/ lunes 23 de mayo de 2022

Falta de visión ambiental

Hoy en día, una de las luchas más importantes a las que la comunidad internacional ha dedicado relevantes e imprescindibles foros de discusión radica en la importancia de cuidar el medio ambiente, como un rubro que cada día adquiere mayor relevancia ante la preocupante tendencia que se presenta en deterioro de nuestro planeta.

De esta manera, reales, diversos y apremiantes son los problemas ambientales que se han acrecentado a lo largo y ancho del territorio nacional, destacando que en los últimos días la Zona Metropolitana del Valle de México ha sufrido una crisis ambiental que ha paralizado un sin número de actividades y amenazado la salud de sus habitantes.

Se trata de un conglomerado de retos ambientales que combinados con una deficiente política de prevención y reacción por parte del gobierno federal han ocasionado que se agrave la crisis y se ponga en riesgo a la población.

Contaminación del aire y agua, deforestación y pérdida de biodiversidad, son algunos de los principales problemas que enfrentamos los mexicanos. Donde sin duda, tenemos el compromiso y responsabilidad de ayudar al planeta, y convertirnos en verdaderos promotores de buenas prácticas que erradiquen su deterioro. Sin embargo, también merece un especial señalamiento el poco interés del gobierno federal por cambiar estas tendencias. Pues es evidente y regresiva su visión exclusiva de seguir generando energías fósiles.

Dicho panorama da cuenta de la compleja situación a la que nos dirigimos. Por tales motivos, en otros países, la implementación de energías limpias se ha convertido en una directriz fundamental en la definición e instrumentación de las políticas públicas.

Desafortunadamente la ZMVM es una de las regiones más contaminadas del mundo, por lo que requiere de una política pública ambiental integral, eficiente y vanguardista, que parta del conocimiento de la gravedad que ha ocasionado un endeble control regulatorio a las emisiones de gases industriales nocivos, y la falta de compromiso por dar cumplimiento a documentos normativos en la materia como el Acuerdo de París, o los estándares de salud ambiental que propone la Organización Mundial de la Salud.

Sin embargo, nuestro país dista mucho de alcanzar metas similares. De hecho, lamentablemente el gobierno federal en turno ni siquiera cuenta con un plan integral o especializado que ponga a México a la vanguardia en materia de cuidado al medioambiente, pues la agresiva política pública de construir un Tren en medio de reservas naturales o una refinería sin considerar el impacto ambiental, ha dejado a nuestro país a la deriva.

El papel del gobierno federal y el de la Ciudad de México no ha ido más allá de una simulación en la atención al problema. Muestra de ello es el notorio retraso en las medidas para atacar la contingencia y disminuir la contaminación.

Sin duda alguna, alegar la suspensión de acciones y programas tan prioritarios e imprescindibles por “medidas de austeridad” o ser políticas impopulares, resulta uno de los atropellos ambientales más atroces, que debe revertirse en favor del cuidado del medio ambiente de nuestro país.

*Senador de la República

@manuelanorve

Hoy en día, una de las luchas más importantes a las que la comunidad internacional ha dedicado relevantes e imprescindibles foros de discusión radica en la importancia de cuidar el medio ambiente, como un rubro que cada día adquiere mayor relevancia ante la preocupante tendencia que se presenta en deterioro de nuestro planeta.

De esta manera, reales, diversos y apremiantes son los problemas ambientales que se han acrecentado a lo largo y ancho del territorio nacional, destacando que en los últimos días la Zona Metropolitana del Valle de México ha sufrido una crisis ambiental que ha paralizado un sin número de actividades y amenazado la salud de sus habitantes.

Se trata de un conglomerado de retos ambientales que combinados con una deficiente política de prevención y reacción por parte del gobierno federal han ocasionado que se agrave la crisis y se ponga en riesgo a la población.

Contaminación del aire y agua, deforestación y pérdida de biodiversidad, son algunos de los principales problemas que enfrentamos los mexicanos. Donde sin duda, tenemos el compromiso y responsabilidad de ayudar al planeta, y convertirnos en verdaderos promotores de buenas prácticas que erradiquen su deterioro. Sin embargo, también merece un especial señalamiento el poco interés del gobierno federal por cambiar estas tendencias. Pues es evidente y regresiva su visión exclusiva de seguir generando energías fósiles.

Dicho panorama da cuenta de la compleja situación a la que nos dirigimos. Por tales motivos, en otros países, la implementación de energías limpias se ha convertido en una directriz fundamental en la definición e instrumentación de las políticas públicas.

Desafortunadamente la ZMVM es una de las regiones más contaminadas del mundo, por lo que requiere de una política pública ambiental integral, eficiente y vanguardista, que parta del conocimiento de la gravedad que ha ocasionado un endeble control regulatorio a las emisiones de gases industriales nocivos, y la falta de compromiso por dar cumplimiento a documentos normativos en la materia como el Acuerdo de París, o los estándares de salud ambiental que propone la Organización Mundial de la Salud.

Sin embargo, nuestro país dista mucho de alcanzar metas similares. De hecho, lamentablemente el gobierno federal en turno ni siquiera cuenta con un plan integral o especializado que ponga a México a la vanguardia en materia de cuidado al medioambiente, pues la agresiva política pública de construir un Tren en medio de reservas naturales o una refinería sin considerar el impacto ambiental, ha dejado a nuestro país a la deriva.

El papel del gobierno federal y el de la Ciudad de México no ha ido más allá de una simulación en la atención al problema. Muestra de ello es el notorio retraso en las medidas para atacar la contingencia y disminuir la contaminación.

Sin duda alguna, alegar la suspensión de acciones y programas tan prioritarios e imprescindibles por “medidas de austeridad” o ser políticas impopulares, resulta uno de los atropellos ambientales más atroces, que debe revertirse en favor del cuidado del medio ambiente de nuestro país.

*Senador de la República

@manuelanorve