/ jueves 26 de diciembre de 2019

Falcotitlan

Hacer el bien y lo correcto. Qué tal difícil puede ser, todo está dicho y hecho. Amor es lo que necesita el mundo, estar conscientes de la vida no es respirar, o que nuestro corazón está latiendo. Es una condición hacia nosotros mismos, cuando llega un punto en el existir de cada quien donde se detiene el reloj. Entendemos que las palabras fueron creadas por poetas, aquellos que crean y destruyen. Si van acompañadas de actos heroicos, de compasión, de entrega, de perdón, de ternura, de cuidado y de respeto, se convierten en un mensaje de amor. Generacional y que perdure la vida intacta, sana e higiénica.

La Nochebuena se celebra la noche del 24 de diciembre, víspera del día de Navidad, el cual todos ubicamos el 25 de diciembre. Aunque las costumbres varían de unos países a otros, es bastante común una reunión familiar para cenar e intercambiar obsequios y tener encuentros felices. Nochebuena es la celebración cristiana de la noche en que nació Jesús. Se considera como una fiesta de carácter cultural, ya que también se reúnen las familias aunque no haya celebración religiosa.

La Navidad es un símbolo, y como tal es simple. Como el aire, la tierra, el agua y el fuego. Estos días solemnes pretenden por siempre unir a familias o parientes, amigos o enemigos, conocidos o desconocidos. Más allá de lo que se pueda creer, se debe tener en la mente que el dios tiempo nos celebrará de alguna u otra manera. No importan la liturgia, ni los calendarios, ni los recintos, ni las sagradas escrituras. Importa uno. Todo lo que constituya bien para sí mismo y la humanidad, para conservar el patrimonio de nuestra entidad en el Universo, es la industria que revoluciona y evoluciona en una civilización. Lo demás es historia, criterios, opiniones, la oferta y demanda de algo que puede venderse o comprarse. Son como el diablo, la muerte y cada aliento de los perversos, de las obsesiones y celos que cada ente pueda escupir.

Celebrar que estás vivo al observar el firmamento y la luz del Sol, ¿no te hace razonar? Por ello te invito a que diseñes benevolencia, no te dañes ni dañes, la máxima que emana desde la morada de los nuevos significados. Los problemas se edifican a través de un sistema que nos ata, esclavos del miedo, sólo es relevante la supervivencia, el trabajo y el dinero. Asumimos tener prioridades cuando atacamos diversos especímenes, cuando devoramos este planeta, cuando matamos todo. La voluntad estriba en dar la mano y estrecharla tan fuerte, para que se comunique tu esencia, y no mentir como un pecado capital o verbalizar la real y absoluta verdad.

Un mensaje sin sustento quizá es una sonrisa, pero para pocos, es el alimento de los ángeles que nos da fuerza. Una palabra de aliento, es la que un padre o madre puede darle a un hijo en desgracia. Un abrazo, es el significado de hacernos útiles ante nosotros mismos. Un beso, es la potencia que nos rige como personas. La mente brilla en la obscura brecha llamada rutina, sin embargo, el conflicto no es lograr ser el número uno, tener éxito o ser el campeón. Es conservar el espíritu en su mismo lugar. Qué tan fácil puede ser, si todo está dicho y hecho. Hacer el bien y lo correcto.

Hacer el bien y lo correcto. Qué tal difícil puede ser, todo está dicho y hecho. Amor es lo que necesita el mundo, estar conscientes de la vida no es respirar, o que nuestro corazón está latiendo. Es una condición hacia nosotros mismos, cuando llega un punto en el existir de cada quien donde se detiene el reloj. Entendemos que las palabras fueron creadas por poetas, aquellos que crean y destruyen. Si van acompañadas de actos heroicos, de compasión, de entrega, de perdón, de ternura, de cuidado y de respeto, se convierten en un mensaje de amor. Generacional y que perdure la vida intacta, sana e higiénica.

La Nochebuena se celebra la noche del 24 de diciembre, víspera del día de Navidad, el cual todos ubicamos el 25 de diciembre. Aunque las costumbres varían de unos países a otros, es bastante común una reunión familiar para cenar e intercambiar obsequios y tener encuentros felices. Nochebuena es la celebración cristiana de la noche en que nació Jesús. Se considera como una fiesta de carácter cultural, ya que también se reúnen las familias aunque no haya celebración religiosa.

La Navidad es un símbolo, y como tal es simple. Como el aire, la tierra, el agua y el fuego. Estos días solemnes pretenden por siempre unir a familias o parientes, amigos o enemigos, conocidos o desconocidos. Más allá de lo que se pueda creer, se debe tener en la mente que el dios tiempo nos celebrará de alguna u otra manera. No importan la liturgia, ni los calendarios, ni los recintos, ni las sagradas escrituras. Importa uno. Todo lo que constituya bien para sí mismo y la humanidad, para conservar el patrimonio de nuestra entidad en el Universo, es la industria que revoluciona y evoluciona en una civilización. Lo demás es historia, criterios, opiniones, la oferta y demanda de algo que puede venderse o comprarse. Son como el diablo, la muerte y cada aliento de los perversos, de las obsesiones y celos que cada ente pueda escupir.

Celebrar que estás vivo al observar el firmamento y la luz del Sol, ¿no te hace razonar? Por ello te invito a que diseñes benevolencia, no te dañes ni dañes, la máxima que emana desde la morada de los nuevos significados. Los problemas se edifican a través de un sistema que nos ata, esclavos del miedo, sólo es relevante la supervivencia, el trabajo y el dinero. Asumimos tener prioridades cuando atacamos diversos especímenes, cuando devoramos este planeta, cuando matamos todo. La voluntad estriba en dar la mano y estrecharla tan fuerte, para que se comunique tu esencia, y no mentir como un pecado capital o verbalizar la real y absoluta verdad.

Un mensaje sin sustento quizá es una sonrisa, pero para pocos, es el alimento de los ángeles que nos da fuerza. Una palabra de aliento, es la que un padre o madre puede darle a un hijo en desgracia. Un abrazo, es el significado de hacernos útiles ante nosotros mismos. Un beso, es la potencia que nos rige como personas. La mente brilla en la obscura brecha llamada rutina, sin embargo, el conflicto no es lograr ser el número uno, tener éxito o ser el campeón. Es conservar el espíritu en su mismo lugar. Qué tan fácil puede ser, si todo está dicho y hecho. Hacer el bien y lo correcto.