/ miércoles 8 de julio de 2020

Gobernadores

En la pandemia de COVID-19, las y los Gobernadores están siendo evaluados. No es para menos. Son el referente fundamental para conocer la situación que guarda la entidad en torno al tema, sí, pero también el nivel que tienen para responder a una situación de emergencia. La respuesta, como cada circunstancia del país, fue distinta.

Pero la pandemia se convirtió en uno de los temas importantes de la crisis que ya vivían gobernadores con el Presidente. Una crisis interna relacionada con las formas de un estilo de gobernar.

La crisis de los gobernadores empezó a hacerse manifiesta cuando en las primeras giras del Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, realizó por el país. Los gobernadores fueron abucheados en el momento de su intervención por ciudadanos asistentes. Mientras el Presidente observaba sonriente la acción y movía respuestas que invariablemente quería convertir en consultas, fue observada como una estrategia para despersonalizar e invalidar la acción constitucional que representan para someterlos al carácter de la presencia de quienes fueron llamados “súper delegados”. Se convirtió en un referente que la decisión de un Mandatario, el de Guerrero, Héctor Astudillo Flores, acalló desde el primer momento y señaló con nombre a quien consideró responsable de una actitud de falta de respeto: el Super Delegado.

El Gobierno Federal lleva 18 meses en funciones. Y ha tenido crisis visibles, con violencia, en entidades como Jalisco y Guanajuato donde se habían dado respuestas encontradas sobre formas de enfrentar la insguridad. Se han manifestado 9 gobernadores del PAN por las formas como el Gobierno Federal ha manejado la Pandemia. Ha sido visible la diferencia entre el Mandatario y Gobernadores emanados de su Partido, como el de Puebla y Baja California, o el llamado del Gobernador de Michoacán para no acudir a la reunión con el Presidente Trump.

Y solo en la Ciudad de México, los datos del semáforo epidemiológico van más allá de un solo criterio que, aunque los gobiernos sean emanados del mismo movimiento-partido, y ante la presencia prudente de la Jefa de Gobierno, ha sido puntual en dejar claro su compromiso frente a la pandemia…y la inseguridad.

Ésta semana, cuando el Presidente de México realizará su primer viaje al extranjero y se reunirá con el Presiente Donald Trump, a su deseo de no ser afín al sentir general de no acudir y ser comparsa del vecino del norte, le ha solicitado reiteradamente al Primer Ministro de Canadá acudir y hacer un cambio en el proyecto original que no lo contemplaba.

No lleva un comentario favorable que respalde su viaje. Temas como crisis con l@s Gobernador@s, crisis sanitaria, desempleo, inseguridad, conflicto con empresarios, con Instituciones, con el Poder Judicial, con padres y madres de Niñ@s con Cáncer, entre otros muchos más, permea entre sus gobernad@s y no le da el mejor de los respaldos para acudir a una cita que podría ser, en otras circunstancias, una forma de hacer política, casi desde la misma altura política.

Como él, las y los Gobernadores son evaluados. Casa paso, cada palabra, cada acción es un precedente histórico para replantear el nuevo esquema de organización política a partir del pacto federado.



En la pandemia de COVID-19, las y los Gobernadores están siendo evaluados. No es para menos. Son el referente fundamental para conocer la situación que guarda la entidad en torno al tema, sí, pero también el nivel que tienen para responder a una situación de emergencia. La respuesta, como cada circunstancia del país, fue distinta.

Pero la pandemia se convirtió en uno de los temas importantes de la crisis que ya vivían gobernadores con el Presidente. Una crisis interna relacionada con las formas de un estilo de gobernar.

La crisis de los gobernadores empezó a hacerse manifiesta cuando en las primeras giras del Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, realizó por el país. Los gobernadores fueron abucheados en el momento de su intervención por ciudadanos asistentes. Mientras el Presidente observaba sonriente la acción y movía respuestas que invariablemente quería convertir en consultas, fue observada como una estrategia para despersonalizar e invalidar la acción constitucional que representan para someterlos al carácter de la presencia de quienes fueron llamados “súper delegados”. Se convirtió en un referente que la decisión de un Mandatario, el de Guerrero, Héctor Astudillo Flores, acalló desde el primer momento y señaló con nombre a quien consideró responsable de una actitud de falta de respeto: el Super Delegado.

El Gobierno Federal lleva 18 meses en funciones. Y ha tenido crisis visibles, con violencia, en entidades como Jalisco y Guanajuato donde se habían dado respuestas encontradas sobre formas de enfrentar la insguridad. Se han manifestado 9 gobernadores del PAN por las formas como el Gobierno Federal ha manejado la Pandemia. Ha sido visible la diferencia entre el Mandatario y Gobernadores emanados de su Partido, como el de Puebla y Baja California, o el llamado del Gobernador de Michoacán para no acudir a la reunión con el Presidente Trump.

Y solo en la Ciudad de México, los datos del semáforo epidemiológico van más allá de un solo criterio que, aunque los gobiernos sean emanados del mismo movimiento-partido, y ante la presencia prudente de la Jefa de Gobierno, ha sido puntual en dejar claro su compromiso frente a la pandemia…y la inseguridad.

Ésta semana, cuando el Presidente de México realizará su primer viaje al extranjero y se reunirá con el Presiente Donald Trump, a su deseo de no ser afín al sentir general de no acudir y ser comparsa del vecino del norte, le ha solicitado reiteradamente al Primer Ministro de Canadá acudir y hacer un cambio en el proyecto original que no lo contemplaba.

No lleva un comentario favorable que respalde su viaje. Temas como crisis con l@s Gobernador@s, crisis sanitaria, desempleo, inseguridad, conflicto con empresarios, con Instituciones, con el Poder Judicial, con padres y madres de Niñ@s con Cáncer, entre otros muchos más, permea entre sus gobernad@s y no le da el mejor de los respaldos para acudir a una cita que podría ser, en otras circunstancias, una forma de hacer política, casi desde la misma altura política.

Como él, las y los Gobernadores son evaluados. Casa paso, cada palabra, cada acción es un precedente histórico para replantear el nuevo esquema de organización política a partir del pacto federado.