/ lunes 31 de agosto de 2020

Guerrero avanza en la lucha contra el Covid-19

Hace un par de semanas, el Estado de Guerrero se posicionaba como uno de los focos críticos de la pandemia del virus SARS-CoV-2, con altos porcentajes de contagios y un enorme cúmulo de retos por enfrentar, que no sólo lastimaban la salud de las personas, sino también su economía.

Sin embargo, gracias al eficaz trazo de una ruta de acción en la que la prioridad para las autoridades ha sido la salud de las y los guerrerenses, se ha logrado un importante avance en el parámetro instrumentado para la reanudación de los sectores sociales y económicos de la entidad.

Bajo este orden de ideas, es sumamente trascendente la reciente transición del semáforo naranja al amarillo, que permite que se impulse una apertura económica en aras de ofrecer mayores oportunidades a la población guerrerense para la reactivación de diversas regiones que han sufrido severos impactos por la parálisis que han arrojado las medidas implementadas contra el virus.

De esta forma, con el nuevo semáforo se podrá incrementar la capacidad de recepción en los negocios relacionados con la industria turística, como lo son los hoteles y restaurantes que emplean a miles de guerrerenses y durante la pandemia se vieron obligados a frenar el desarrollo de sus actividades. Y ahora, estarán posibilitados de atender a más visitantes, ayudando a la economía de centros turísticos como Acapulco, Ixtapa-Zihuatanejo y Taxco.

Por ello, este cambio del semáforo epidemiológico representa un hecho plausible que se ha alcanzado después de pasar etapas críticas, logrando que, de acuerdo a los nuevos elementos que toma la federación para la ponderación del semáforo, Guerrero obtuviera un total de 13 puntos con un riesgo epidémico moderado y una tendencia a la baja en las defunciones. Además, de que a nivel nacional el estado se encuentra en el lugar 25, con 27% de ocupación de camas y en el 30 en ocupación de ventiladores con 12%.

Sin duda alguna, lo anterior es resultado del compromiso del binomio gobierno y sociedad, donde un manejo responsable, sensible y prudente de la pandemia, acompañado de un sentido de conciencia de la sociedad se convierte en el motor que brinda mejores resultados en favor de la salud y economía de las familias guerrerenses.

Aunque también es fundamental enfatizar en la importancia de que la población siga tomando las precauciones debidas, para evitar que se registre un repunte en los contagios y se tenga que dar un paso atrás cerrando de nueva cuenta sectores relevantes para la economía guerrerense, pues el virus sigue presente. En este sentido, no debemos relajar las medidas sanitarias, como el uso de cubrebocas, la sana distancia y el constante lavado de manos, que continúan erigiéndose como aspectos indispensables que promueven el cuidado prioritario de la salud.

Nuestro deber como sociedad es continuar trabajando en favor de promover y aplicar las medidas que nos faciliten seguir el camino hacia la reactivación de la economía, que cada día adquiere una mayor relevancia pues los estragos para los bolsillos de las familias han sido colosales y se han profundizado por la ausencia de un gobierno federal empático y responsable con las verdaderas necesidades de la población.

En suma, el cambio de semáforo epidemiológico para el Estado de Guerrero, significa un reconocible esfuerzo para la población y gobierno, ofreciendo un panorama económico más certero. Pero bajo ninguna circunstancia debe interpretarse como un relajamiento en las medidas sanitarias, ya que por el bienestar de la salud y economía guerrerense, lo mejor será redoblar los esfuerzos para ser un ejemplo nacional y lo antes posible alcanzar el semáforo verde.

*Senador de la República

@manuelanorve

Hace un par de semanas, el Estado de Guerrero se posicionaba como uno de los focos críticos de la pandemia del virus SARS-CoV-2, con altos porcentajes de contagios y un enorme cúmulo de retos por enfrentar, que no sólo lastimaban la salud de las personas, sino también su economía.

Sin embargo, gracias al eficaz trazo de una ruta de acción en la que la prioridad para las autoridades ha sido la salud de las y los guerrerenses, se ha logrado un importante avance en el parámetro instrumentado para la reanudación de los sectores sociales y económicos de la entidad.

Bajo este orden de ideas, es sumamente trascendente la reciente transición del semáforo naranja al amarillo, que permite que se impulse una apertura económica en aras de ofrecer mayores oportunidades a la población guerrerense para la reactivación de diversas regiones que han sufrido severos impactos por la parálisis que han arrojado las medidas implementadas contra el virus.

De esta forma, con el nuevo semáforo se podrá incrementar la capacidad de recepción en los negocios relacionados con la industria turística, como lo son los hoteles y restaurantes que emplean a miles de guerrerenses y durante la pandemia se vieron obligados a frenar el desarrollo de sus actividades. Y ahora, estarán posibilitados de atender a más visitantes, ayudando a la economía de centros turísticos como Acapulco, Ixtapa-Zihuatanejo y Taxco.

Por ello, este cambio del semáforo epidemiológico representa un hecho plausible que se ha alcanzado después de pasar etapas críticas, logrando que, de acuerdo a los nuevos elementos que toma la federación para la ponderación del semáforo, Guerrero obtuviera un total de 13 puntos con un riesgo epidémico moderado y una tendencia a la baja en las defunciones. Además, de que a nivel nacional el estado se encuentra en el lugar 25, con 27% de ocupación de camas y en el 30 en ocupación de ventiladores con 12%.

Sin duda alguna, lo anterior es resultado del compromiso del binomio gobierno y sociedad, donde un manejo responsable, sensible y prudente de la pandemia, acompañado de un sentido de conciencia de la sociedad se convierte en el motor que brinda mejores resultados en favor de la salud y economía de las familias guerrerenses.

Aunque también es fundamental enfatizar en la importancia de que la población siga tomando las precauciones debidas, para evitar que se registre un repunte en los contagios y se tenga que dar un paso atrás cerrando de nueva cuenta sectores relevantes para la economía guerrerense, pues el virus sigue presente. En este sentido, no debemos relajar las medidas sanitarias, como el uso de cubrebocas, la sana distancia y el constante lavado de manos, que continúan erigiéndose como aspectos indispensables que promueven el cuidado prioritario de la salud.

Nuestro deber como sociedad es continuar trabajando en favor de promover y aplicar las medidas que nos faciliten seguir el camino hacia la reactivación de la economía, que cada día adquiere una mayor relevancia pues los estragos para los bolsillos de las familias han sido colosales y se han profundizado por la ausencia de un gobierno federal empático y responsable con las verdaderas necesidades de la población.

En suma, el cambio de semáforo epidemiológico para el Estado de Guerrero, significa un reconocible esfuerzo para la población y gobierno, ofreciendo un panorama económico más certero. Pero bajo ninguna circunstancia debe interpretarse como un relajamiento en las medidas sanitarias, ya que por el bienestar de la salud y economía guerrerense, lo mejor será redoblar los esfuerzos para ser un ejemplo nacional y lo antes posible alcanzar el semáforo verde.

*Senador de la República

@manuelanorve