/ lunes 13 de julio de 2020

Grave riesgo

Parece que en estos tiempos de pandemia se agudizan las formas polémicas de hacer política en el país y le apuestan por la división en lugar de la suma de voluntades y esfuerzos en objetivos comunes, y el tema ha salido justamente del área que debe hacer las cosas para garantizar la tranquilidad y no generar justo lo contrario, la Secretaría de Salud.

Algo no le ha salido bien a la Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud y se trata nada menos que las cuentas. Y así lo ha hecho saber de forma oficial, en su papel de ¿Vocero?, cuando dice que la evaluación técnica arroja indicadores de inconsistencias y que radicaría en la fuente de donde se nutre la información, la que proviene de las Entidades Federativas de la República Mexicana.

Creo que el Dr. Hugo López Gatell está metido en un segundo brete de enojo. Ya pasó el primero con el Senado. Ahora lo abre con los Gobernadores y Gobernadoras. A quienes prácticamente señala, aunque eso sí, sin culpar, de la inconsistencia que tiene la información que hacen llegar como combustible para alimentar los semáforos epidemiológicos.

Parece a simple vista que el fondo del tema radica más en el riesgo al que se enfrenta el país con más contagios, o rebrotes como le quieren llamar, cuando la población se ha volcado a tomar las calles –muchos sin protocolos elementales- buscando sobrevivir reactivando la economía de la Nación.

Parece que en el fondo, están dejando la pelota en la cancha de las entidades federativas para que éstas, a su vez, lo hagan en los Municipios porque si el Director Ejecutivo de la Organización Mundial de la Salud para Emergencias Sanitarias, Mike Ryan muestra su preocupación de iniciar desconfinamiento a pesar de intensa muestra de transmisión, la realidad debe estar mucho más difícil que las cifras que, lo hemos señalado, no podrían corresponder a la realidad.

No está pues en la tesitura del país un panorama alentador. Si ha caído el semáforo y está a punto de caer la información diaria, que sería algo así como borrar lo que está a la vista, y se suma a la preocupación por la economía, si el escenario es delicado en materia de quiebra de economía y de número de pobres que ha dejado ésta primera etapa de la crisis, dejar de lado la responsabilidad, lo que está sucediendo con los números y su inconsistencia, no ayuda ni para armonizar al país ni, lo más importante, evitar contagios y decesos.

La cadena de mando está en crisis. Algo están viendo que no nos permiten asomar y quizá tenga que ver más con la preocupación por el 2021 que por el número de ciudadanas y ciudadanos que pueda llegar a ese tramo. Si el desconfinamiento está en el pico más alto, que no ha bajado de subir, si hay ausencia de protocolos incluso entre quienes tienen la voz informativa del covid-19, lo que está asomando no es más que el preámbulo de una nueva crisis política en el país y una falta de coordinación para alcanzar objetivos que deben ser afines: salvar vidas. Surrealismo?

Parece que en estos tiempos de pandemia se agudizan las formas polémicas de hacer política en el país y le apuestan por la división en lugar de la suma de voluntades y esfuerzos en objetivos comunes, y el tema ha salido justamente del área que debe hacer las cosas para garantizar la tranquilidad y no generar justo lo contrario, la Secretaría de Salud.

Algo no le ha salido bien a la Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud y se trata nada menos que las cuentas. Y así lo ha hecho saber de forma oficial, en su papel de ¿Vocero?, cuando dice que la evaluación técnica arroja indicadores de inconsistencias y que radicaría en la fuente de donde se nutre la información, la que proviene de las Entidades Federativas de la República Mexicana.

Creo que el Dr. Hugo López Gatell está metido en un segundo brete de enojo. Ya pasó el primero con el Senado. Ahora lo abre con los Gobernadores y Gobernadoras. A quienes prácticamente señala, aunque eso sí, sin culpar, de la inconsistencia que tiene la información que hacen llegar como combustible para alimentar los semáforos epidemiológicos.

Parece a simple vista que el fondo del tema radica más en el riesgo al que se enfrenta el país con más contagios, o rebrotes como le quieren llamar, cuando la población se ha volcado a tomar las calles –muchos sin protocolos elementales- buscando sobrevivir reactivando la economía de la Nación.

Parece que en el fondo, están dejando la pelota en la cancha de las entidades federativas para que éstas, a su vez, lo hagan en los Municipios porque si el Director Ejecutivo de la Organización Mundial de la Salud para Emergencias Sanitarias, Mike Ryan muestra su preocupación de iniciar desconfinamiento a pesar de intensa muestra de transmisión, la realidad debe estar mucho más difícil que las cifras que, lo hemos señalado, no podrían corresponder a la realidad.

No está pues en la tesitura del país un panorama alentador. Si ha caído el semáforo y está a punto de caer la información diaria, que sería algo así como borrar lo que está a la vista, y se suma a la preocupación por la economía, si el escenario es delicado en materia de quiebra de economía y de número de pobres que ha dejado ésta primera etapa de la crisis, dejar de lado la responsabilidad, lo que está sucediendo con los números y su inconsistencia, no ayuda ni para armonizar al país ni, lo más importante, evitar contagios y decesos.

La cadena de mando está en crisis. Algo están viendo que no nos permiten asomar y quizá tenga que ver más con la preocupación por el 2021 que por el número de ciudadanas y ciudadanos que pueda llegar a ese tramo. Si el desconfinamiento está en el pico más alto, que no ha bajado de subir, si hay ausencia de protocolos incluso entre quienes tienen la voz informativa del covid-19, lo que está asomando no es más que el preámbulo de una nueva crisis política en el país y una falta de coordinación para alcanzar objetivos que deben ser afines: salvar vidas. Surrealismo?