, secuestros, extorsiones).

Con estos índices, no es extraño que nuestra entidad federativa se encuentre en el penúltimo lugar de competitividad, de acuerdo al IMCO. De allí que, para elaborar cualquier plan y programas, se debe partir de los datos duros que nos proporcionan las instituciones encargadas de realizar las mediciones y evaluaciones con base en metodologías científicas. Para resolverlos problemas, primero hay que reconocerlos. Como el lema del CONEVAL advierte: “Lo que se mide, se puede mejorar”.