Reconocemos en la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro) que la paz es una decisión histórica y que nuestro estado no se encuentra condenado a la violencia. Por ello, jugamos un papel destacado en el proceso de “cultivar la paz”. Nuestras referencias en este hacer, emergen de los programas de fortalecimiento a la juventud guerrerense y la consolidación de la inclusión social.
Acumulado estratégico, que hoy nos ha permitido el trabajo colectivo para enfrentar la pandemia de la Covid-19, una de las más fuertes crisis de la humanidad que se convierte acuciosamente en crisis de derechos humanos.
Las acciones y los diversos diálogos que realizamos para incidir y contribuir a los esfuerzos de transitar de las violencias a una cultura de paz en Guerrero, se han llevado a cabo desde nuestra gobernanza y con el tesón de nuestra comunidad universitaria sustentada en la ciencia y tecnología.
En donde, para la conversión hacia la paz hacemos uso de la investigación, la docencia, la extensión y la intervención social. Misiones que fortalecemos con alianzas y redes entre la UAGro, las dependencias gubernamentales nacionales y las organizaciones de cooperación internacional.
A la vez, fomentamos el trabajo conjunto con movimientos sociales y populares, que nos permite contribuir a las poblaciones vulneradas para cumplir los sendos retos de paz que se tienen en Guerrero.
Una de las muestras del compromiso nacional por una cultura de paz en Guerrero, es la implementación de la Estrategia Nacional de Prevención de las Adicciones “Juntos por la Paz” que fue inaugurada por el Vocero de la Presidencia, Jesús Ramírez Cuevas, el pasado 13 de marzo de 2020 en la ciudad de Chilpancingo, con el acompañamiento de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), la Liga Mundial de Abogados Ambientalistas y autoridades de Pueblos originarios y afromexicanos.
Así como también, el trabajo sistemático en el grupo de Cultura de Paz de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), en esta relación sólida, participé como Rector en la apertura del ciclo de conferencias del Seminario de Paz-ANUIES y el Coordinador de nuestra Cátedra para la Paz-UAGro fue el ponente inaugural con la disertación: Construcción de cultura de paz en México en los tiempos de postCovid-19.
La Cátedra para la Paz-UAGro es una de las iniciativas de construcción de la paz adaptada al contexto de este territorio histórico de luchas sociales, de enfrentamientos a desastres naturales y de pensamientos milenarios de los pueblos originarios y afromexicanos.
La Cátedra se sustenta en la perspectiva de género, de víctimas y de etnias. Además, tiene como elementos centrales la justicia social, los derechos humanos y los derechos de la naturaleza.
Es así, bajo la consideración que la educación es el instrumento que nos permite la construcción de la cultura de paz, desde mayo de 2019, el Honorable Consejo Universitario aprobó la asignatura transversal denominada Construcción de la Paz, a orientarse en todos los niveles educativos de la universidad, convirtiendo a la UAGro en pionera en el impulso del principio de paz como criterio educativo nacional de la Ley General de Educación de 2019 y de los lineamientos de la cultura de la paz, convivencia democrática en las escuelas y entornos escolares libres de violencia de su Ley Marco de Educación para las Entidades Federativas.
Con base en nuestro ideario de paz y fundamento de ciencia y tecnología hacemos frente a la propagación mundial de la pandemia causada por el coronavirus SARS-CoV-2 con diversas acciones de dignidad, inclusión, derechos humanos y de salud para las y los guerrerenses; por medio de diversas actividades académicas le ofrecemos a las poblaciones de Guerrero las posibilidades de saber qué y por qué esta pandemia de la Covid-19 ha obligado que un tercio de la humanidad se encuentre en sus casas, que el cierre de las escuelas afecte a casi 1,300 millones de estudiantes, que la letalidad del coronavirus ha contagiado más de cinco millones de personas y ha generado más de trescientos mil muertes en el mundo.
El paso que hemos conseguido de una universidad politizada a una universidad basada en la ciencia y tecnología, nos ha permitido diseñar y establecer rápidamente diez acciones para luchar contra los estragos de la Covid-19:
1.- Plan de continuidad académica en modalidad virtual. En la que se despliegan cada uno de los cursos de la universidad y las preparatorias. Se estableció un programa emergente de formación de profesores para el uso de este ecosistema educativo.
2.- Para garantizar a la comunidad estudiantil sus procesos de legalidad educativa, se entregan títulos y se prestan todos los servicios escolares de forma electrónica. A la vez, que somos una de las primeras universidades que realizó una sustentación en línea de un examen de graduación en posgrado.
3.- Para contribuir a fortalecer la población vulnerada, en Chilpancingo y en Acapulco ofrecemos el servicio de comedor universitario.
4.- Para aportar a los procesos de cuidado, se han elaborado más de 25 mil litros de gel antibacterial.
5.- Ante la importancia de evitar el contagio se elaboran caretas y cubrebocas.
6.- Se estableció un Call Center: de apoyo psicológico para atender a los universitarios y al público en general por los problemas que genera el confinamiento y el aumento de la violencia de género.
7.- En las regiones del estado realizamos brigadas de información a comunidades para la prevención al contagio de la Covid-19.
8.- Para contribuir en los procesos de test de contagio, se elaboró y está a disposición de la población de Guerrero una aplicación móvil para personas con síntomas de la Covid-19.
9.- Se diseñó un modelo matemático para comprender los procesos de predicción de la evolución de los casos de la Covid-19 en el estado de Guerrero.
10.- Se ha puesto a disposición de la comunidad universitaria y de la Secretaria de Salud de Guerrero el laboratorio de diagnóstico e investigación de salud (LABDIS) en el que nuestro personal capacitado realiza la toma de pruebas para detectar la Covid-19, teniendo en cuenta todas las instrucciones de bioseguridad, incluyendo el uso de los equipos de protección personal adecuados para las precauciones estándar, de contacto y de transmisión aérea.
Al terminar este suigeneris confinamiento, regresamos a una “nueva normalidad”; en la que haremos un diagnóstico de las afectaciones en la infraestructura, en los aprendizajes, en las enseñanzas, en el sistema y modelo educativo de la UAGro. Una primera acción, será desplegar una pedagogía de la memoria donde los estudiantes, docentes, directivos y trabajadores nos permitan conocer su vivencia en esta pandemia. Debemos sistematizar y estudiar estas memorias para lograr una contextualización y una adaptación.
Para el regreso a las aulas nos auxiliaremos de las referencias de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en los tres momentos de reapertura: 1) antes, 2) parte del proceso y 3) una vez reabierta la universidad.
Se evaluarán seis dimensiones para la preparación y orientación de la planificación del regreso: las políticas, la financiación, las operaciones seguras, los aprendizajes, la atención a los estudiantes más marginados y el bienestar/protección, en donde cada una de las preparatorias, facultades, la universidad virtual y la Fundación UAGro deben jugar un papel protagónico e histórico.
El actuar conjunto del gobierno estatal y de la UAGro por una cultura de paz en Guerrero, nos está permitiendo transformar el imaginario de ser considerados como otro tipo de epicentros.
En estos momentos, sumamos esfuerzos para que los derechos humanos de los y las guerrerense guíen las respuestas y la recuperación ante la Covid-19, donde desplegaremos acciones renovadoras e integradas para comenzar desde ya la planificación de un mundo y un Guerrero posterior a Covid-19, bajo nuestra agenda de paz y con la solidaridad internacional.
